Caminé por el centro comercial sin realmente prestar tanta atención a lo que había enfrente de mí, sólo había ropa y zapatos, tiendas de maquillaje y todas esas cosas que a mi no me interesan.
—¿Ves algo de tu agrado? —la voz se Sandra, la novia de Axel, me hizo mirarla, llevaba las manos llenas de bolsas de diferentes tiendas de ropa.
—No —dije encogiendome de hombros. —No hay nada de mi interés.
—Oh, mira, en esa tienda hay una gran oferta —la morena sonrió y señaló un local, para mi sorpresa era una tienda de trajes para caballero.
—¿Qué vamos a hacer en un lugar como ese? —pregunté con una sonrisa torcida.
—Cámaro siempre viste de traje, puedes aprovechar las rebajas y comprarle algo —Sandra dijo y algo en mi se removió cuando mencionó al rubio.
Él y yo llevamos saliendo cuatro semanas que me han parecido como meses, y no es porque hayan sido eternas, si no porque con él el tiempo vuela.
—De acuerdo, vamos —asentí y caminamos hacía el local elegante.
Entramos a la tienda y todo era demasiado para mí, jamás había entrado a una tienda para caballeros y de inmediato sentí el aroma a perfume varonil en el ambiente. Observé los trajes con detenimiento, imagando a Cámaro usarlos todos pues a él le encantaba vestirse formal. Revisé el precio y casi me da un infarto, definitivamente los trajes no eran la oferta de la tienda.
—Iré a ver los calcetines, al parecer Axel necesita unos muy elegantes para la cena con mis padres —escuché a Sandra antes de que desapareciera por ahí.
Caminé hasta las corbatas y las miré a detalle, la mayoría eran feas y aburridas, ninguna me llamaba la atención. Seguí moviendo el perchero buscando la perfecta hasta que la encontré, era color rosa pálido y tenía un patrón de cuadros del mismo color.
—Esa es una buena elección —escuché una voz varonil pero no me giré pues seguía revisando que la corbata llenará mis expectativas. Tal vez debería buscar una más divertida, una que sé que Cámaro no usaría, pero que si yo se la regalo siempre la tendrá puesta. —Es un buen regalo para tu pareja, además, está dentro de las ofertas.
—No creo que sea la indicada, él tiene un gusto bastante reservado —hice una mueca analizando el material del accesorio.
—Una corbata debe ir a la perfección con la personalidad de la persona. Si él es un hombre de negocios creo que debes otra —escuche a la persona, que se parecía a un trabajador debido a sus consejos insistentes. —¿Por qué no pruebas esta?
Dejé la corbata rosa en el perchero y tomé la que me extendían, pero de pronto me di cuenta de algo. La mano que la sostenía estaba llena de anillos, tenía tatuajes y era muy grande, mi corazón se detuvo cuando me di cuenta que era muy parecida a la de...
—¿Harry? —pregunté en voz baja y subí la mirada de inmediato.
La visión del roludo sonriendome me sacó de balance, retrocedí de inmediato y escuché un golpe sordo detrás de mí, había tumbado el perchero de corbatas. Solté una maldición y me agache para recogerlo.
—Yo te ayudo —escuchar su voz cerca me obligó a quedarme quieta.
—Yo puedo sola, gracias —dije cortante y levante la delgada estructura.
Las manos me temblaban cuando dejé la corbata que Harry me dio en un gancho.
—Anelisse... —mi corazón dio un vuelco al escuchar decir mi nombre.
—Gracias por tus consejos —lo miré sobre mi hombro y empecé a caminar, o mejor dicho correr, hacía la salida.
—Anelisse —me llamó una vez más y esta vez me detuve en seco, me giré y lo enfrente.
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La Noche Estrellada
FanfictionCuando la vida de Anelisse da un giro inesperado al enterarse del más grande secreto de su madre se da cuenta que entre más busca más encuentra secretos. Anelisse tendrá que luchar por mantener una vida normal a pesar de todas las circunstancias que...