Perdidos

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paudiaz044

Narra Cooper

Cuppa caminaba por delante siempre atenta a todos los ruidos de alrededor. Miraba con atención los arbustos y detrás de los árboles, por si acaso alguien oculto quisiera lastimarnos.

—¿Crees que todos estén reunidos y a salvo? 

Pregunté acariciando a Pancho, quién iba en mis brazos. Parecía cansado pero no iba dormido, seguro que también le preocupaba que algo nos fuera a pasar.

—Seguro que sí. Ya verás que pronto estaremos todos reunidos.

Respondió con una sonrisa tranquilizante. Asentí con la cabeza esperando que así fuera.

No sabíamos qué era esa cosa que nos había atacado, pero parecía ser muy poderosa. Esperaba que Skellen y Skeleton estuvieran a salvo. Ojala que Ender hubiera podido obtener ayuda para derrotar esa cosa.

Llegamos a la cima, miramos alrededor pero sólo podíamos ver las copas de los árboles, ni siquiera se podía ver el refugio.

—Quizás debamos regresar. En el camino podríamos encontrar a alguien.

Dije, ella asintió con la cabeza.

—Pero parece que va a oscurecer pronto. Si no encontramos a alguien debemos buscar donde dormir.

Dijo, asentí con la cabeza no muy convencido, pero tampoco podíamos caminar toda la noche, sólo nos perderíamos más.

—¿Todos los creepers tenemos una mala ubicación?

Bromeé, ella sonrió. Caminamos de regreso exactamente por los mismo lugares por los que habíamos pasado. Todo seguía igual a excepción de que la luz del sol comenzaba a disminuir.

—Nos queda alrededor de una hora de luz, debemos buscar algún lugar donde dormir.

Dijo. Bajé a Pancho y entre los tres buscamos una cueva o algo dónde ocultarnos. 

Pasó como media hora hasta que Pancho comenzó a cacarear, había encontrado una cueva. No era muy espaciosa y estaba oculta por enredaderas, pero parecía un buen lugar. Claro, si no pertenecía a alguien ya.

—No te separes de mí. 

Dijo mientras entraba primero. Tomé a Pancho entre mis brazos y la seguí de cerca. Apenas y podíamos ver dentro de esta, pero al parecer estaba vacía. 

Una vez que nos aseguramos que íbamos a estar a salvo nos acurrucamos juntos en una esquina e intentamos descansar. Dormitamos a ratos, pero teníamos que estar alerta por cualquier cosa.

Apenas salió el sol salimos de ese lugar. Cerca había un árbol de manzanas, así que eso comimos. Seguimos caminando, Pancho tomó la delantera.

—Si están todos reunidos en la aldea que dijo Cinthya seguro están planeando buscarnos.

Comentó sonriendo divertida.

—Les damos muchos problemas.

Agregué sonriendo con nerviosismo. Cuantas veces se han visto en dificultades por nuestra culpa.

Pancho seguía a la delantera intentando protegernos de cualquier peligro que pudiéramos encontrar, pero Cuppa no dejaba de voltear en todo momento hacia atrás.

—¿Sucede algo?

Pregunté ya algo nervioso, ella negó con la cabeza sin embargo no parecía muy segura.

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