Pixeles Sobrevivientes

Buscando Intrusos

NARRA ENDERSON

Me levanté un poco antes de que el sol se ocultara por completo, como todos dormían estuve caminando alrededor de la construcción.

Skellen no había dormido toda la noche, lo sé, había pasado toda la noche observando a cada uno de los que ahí descansaban mientras se hundía en sus pensamientos. Justo ahora estaba sentada con sus piernas encogidas rodeándolas con sus brazos, su cabeza de lado recargándola sobre sus rodillas mirando hacia el grupo de Marcus y sus amigos que se habían dormido ahí mismo, en el suelo donde se reúnen a conversar, utilizándose entre ellos como almohada.

Me acerqué hacia ella, sentándome en la orilla de la cama con cuidado de no molestarla.

—¿Qué es lo que sucede? ¿Hay algo que no te deja dormir?

Pregunté, ella tardó en responder. Tardó tanto que creí que simplemente me ignoraría.

—¿Cómo es que todos pueden estar tan tranquilos con todo lo que está pasando? Esos tontos siempre están tan relajados, Ender sigue sólo preocupándose por sí mismo, Mindy sólo sabe estar cuidando que no lastime a "su mejor amiga" a la que ni siquiera voltea a ver, Skeleton incluso ha tenido tiempo de hacerse amigo de la odiosa enana.

Dijo quejándose, la miré sin comprender cuál era el punto.

—¿A qué te refieres? ¿Qué se supone que deben hace?

Pregunté. Levantó su cabeza y me miró como si estuviera loco o algo.

—¿Qué a qué me refiero? A lo obvio, que deben estar preparándose, creando armas, armaduras, pociones y demás para enfrentarnos a esa cosa.

Explicó un poco exaltada pero sin levantar la voz.

—Ah, ya entiendo. Bueno, para eso primero todos debemos estar sanos, ¿no? Y reunir los recursos necesarios para fabricar todas esas armas.

Dije, cruzó los brazos molesta.

—Creo que a todos aquí sólo les interesa la comodidad, el ocio.

Dijo molesta, la miré sin saber qué responder porque tampoco sabía mucho acerca de los planes para luchar. Antes de poder seguir discutiendo Stevens, que no había notado que no estaba, entró a la construcción.

—Marcus, despierta a tus amigos. Skeleton, arriba. Enderson, ayúdame a despertar a los demás endermans.

Ordenó despertando a los dos primeros.

—¿Quién ha dicho que puedes darme órdenes? Que Aldo esté enamorado de ti no te da ese derecho.

Se quejó Skeleton sentándose sobre la cama mientras estiraba sus brazos. Stevens no le siguió la corriente.

—Deja el drama saco de huesos, debe ser importante.

Dije caminando hacia las camas de los endermans para despertarlos.

—Importante, claro. Como si él lo fuera.

Siguió quejándose arreglando su ropa y preparándose con su arco y flechas.

Todos los endermans, los zombies, Skeleton y Stevens estuvimos listos en poco tiempo, salimos de la construcción. Afuera ya no había sol.

—Ya van varios que notan ruidos extraños alrededor de la aldea, pero en distintas zonas, así que podemos estarnos enfrentando a una multitud o algo grande. Aldo ha ordenado que se formen varios grupos y nos repartamos para ir a rodear la zona para averiguar si se trata de algo malo o simplemente animales que rodean la zona. Recuerden que debemos reunirnos aquí antes de que salga el sol.