Capítulo 67

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Loki cuadró los hombros, incómodo por la rigidez de los músculos. Desde el momento en que Helgi le había dedicado aquellas palabras, Loki sintió como una pesada corona se posaba sobre él. La responsabilidad era abrumadora y difícil, pero eso no hizo que le temblara el pulso. La mera compañía del hombre que estaba a su lado, acompañándole, hizo que respirar le fuera más fácil.

Giró el rostro hacia él buscando aquellos preciosos ojos azules. Thor le sonrió al corresponder su mirada con aquella mueca inocente y bonachona que lograba tocar el estoico corazón de Loki.

—Todo saldrá bien.

—Nos jugamos mucho.

—Tenemos todo lo que necesitamos para terminar este conflicto. Las valquirias respetarán tus decisiones, saben que son justas —le recordó Thor—. Ahora solo tenemos que conseguir que ellos también lo hagan.

—No será fácil.

—No es como si a ti te gustara ir siempre por el camino fácil y convencional.

—Creo que te confundes, ¿el loco apasionado de los retos no eras tú?

—No voy a negar las medallas que tengo sobre eso, pero no es como si a ti no te gustara escaparte conmigo cada vez que podías.

Loki resopló aunque el amago de sonrisa bordeó las comisuras de sus labios.

—Sí, tú resopla, pero no puedes negar la verdad. Te gustan los retos tanto como a mí —dijo Thor, estirando la mano hacia él para entrelazar sus dedos.

—Supongo que por eso estoy contigo —concedió Loki, correspondiendo el agarre—. Lograremos instalar unos nuevos acuerdos que eliminarán cualquier poder de Odín y Freyja sobre los Prime, nadie más podrá decidir qué pueden hacer salvo ellos mismos.

—Nada de planes milenarios ni estratagemas de padres de todo saturados de ego, solo libre albedrío.

—Lo que soñaba Helgi...

Para Loki había sido doloroso ver partir a Helgi y a Sigrún. No podía evitar pensar que él había estado recorriendo el mismo camino que Helgi y le horrorizaba la idea de que le obligaran a estar al lado de alguien más que no fuera Thor. Si Thor no fuera un Alfa Prime, entonces... Había tenido la suerte de que la vida de Thor estuviera relacionada con la suya y de que Frigga hubiera sido su madre.

Sin embargo, ese sentimiento de paralelismo, de cercanía con Helgi, le hacía sentir en deuda con él. Conseguiría su sueño y el de todos los Prime a los que pudiera ayudar. Al menos ya sabía que contaba con las valquirias como equipo de paz para ayudar en los conflictos, recobrando el camino original. Ahora quedaba...

—¿Preparado?

—Preparado.

Con esas palabras, ambos enfilaron los pasillos que daban acceso a la sala del trono.



Jessica gimió con molestia al sentir un fogonazo de luz tras la muralla de los párpados. Los cerró con fuerza, dando un manotazo al aire en busca de una manta o una almohada con la que cubrirse. Tomó la sábana y se enfurruñó bajo ella, pero era demasiado fina para no dejar traspasar la luz. Abrió los ojos, molesta.

Escuchó su risa antes de concretar su figura. Tuvo que parpadear varias veces para ver a Deadpool apuntándole con una linterna pequeña.

—¿No es hora de que muevas ya el culo, perezosa?

—¡Ay, déjame! —gruñó Jessica, dándole un manotazo para apartar la linterna—. Me han dado permiso para estar en cama tres días.

—Eres un parásito.

Only a dreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora