Escapando

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NashHimari345

NARRA CINDY

Skeleton tenía horas que había salido de la casa y me había dejado de nuevo con esta loca y psicópata chica con cabello desagradable.

—Ten, llevas días sin comer. Necesitas crecer.

Dijo con una sonrisa empalagosa que sólo me dio náuseas. Miré la comida que acababa de colocar frente a mí. Leche tibia y pastel, su aroma me revolvía el estómago.

—No quiero tu veneno.

Dije cruzando los brazos rechazando la comida.

—Quiero que me devuelvas mi ropa y me dejes ir de aquí.

Exigí, ella sonrió confiada.

—Te la devolveré cuando termines eso.

Dijo sentándose frente a mí y mirándome fijamente.

Ambas nos miramos por largo rato, sin movernos, sin decir nada.

—Dime, ¿cómo conociste a Skeleton?

Preguntó después de un rato, parecía que iba a explotar si seguía ocultando su curiosidad.

—Llegó a donde vivo con otros chicos.

Respondí cortante. No quería mencionar a mis amigos ni el refugio ante esta loca.

—¿En serio? Y dime pe-que-ña, ¿te vino a buscar?

Preguntó con una sonrisa burlesca.

—Oh, seguro que sí. Ya sabes, no le gusta perder. ¿Cómo dejaría ir lo mejor que ha encontrado en su vida?

Respondí con tranquilidad y confianza dándome cuenta que era lo que pasaba por su pequeña y hueca cabeza.

—Alguien debe decirle que no es correcto estar con niñas.

Respondió cruzando los brazos con aires de superioridad.

—No soy una niña, además, estoy segura que soy mucho más madura que tú y muchas otras. No creas que puedo tomar con importancia a alguien que sólo se alimenta de leche, pan y pastel y que tiene un cabello tan ridículo.

Me burlé, ella se tocó el cabello con inseguridad.

—A él le gusta, me lo dijo cuando éramos pequeños.

Respondió sentida, me reí.

—Él ha crecido.

Respondí, ridículas lágrimas comenzaron a escurrir por sus mejillas. Quería burlarme pero por alguna razón algo me hizo sentir mal por ella.

Al parecer siempre había estado apoyando a Skeleton, siempre esperando cualquier muestra de afecto por parte de él y de la nada llega alguien que le "arrebata" todo su cariño. Me sonaba familiar.

Recordé a Ender riendo con Cuppa, acariciando su cabello, caminando por el refugio tomados de la mano. Protegiéndola, defendiéndola, preocupándose en secreto cuanto ella desaparecía o le pasaba algo malo, sufriendo sin decirle a nadie cuando ella no quería hablar con él.

Iba a confesarle que para mi Skeleton era un tonto y sólo estaba molestándola cuando él entró. Parecía molesto por alguna razón, se sentó a mí lado y se bebió el vaso de leche que ella me había dado de un sólo sorbo.

—Ese anciano no quiere trabajar, dice que le llevará un par de días tener todo lo que le he pedido.

Se quejó molesto dejando el vaso sobre la mesa, miró hacia la chica quien comenzó a limpiar sus lágrimas en cuanto lo vio entrar, pero aunque intentaba sonreír como siempre se notaba que algo andaba mal.

Pixeles SobrevivientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora