Harry.
La chica —Anelisse— abrió los ojos como plato y se puso de pie, seguido de su amigo quién lucia más que asustado ante Zachary.
—Yo ya me estaba yendo... —Anelisse trató de evadir a Zachary sin siquiera mirarlo pero mi amigo fue más rápido para detenerla por la muñeca.
—Sí, tu te vas... pero de la discoteca —mis movimientos fueron mucho más rápidos que mis lógicos pensamientos, así que de inmediato me puse de pie.
—Yo la invite —dije con las manos sobre la mesa, tratando de parecer relajado cuando en realidad estaba nervioso hasta la médula.
—Nosotros lo hicimos... —se puse de pie Raquel. —Sueltala, Zachary; no conoces a la pobre chica y mira como la estas tratas.
Raquel camino hasta ellos y obligo al rubio a soltarla, Anelisse lucia pálida pero agradecida ante la situación. Aún no me cuadraba porqué Zachary y su hermana no se podían ni ver la cara.
—¿O la conoces? —cuestionó Raquel, casi me reía porque conocía la jugada que estaba haciendo.
Quería que Zachary nos dijera en la cara quien era Anelisse para él.
—Y-yo... —tartamudeo el rubio, pero antes de que pudiera seguir hablando su hermana lo detuvo.
—Él y yo cursamos la secundaria juntos, es amigo de mí ex-novio; así que sí, nos conocemos —su voz sonaba más firme y segura. No se rompió y no le falto él aire.
—¿A sí?, interesante, nuestro jefe nunca nos habla sobre su pasado —las palabras de Raquel tensaron a los dos.
Anelisse se sacudió un poco para quitar él brazo de Raquel de sus hombros. Axel se acercó hasta ella y la abrasó por la cintura, algo protector.
—Yo no tengo porque rendirle cuentas de mi pasado o las personas que conozco —casi puedo jurar que Zachary gritó, bastante enojado.
—Bueno, no dejemos que los ánimos bajen. Vamos por unas bebidas y después bailamos...
—Nosotros ya nos vamos —dijo Axel, cambiando totalmente de cara, sin soltar a Anelisse.
Me pregunte porque estaban tan... tensos. Porque parecían tan incómodos y decepcionados.
A pesar de que era una discoteca y la gente a nuestro alrededor bailaba, tomaba y gritaba de la emoción, Anelisse y Zachary estaban perdidos en sus pensamientos.
—¿Por qué?, los acabamos de conocer —dijo Raquel decepcionada y Axel le sonrió encogiendo los hombros.
—Podemos vernos cualquier otro día —dijo mirándonos a ambos —Con más tranquilidad...
Dijo mirando a Zachary. Él rubio estaba callado y cruzado de brazos, tenía la mirada pérdida en el piso de colores y me recordé a mí mismo que tenía que hablar con él sobre él tema.
—Trabajo en una cafetería cerca de aquí, pueden ir cualquier día —mi compañera les sonrió y Anelisse levantó la vista.
—¿Trabajas en la Noche Estrellada? —preguntó.
—Sí, ambos lo hacemos, ¿la conoces? —pregunté, armandome de valor.
Ella me miró sorprendida y asintió.
—Pues puedes ir cualquier día y lo que pidas corre por mi cuenta —ella sonrió y se sonrojo. Me pareció un deleite completo, que una chica tan fuerte, confiada y con presencia, se sonrojara tan delicadamente.
Zachary golpeó mi hombro con fuerza y me hizo señas con los ojos —algo casi imposible— pero lo entendí y analicé lo que había dicho.
La había invitado a comer, conmigo.
—D-digo, tú y t-tu amigo pueden ir y p-pedir lo que quieran y...
—¡Harry te acaba de invitar a una cita! —gritó Raquel y me puse pálido, pero al ver a Anelisse y Axel reír, yo también lo hice.
—Ella ya se tiene que ir. Te acompañó a la salida —al escuchar a Zachary todos páramos de reír y Anelisse asintió.
—Nos vemos luego, Raquel —se despidió de ella con un beso en la mejilla.
Después me miró a mí y camino despacio hasta quedar enfrente de mí y sonreirme.
—Me encantaría ir a la cafetería a verte —dijo y mis mejillas se sonrojaron, se acercó a mí y beso mi mejilla —Nos vemos luego, Harry.
Las letras de mi nombre se deslizaron por su boca y mi vello se erizo. Me sonrió antes de darse la vuelta y caminar delante de Zachary y Axel.
Desaparecieron por la puerta y me dejé caer en la silla, decepcionado.—Te gusta, ¿verdad? —me preguntó Raquel.
—¿Tanto se nota? —dije, pasando ambas manos por mí cara para despabilar los pocos pensamientos que quedaban en mí mente.
—¿Entonces que haces aquí?, ve tras ella. Invitale un café o acompañala a su casa, yo que sé —dijo sacudiendo las manos, como si gritara que me parara —¡Ve , Harry!
Me puse de pie y esquive a todas las personas que obstruían el pasillo de la salida. Él aire frío me golpeo la cara y busque en todos lados la caballera mediana de Anelisse, no la veía por ninguna parte pero sí podía escuchar su voz.
Estaba lejana pero cerca, caminé unos cuantos pasos hacia la esquina del lugar y asome mi cabeza al estacionamiento, tres personas discutían. Agudice mis oídos y reconocí la voz de Anelisse, pero la poca luz en el lugar no me dejó ver con quien estaba hablando, y no me atreví a decir que eran Axel y Zachary.
Di un paso hacia adelante y otro hacia atrás inseguro. ¿Y si perdía mi empleo por estar con la hermana de mi jefe?, o peor aún, ¿si pierdo la amistad de Zachary por esto?.
Me di media vuelta volviendo en mis pasos, hasta llegar casi a la puerta cuando escuché un grito.
—¡Dejalo en paz! —levanté la vista y mire sobre mi hombro, sin saber realmente si debía regresar o no. —¡PORFAVOR AYUDA!
Corrí hacia el estacionamiento y cuando doble la esquina vi a Axel sobre Zachary golpeándolo con los puños cerrados.
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La Noche Estrellada
FanfictionCuando la vida de Anelisse da un giro inesperado al enterarse del más grande secreto de su madre se da cuenta que entre más busca más encuentra secretos. Anelisse tendrá que luchar por mantener una vida normal a pesar de todas las circunstancias que...