Capítulo 25

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Bruce se restregó el rostro con las manos en un ademán lento y cansado, reflexionando sobre la larga historia que Tony le acababa de contar con pelos y señales. Había escuchado toda la historia en completo silencio, absorbiendo como una esponja cada palabra dicha por él.

—¿Estás totalmente seguro? —preguntó Bruce, aún intentando procesar todo lo que había ocurrido durante su ausencia.

—¿De qué? Entenderás que te he contado demasiadas cosas como para ejercer mis dotes de adivinación.

Bruce enarcó una ceja, demasiado desconcertado y preocupado por toda la nueva información y la presencia de aquellos tres hombres en su casa para tener interés en las bromas.

—¿Todo esto no se trata de un engaño de...? —preguntó Bruce, lanzándole una mirada penetrante a Loki, que tuvo que morderse la lengua para no resoplar.

Tony negó, pero antes de poder contestar Visión se le adelantó.

—Antes de que se presentara ya habíamos hecho todos los exámenes pertinentes por las señales de alarma dadas por la señorita Potts. No hay duda de que es real.

—Incluso vimos el ultrasonido, Bruce. Era un poco pronto, pero su corazón ya estaba dando los primeros latidos. Aunque aún no era el momento para que pudiéramos escucharlos.

—¿De cuántas semanas estabas al hacerte las pruebas?

—Cinco —dijo con una sonrisa—. ¿No ves que aún mantengo mi cuerpo escultural?

—Tony... —lo regañó Bruce.

—¿Qué? Tengo un cuerpo bastante magnífico.

—Con el don de la modestia siempre por delante —comentó Loki con malicia.

—¿Me vas a hablar tú de modestia? —preguntó Tony.

—La diferencia está en que yo sí soy magnífico.

—Sí, una magnífica diva de los Alpes.

—Creo que nos estamos desviando de la conversación —interrumpió Visión mientras Bruce se limitaba a observarlos de hito en hito.

—En realidad, me gustaría intercambiar unas palabras con Tony a solas.

Sin necesidad de más, Visión asintió y se levantó de su asiento en el suelo. Se mantuvo en la puerta de madera esperando que Loki lo siguiera.

—¿Me acompaña? —preguntó al renuente dios, que detestaba la idea de dejarlos solos.

Pero Loki sabía que si no salía él, lo harían ellos; y esa idea le gustaba aún menos. Para él, Tony había hecho suficientes caminatas descontroladas por lo que le quedaba de embarazo con aquella estúpida excursión.

Con un suspiro cargado de molestia, siguió a Visión al exterior de la cabaña. Tony y Bruce se mantuvieron en silencio hasta que no quedó duda de que se habían alejado lo suficiente del lugar.

—No te fías de él, ¿eh?

—Me sorprende que tú sí lo hagas. Sabes que no es trigo limpio.

—Llegados a este punto, ¿soy alguien con derecho a juzgar a los demás por su pasado?

—Tony, es diferente. Tú eres una buena persona, siempre has intentado hacer lo mejor para los demás. No te mereces esa carga.

—Tú tampoco y sin embargo estás aquí, aislado del mundo.

—Sabes que mi caso...

—Oh, conozco bien tu caso, Bruce. Y sé que tus intenciones jamás han sido las de herir a nadie. Y el otro tío solo quiere que lo dejen en paz. Eres el beta más amable que he conocido y no te mereces estar aquí, perdido de todo, como una cárcel autoimpuesta. Y el omega que está ahí fuera ha sido tan brutalmente honesto que resulta imposible no creer en su palabra.

Only a dreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora