Capítulo 53

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No sabía si estaba haciendo lo correcto, jamás sentía que hacía lo correcto. Cada que daba un paso en una dirección pensaba que era la correcta pero de pronto todo se va por el agujero.

Toqué la puerta una vez más y esta vez empezaba a sentirme desperado. Una vez más el destino me decía a gritos que debía alejarme de aquí para siempre...

—¿Harry? —una voz hizo que me girará rápidamente.

Ella estaba ahí, de pie con su bolso en una mano y unos tacones en la otra, llevaba tenis puestos. Venía del trabajo y lo sabía porque llevaba puesta ropa formal.

—¿Qué haces aquí? —preguntó confundida. Colgó su bolso en su hombro y apenas me daba cuenta que llevaba las llaves de su casa en la mano.

Camino hasta mí y me hice a un lado para que pudiera abrir la puerta. Algo se sentía tenso, no me sonrío y tampoco me besó e incluso evitaba mi mirada.

—Pasa —me dijo cuando la madera se abrió. Ella pasó lanzando sus zapatos a cualquier lado y su bolso sobre el sofá, la televisión estaba encendida pero no había nadie viéndola.

—¿No estás sola? —pregunté.

—Tengo que decirte algo —empezó a hablar mientras se quitaba los converse. —Zachary apareció.

Sus palabras me sorprendieron, pero me sorprendió más la brutalidad con lo que las dijo. Comúnmente ella no me hablaba así.

—Eso es excelente —dije con una mueca parecida a una sonrisa.

—Él está...

Un sonido parecido a un portazo la interrumpió y ambos miramos en dirección a su recámara. De entre la obscuridad del pasillo salió una sombra que se fue haciendo más clara... Yo conocía quien era.

—¡Hermano! —esa voz. Zachary salió corriendo a abrazarme y yo rápidamente le correspondí.

—¿Por qué estás calvo? —le pregunté con burla mientras pasaba mis manos por su cabello casi inexistente.

—Ya era hora de un cambio —se encogió de hombros y me miro con detenimiento —¿Te estás dejando la barba? —preguntó mirando la barba de semanas que no me había interesado quitar.

—Ya es hora de un cambio —dije sus mismas palabras.

Anelisse se había ido a su recámara y yo me quedé platicando con Zachary, me ponía muy contento verlo. Saber que sigue aquí y que está bien me llenaba de alegría, me hacía pensar que nada había cambiado.

—Así que, terminaste de novio con mi hermanastra —empezó a hablar mientras encendía un cigarro.

—Algo así —contesté porque no sabía realmente cuál era la situación de mi noviazgo en estos momentos.

—Ella te quiere —dijo soltando el humo —Sólo debes de tener cuidado con el detective —ahora su voz se escuchó en voz baja y me ceño se frunció.

—¿Qué quieres decir? —le pregunté moviendome de lugar para quedar a su lado.

—Ayer vino el rubio, —sabía que hablaba sobre Cámaro —discutieron o algo así. Al parecer a ese hombre le gusta Ana. —habló ahora en voz más baja, casi ni se escuchaba. Me sorprendió que usará el apodo de Anelisse pues casi nadie solía usarlo, solo había escuchado a su padre decirlo.

—Lo sé, ayer me lo confesó. Fue a mi departamento y tuvimos una discusión acalorada —dije recordando lo de ayer.

Cámaro había llegado molesto buscando a Anelisse, él no me creía  que ella no estaba ahí. Entró a mi departamento gritando y empezamos a discutir, dije cosas de las que me arrepiento, cosas que sólo dije por el enojo pero eran cosas que involucraban a Anelisse. Por eso había venido hoy, a disculparme.

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