Capítulo 19

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Tony se aferró a Visión, percibiendo la extraña sensación de que su cuerpo perdía corporeidad según los poderes del androide hacían mella en él; forzando la vista para descubrir el cuerpo de Loki entre la bruma.

Tenía todo el cuerpo en tensión, maldiciendo que el dios apareciera justo en su momento de mayor debilidad. Sabía que, por su parte, Viernes estaba poniendo silenciosamente en marcha todos los protocolos anti intrusos. Pero eso no servía de nada para aliviar a Tony. Él bien sabía que las defensas base que había instalado hasta el momento poco podrían hacer contra él. Y no tenían ahí un Hulk que los ayudara. Los truenos resonaron a su espalda, acrecentando la presión y la adrenalina.

La bruma desapareció con un chasqueo de dedos, mostrando el rostro contrariado del dios omega. Tenía los labios tan apretados que habían perdido el color.

—Por cosas como esta detesto Midgard, ¡no he encontrado seres más irritantes en ningún otro lugar!

Al momento en que el humo desapareció, los microrobots que estaban apostados en cada esquina superior del cuarto dispararon sus rayos. La energía de los reactores arc que poseían habría sido suficiente para dejar a una persona hecha migajas meramente con rozarla, pero a Loki le impactaron los cuatro rayos en pleno tórax y apenas mostró una débil molestia.

—Grandísima tontería —dijo, haciendo un gesto circular con la mano que hizo explotar los robots.

—¿Qué demonios haces aquí?

Tony tenía ganas de dar un paso al frente y darle un puñetazo, pero se contuvo por temor a lo que podía pasar. No sería su vida la única en riesgo si se zafaba de la protección de Visión.

—¿Que qué demonios hago aquí? ¡Arreglar el problema que tú creaste, eso hago!

—¿El problema que yo cree...?

La mente de Tony iba a mil por hora, demasiado acelerada por la presencia del dios allí, preguntándose qué podría querer decir. Había tantas cosas que eran culpa suya, tantos errores... ¿Pero qué problema podía estar relacionado con él, cuál podía ser lo suficientemente grande, como para implicar al dios de las mentiras?

—Todo iba tan bien... Y tenías que estropearlo con tus estúpidos miedos. Por una vez que necesitaba que el estúpido fanfarrón que hay en ti estuviera presente.

Tony quiso devolverle el insulto con un comentario mordaz, pero su mente se fue por otros derroteros al percibir la expresión de sorpresa en el rostro de Visión. Al mismo momento en su mente brilló la idea que no había contemplado antes.

Creo que alguien, un ser con poderes ajenos a los de un ser humano común, le ha embrujado, señor, había opinado Visión en aquel momento, encontrando otra opción ante aquel sueño sin sentido, ante aquella marca en su cuello. Alien, lo había llamado Rhodey...

El deseo de romperle la nariz de un puñetazo a Loki se hizo aún más fuerte en Tony, tanto que le picaban los nudillos de la mera anticipación. Apretó los dientes con fuerza.

—¡Fuiste tú! —gritó Tony, dispuesto a lanzársele encima o, como mínimo, lanzarle la pesada grapadora a la frente. Visión, pasando de una pose meramente defensiva frente a él a agarrarle la cintura, impidió que se moviera de la posición a su espalda.

—¿Quién si no iba a hacerlo? ¿Y se supone que tú eres uno de los seres más inteligentes de este planeta? Este mundo no tiene futuro —contestó Loki con una risa amarga, aunque aún tenía las marcas rojizas de la tensión en el entrecejo.

—Tú estabas en una cárcel de máxima seguridad. Thor nos aseguró que era imposible que salieras de allí en cientos de años.

Loki se encogió de hombros.

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