Pequeña Celebración

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NARRA CUPPA

Desde la última visita de Sooka no habíamos vuelto a saber nada de nuestros amigos, estaba un poco preocupada pero no quería decir nada para no compartir mis preocupaciones con los demás. Cooper estaba muy tranquilo haciéndole cosquillas en la nariz a Dark mientras Pancho los observaba desde arriba de la cama, Cindy leía aquel libro que había traído con ella, Ericka se peinaba después de haber dormido una pequeña siesta.

—Caminaré un poco en el pasillo.

Dije levantándome de la cama, Cindy asintió mirando por sobre el libro.

—No te alejes demasiado.

Dijo, asentí con la cabeza.

—Yo te acompañaré.

Dijo Ericka, le sonreí asintiendo. Entrelazó mi brazo con el suyo y salimos de la habitación.

—¿Ya has pensado en algún nombre?

Preguntó, negué con la cabeza.

—El padre de Ender dice que es tradición...

Comencé pero ella me interrumpió.

—Ender no dejará que su padre imponga las reglas a su familia, ya debes saberlo. No quiere que su hijo lleve su mismo nombre y mucho menos tener que cumplir con lo escrito si es una pequeña.

Dijo seria, asentí con la cabeza pensando que no debían ser tan malos como para hacerle algo tan malo a una pequeña recién nacida.

—Ya quiero saber como serán sus ojos.

Comentó mirando hacia el techo de manera soñadora.

—¿Sus ojos?

Pregunté extrañada, ella asintió.

—Los ojos son las puertas del alma, puedes saber todo con sólo mirar a una persona a los ojos. Por eso a la mayoría de nuestra especie no soporta que los miren, no cualquiera puede saber nuestros más profundos pensamientos.

Explicó, asentí con la cabeza sin comprender cómo algo tan simple significaba tanto para ellos.

Seguíamos caminando pero se comenzaron a escuchar voces y pisadas. Se podía escuchar que eran muchos seres.

—Seguro que son sus amigos, pero por si acaso ocultate.

Dijo escondiéndome en una habitación, me hizo una seña de que estuviera en silencio y ella volvió a salir al pasillo. Los pasos se acercaban cada vez más, las voces no sonaban peligrosas o molestas pero eran tantas que me costaba reconocer alguna.

—¿Qué estás haciendo aquí?

Preguntó una voz seria que me pareció muy familiar, pero como sólo después de que él hablara todos los demás guardaron silencio no pude apreciarla muy bien.

—Con esa expresión es difícil decir si traen buenas o malas noticias.

Escuché que le respondió Ericka, entonces reconocí la voz de Marcus, una voz emocionada.

—¿Como puedes pensar que estamos aquí para traer malas noticias? Si eres su madre ya deberías conocer su horrible rostro de siempre.

Respondió, escuché a Ericka reír divertida y seguro que Ender estaba furioso. Decidí salir del "escondite" aun sin tener la autorización de Ericka.

—¡Cuppa!

Gritó Marcus emocionado apenas me vio, corrió a abrazarme pero teniendo cuidado de no lastimarme.

Pixeles SobrevivientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora