Capítulo 66

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El tono de mi celular me hizo levantarme de la cama. Atravesé el cuerpo de Zachary que estaba en el suelo y tomé mi celular del suelo, ni siquiera recordaba porque estaba en el suelo.

—¿Hola? —atendí la llamada sin nisiquiera mirar el contacto, esperaba que valiera la pena pues había arruinado mis dulces sueños.

—¿Anelisse? —mi corazón se detuvo cuando reconocí la voz del otro lado de la línea.

—¿Harry? —pregunté caminado hasta mi cama.

Zachary se quejó entre sueños cuando pisé su mano accidentalmente, pero no me detuve hasta llegar a mi cama y asegurarme que mis piernas dejaran de temblar.

—Eh estado tratando de contactarme contigo desde ayer —se escuchó preocupado. —Llamé a Axel y me dijo que llegaste hace días...

—Apenas llevó dos días en casa —lo interrumpí tratando de que no sonara como si realmente llevará mucho tiempo en casa.

—Espere tu llamada desde entonces, dijiste que tal vez y pasaríamos navidad juntos...

Cerré los ojos al recordar la promesa que le había hecho.

—Lo siento, Harry, lo olvidé por completo —dije rápidamente.

—Supongo que estuviste con tu familia —dijo y se escuchaba algo triste. —Yo igual fui a casa de mis padres...

—¿Cómo está Nora? —pregunté.

—Bien, nació una niña muy bonita —mis entrañas se retorcieron de inmediato y un sentimiento parecido a los celos me invadieron.

—Me alegro, dale las felicidades de mi parte —mi voz sonó muy baja.

—Esta planeando hacer una fiesta de bienvenida para la bebé, puedes venir, pienso que después de tantas cosas que han sucedido estaría bien que tuvieras un respiro —habló y apreté la mandíbula.

Agradecí el hecho de que no me preguntará sobre Terisa.

—Suena bien —hablé dudatiba.

No estaba lista para verlo, no estaba lista para ver a Beatriz y hacerle saber que había ganado.

—Puedo comprar un billete de autobús para que vengas a casa mañana...

—¿Mañana? —lo interrumpí ansiosa.

—La fiesta es en dos días, pero me gustaría que le dieras tu toque a la casa —algo dentro de mí se removió cuando noté que Harry pronuncia "la casa" y no "mi casa" me estaba diciendo a gritos que ese era nuestro hogar.

Respiré un par de veces para controlar los latidos de mi corazón.

—Iré en mi auto —dije después de un rato.

—¿Estás segura? Son casi dos horas de camino —dijo preocupado.

—Dos horas no son problema para mi viejo cacharro —dije con una sonrisa triste. —Lo más seguro es que llegué allá a las diez de la mañana.

—Suena bien —dijo y pude notar la felicidad en su voz.

—Bueno, entonces, nos vemos mañana —dije con la voz rota.

No sabía cómo sentirme al respecto, estaba feliz porque al fin estaría en los brazos de Harry pero no estoy segura si pueda verlo a la cara sin echarme a llorar.

—De acuerdo. Descansa, te amo.

—Y yo a ti. Adiós.

Colgué la llamada y dejé el teléfono sobre la mesa de noche. Dejé mi mirada fija en él por un momento, no sabía si había tomado la decisión correcta. Sé que necesito darme mi tiempo, tener mi espacio y recuperar mis energías, pero también me muero de ganas por estar con Harry.

La Noche Estrellada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora