Necesitaba con urgencia salir de aquí, necesitaba ir urgentemente a un baño para poder devolver todo mi estómago.
—¿Hey, estás bien? —escuché la voz de Michell pero la ignoré y seguí mi paso apresurado por las escaleras.
La casa era gigante así que cuando llegué al segundo piso no encontré la puerta del baño en donde se supone que debía estar: al fondo a la derecha. Recargue mi cabeza en la pared, deseando que la tierra me tragara porque estaba a punto de vomitar encima de mi ropa.
Aquella noche Zachary había realizado una pequeña reunión en su mansión; sin embargo, yo no sabía que traerían alcohol o que me iban a obligar a darle un trago inmenso al tequila. De inmediato él líquido había subido de nuevo a mi boca y hace apenas unos segundos yo iba a devolver todo mi estómago... Eso fue hasta que Zachary apareció en el pasillo.
—¿Buscas él baño? —me preguntó caminando hasta mí él mejor amigo de mi novio. Asentí en silencio tratando de no abrir la boca porque temía vomitar.
—Esta allá a la derecha —señalo una puerta a unos metros de mí y corrí hasta ella, hice lo que tenía que hacer para después lavarme la boca y secarme las manos.
Cuando sali me sorprendió ver a Zachary justo donde estaba antes de entrar al baño. Estaba ahí, de pie escrutandome con la mirada.
Parecía que estaba buscando algo. No dejaba de repasar una y otra vez mi rostro, buscando rastro o rasgo de algo desconocido para mí. Zachary y yo no éramos amigos a pesar de que él sea el mejor amigo de mi novio; no eramos amigos y muy apenas cruzábamos miradas.
—¿Tu mamá trabaja en el mini super de aquí cerca? —la pregunta me sorprendió. Él y yo nunca hablabamos, me resultaba extraño que me preguntara algo tan... Íntimo.
Dudé unos segundos en responder pero terminé asintiendo para después hablar.
—Sí, ella es cajera —decidí agregar para aclarar que ella no tenía ningún otro papel ahí mas que cobrar los productos y empacarlos en bolsas.
Cuando no volvió a hablar, decidí avanzar para ir al piso de abajo. Me sentía bastante incómoda con su mirada contorneando mi cara como si necesitara grabarsela en su memoria.
Lo pase de largo, pero no había dado ni dos pasos cuando él me detuvo.
—¿Es casada?, —su pregunta me hizo girar a verlo —¿Comprometida?, ¿es viuda?, ¿tiene pareja?
Su bombardeo de preguntas me sacó de balance, me obligue a mí misma a no hacerlo notar y simplemente di un paso hacia atrás para sentirme más segura.
—¿Por qué preguntas eso? —no contesté a ni una de sus dudas y la desesperación marcó todas sus facciones.
—Tu padre, ¿en dónde esta tu padre? —se acercó a mí para tomarme del antebrazo y tenerme ahí, quieta, apretando con urgencia pero no con fuerza, no dolía.
—Zachary, ¿por qué quieres saber todo eso? —si algo sucedía, si pasaba algo malo yo debía saberlo. Si tantas dudas tenía de mi familia yo las iba a responder, pero él debía decirme todo primero.
No me respondió sin embargo, se encargó de mirarme furioso antes de dejarme ir y caminar por él pasillo hasta entrar, a lo que supuse, su habitación.
—Amor, ¿estás bien? —la voz dulce de Michell me obligó a salir de mis pensamientos. Él estaba de pie en él primer escalón de las escaleras y deseé internamente que no haya visto nada del percance entre Zachary y yo.
—Sí, —volví la vista la habitación de Zachary —Solo que no encontré él baño —mentí.
—Es aquella puerta de la derecha —señaló la misma puerta de la que había salido hace unos momentos —¿Te espero aquí afuera?
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La Noche Estrellada
Hayran KurguCuando la vida de Anelisse da un giro inesperado al enterarse del más grande secreto de su madre se da cuenta que entre más busca más encuentra secretos. Anelisse tendrá que luchar por mantener una vida normal a pesar de todas las circunstancias que...