Empuje el carrito del supermercado con fuerza mientras memorizaba los pendientes que tenía que hacer el resto del día. Primero necesitaba llamar a Cámaro para explicarle que necesita cambiar su plan peligroso a uno no tan peligroso hasta que todo este asunto del embarazo se resuelva, lo segundo era comprar el boleto de autobús para Harry y lo último era llamar al médico para separar una cita, en realidad, ese último pendiente debería estar en primer lugar pero entre más tarde en saber el resultado mejor.
—¿Anelisse? —me detuve en seco cuando me llamaron.
Me di la vuelta y me quedé un momento congelada.
—Amanda... —murmure no tan feliz de ver a la esposa de mi padre —¿Qué haces aquí?
—Vine a hacer las compras —señaló su carrito lleno.
—¿Vienes sola? —pregunté de inmediato mirando a mi alrededor, no quería ver a Elíseo o a Emma.
—Sí, —suspiró algo triste —desde la última vez que estuviste en casa las cosas han cambiado un poco.
—Lo imagino —miré incómoda al suelo.
—Disculpa que te lo pregunté pero, ¿haz cambiado algo en tu apariencia? —la miré confundida. —Te notó algo diferente.
—¿Diferente? —pregunté.
—Sí, no lo sé, te veo un poco más... Resplandeciente —sonrió de lado, mirándome de una manera que me recordó a mi madre cuando solía ser una buena persona.
—Gracias, supongo...
—Perdón si te incomode, es sólo que fue la primera palabra que se me vino a la mente, me solían decir mucho ese cumplido cuando estaba embarazada —mi sonrisa se borró.
—Creo que es hora de irme —dije empujando mi carrito y ella asintió.
—Nos vemos por ahí, ve con cuidado y me dio mucho gusto verte —se inclinó hasta besar mi mejilla y se dio la vuelta para perderse entre los pasillos.
Llegue a la caja y pagué mis pocos productos, cargué las bolsas hasta el auto y las dejé en la parte trasera, caminé hasta el asiento del piloto cuando sentí como mi celular vibraba en mi bolso. Cuando lo encontré descubrí que era Cámaro.
—Qué bueno que llamas, necesito verte con urgencia —contesté.
—Yo también necesito verte, ¿nos vemos en la cafetería de siempre a las siete? —preguntó y mire el reloj en mi mano.
—¿Qué te parece si nos vemos en media hora en "La Noche Estrellada"? —le pregunté metiendo la llave en el contacto.
—De acuerdo, te veré ahí.
Había escogido la cafetería de Zachary para reunirnos porque tenía una enorme curiosidad por ver la pared hueca que Harry mencionó la otra noche, en una vida como la mía misterios como esos merecen ser vistos. Y además Harry estará ahí, eso detendrá a Cámaro si se quiere volver a sobre pasar conmigo, no olvido que tenemos una charla pendiente.
Cuando llegué la cafetería estaba vacía, no había clientes y lo primero que note fue que Raquel no estaba detrás del mostrador, estaba un chico que parecía conocer pero no reconozco se dónde.
—¿Gustas pedir algo? —me pregunto amablemente el rubio.
—Sólo un café cargado, gracias —le sonreí y el asintió para ir a trabajar.
La campanilla de la entrada se escuchó y Cámaro entró con un traje azul enfundado. Le sonríe de lado y el caminó hasta la mesa, me estire para besar su mejilla pero el fue directo a dejar un beso en mi frente.
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La Noche Estrellada
FanfictionCuando la vida de Anelisse da un giro inesperado al enterarse del más grande secreto de su madre se da cuenta que entre más busca más encuentra secretos. Anelisse tendrá que luchar por mantener una vida normal a pesar de todas las circunstancias que...