Todo Es Una Manipulación

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NARRA NILSA

Gerda tenía todo planeado, las posiciones, los ataques. La pelea con los últimos Withers le dieron la oportunidad de observar los ataques de todos por lo que era muy sencillo esquivar hasta los ataques aéreos que eran los más poderosos.

Teníamos una formación, debíamos mantenerla hasta estar muy cerca de los "enemigos" y atacar más de cerca.

—Nilsa, cuidado.

Dijo Gerd, quien estaba a mi lado, disparando hacia mi costado. La flecha pasó a mi lado y un gruñido se escuchó cerca, un chico de orejas animales estaba muy cerca de mí.

—¡Ah, suéltame!

Gritó, lo miré, una chica muy parecida al chico de orejas lo tenía agarrado de ambos brazos, tomé mi arco, sólo quería asustar a la chica, mi intención no era lastimarla, pero el chico de primero se lanzó contra mí justo cuando disparaba.

La flecha se encajó en el brazo del humano, el mismo que nos llevó hacia Skellen. Un extraño enderman blanco apareció ante mí.

—¡Pagarás por lastimar a Stevens!

Gruñó furioso con sus ojos rojos fijos en mí, el chico de orejas se alejó asustado y yo temí por mi vida.

—¡Aléjate de ella!

Gritó Alix parándose frente a mí con su espada lista para atacar. El enderman blanco arrebató el arco de las manos de Gerd, quien aún estaba siendo sujetado por la chica, y apuntó directo a la cabeza de Alix. Sabía que mis hermanos no la defenderían, tenía que hacer algo.

Tomé mi arco que había caído al suelo cuando aquel chico me atacó y apunté hacia el enderman, ambos soltando la flecha al mismo tiempo. Mi flecha se encajó en un costado de su torso y la de él en el brazo de Alix.

Él hizo contacto con el otro chico, rompió el arco de Gerd y el de orejas tomó mi arco y lo rompió. Alix ignoró el dolor y volvió a tomar su espada con fuerza pero al atacar el enderman se desvaneció y terminó atravesando la mano de la chica que sostenía a Gerd, lo soltó en el acto.

—Son fuertes, pero no podrán con nosotros.

Dijo el enderman tomando a ambos chicos heridos y desapareciendo del lugar. Gerd se acercó a mí ayudando a levantarme, luego miró hacia Alix.

—Gerda te debió haber dado repuestos o algo.

Dijo, ella asintió.

—Me dio espadas.

Dijo entregándonos una a cada uno, Gerd miró el arma y sonrió confiado, siempre ha tenido muchas habilidades para la espada.

—Pequeña, ese chico parece muy torpe, será tuyo. Yo atacaré al humano. Y tú, cuida a los demás, que no pierdan sus arcos.

Dijo señalando al mismo chico que siempre defendía a Skellen y lo último como orden para Alix, ambas asentimos. Me acerqué al que peleaba sin armadura y con sólo una simple espada de diamante, al menos tenía un buen arma.

Intenté atacarlo para desarmarlo, mi plan era desarmar a todos los que pudiera para sacarlos de la batalla sin tener que herir o matar a alguien, pero él se percató de mí y bloqueó mi ataque con su espada. Como la pelea de espadas es más personal y estábamos más cerca me pareció que me observaba con algo de sorpresa, pero no debía distraerme con tonterías de ese tipo ahora que él estaba alerta.

—Cuando Skellen me dijo que eran sus hermanos jamás pensé que hubiera alguien tan parecida a ella.

Decía con una sonrisa relajada y bromista mientras bloqueaba todos mis ataques, tampoco es que fuera tan buena con la espada como para darle problemas.

Pixeles SobrevivientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora