Pixeles Sobrevivientes

Un Buen Cambio

Capítulo dedicado a SookaNeo ganador de la pregunta comodín en el grupo de WhatsApp.

Capítulo escrito por paudiaz044

NARRA ZARAH

Con Skeleton y Skellen estábamos enseñando a algunos chicos sobre arquería, para luego idear una estrategia para derrotar al Wither, Stevens estaba del otro lado enseñándoles a usar la espada a otros y Daichi, Dark y Miki estaban entrenando sus habilidades de lobo.

Me sorprendí porque Ender y su padre estaban platicando, pero luego pensé que tal vez era por lo del poder dragón, Cindy había mencionado que Ender iba a ser padre y un viejo amigo mío, que sabía algunas cosas del end, me contó que cuando el príncipe iba a tener un hijo heredaba el poder del rey dragón, aunque según lo que me contó Ender no quería ser rey, espero que pueda solucionar ese problema.

Habían pasado algunas horas y algunos ya estaban cansados, vi al cielo y calculé que ya era más del medio día.

—¡Buen trabajo chicos! ¡Vayan a comer algo y vuelvan en una hora!

Alcé la voz para que todos me escucharan, muchos se fueron al comedor y otros a descansar.

Fui con algunos a buscar algo de comer, aunque vi a Cindy sentada con una manta y a Ender, estaban de espaldas pero parecía que él le estaba diciendo algo para luego irse, vi su cara y sabía que era confusión y tristeza, me angustié porque de seguro era por lo que le dije la otra vez, creo que le dije las cosas muy aceleradamente y eso en vez de ayudar le hizo más conflictos, me acerqué para ver cómo estaba.

—Hola trepadora ¿Cómo has estado?

Dije con un tono amable, ella me miró enojada, pero aún con la tristeza en sus ojos.

—Que te importa.

Respondió para sentarse con la manta de espalda hacia mí, sabía que no servía de nada tratar de desviar el tema.

—¿Es por lo que te dije hace unos días?

Me senté junto a ella esperando su respuesta.

—No finjas que te importa, nadie me toma en serio cuando tengo problemas.

Parecía que quería empezar a llorar, yo le palmeó la espalda consolandola.

—Claro que te tomo enserio, sé que estás sufriendo por eso te quiero ayudar, pero no puedo hacer nada si tu no pones de tu parte.

Le dije y ella no respondió nada, como si me dejara continuar.

—Sé que te has sentido sola todo este tiempo, y además de ser malo para ti emocionalmente también, crees tu propia mentira de que si haces ciertas cosas todo estará bien y te sentirás bien, pero no es así, has estado usando una máscara para resolver tus problemas, pero eso sólo te ha generado más y más problemas, y aunque te sientas sola yo estoy dispuesta a ayudarte a enfrentar esos problemas, sólo si pones de tu parte.

Trataba de ser apresurada como la otra vez para que ella dijera una cosa a la vez, parecía que ya no iba a decir nada así que me levante.

—Voy a comer algo y vas a venir.

No le pregunte ya que estaba pálida y un tanto delgada, de seguro llevaba tiempo sin comer, se levantó sin decir nada y me acompañó al comedor.

Antes de tomar comida nos encontramos a Mindy y Daichi, Mindy miró algo molesta a Cindy.

—Cindy, qué haces llevando esa manta toda sucia, te dije que no causaras problemas porque no estamos en el refugio.

Le dijo quitándole la manta, pero su expresión cambió a una asustada al ver su estado.

—¿Qué te pasó?

Le pregunto con miedo de que le hubiera pasado algo, ella no respondía nada así que decidí tomar la palabra.

—Pues se despertó tarde y olvidó desayunar, por eso tomaremos una gran comida ¿Estaría bien?

Le pregunté amable, sabía que si le decía que de seguro llevaba días sin comer se preocuparía y sabía que eso sólo dificultaría las cosas entre ellas.

—Está bien, sólo cuida bien a mi hermana, me llevaré la manta para lavarla, las vemos después.

Se despidió y vi que Daichi también hizo un gesto de despedida así que se los devolví.

Tomé lo que bastaría para las dos y fuimos a otro lugar para comer, de camino le iba contando algunas historias para subirle el ánimo, por lo menos ahora estaba con una expresión de interés en vez de una triste y vacía.

Nos sentamos a comer en un lugar donde tenía una linda vista al claro donde estábamos entrenando hoy mientras le seguía contando historias.

—Sabes, este lugar me recuerda a una amiga que tuve hace tiempo, era una de tu tipo, vivía en una cueva donde había una vista parecida a esta.

Dije esperando que preguntará si tenía alguna historia para ella, pero no fue así.

—Oye ¿Alguna vez conociste a alguien que se haya sentido solo, que nada le sale bien, que es un estorbo?

Preguntó, sabía que se refería a ella misma así que pensé en alguna historia parecida y se me ocurrió la idea.

—Pues sí, había una chica que vivía en una aldea donde no estaban acostumbrados a lo nuevo, esa chica quería hacer algo novedoso, todos decían cosas de ella, que si seguía siendo una niña, que no era una buena vida la que quería vivir, que si sólo le daba problemas a su padre, pero tras recordar una vieja experiencia se dio cuenta que todos en su aldea sólo le tenían miedo e inseguridad a una cosa, el cambio.

Le conté, ella me miró y luego se dio cuenta de algo.

—¿Eso no se parece a lo que viviste tú en tu pueblo?

Preguntó y yo asentí.

—Porque así es, y aunque no lo quieras admitir tú también le tienes miedo al cambio, que tus amigos cambien, que tu hermana cambie, que tú cambies, pero el cambio es bueno y necesario, las estaciones, las semillas convirtiéndose en árboles, y tú, dejando de ser la niña despreocupada y bromista a una chica fuerte y con ganas de ayudar.

Dije, ella lo pensó y luego sonrió.

—Primero, debo enseñarte en mis tiempos libres sobre técnicas de supervivencia, para que puedas hacer muchas cosas y seas de utilidad cuando vuelvan al refugio ¿Qué te parece?

Le propuse y ella asintió.

—Me parece bien.

Al terminar de comer fuimos a caminar por ahí hasta que dio la hora de volver a las actividades.

—Bueno, me voy, te veo en un rato.

Me despedí, pero ella me llamó la atención.

—Oye Zarah ¿Crees que sea buena idea preguntarle a Mindy o a Cinthya si necesitan ayuda en algo? Ya sabes, para tener algo que hacer mientras tú estás entrenando a los demás.

Preguntó, sabía que era para demostrar que era útil, pero era mejor que insistir que quiere ayudar a pelear contra el Wither.

—Claro, me parece bien trepadora, luego me dices cómo te fue.

Ella fue corriendo a la cocina y yo volví al claro con los que ya habían llegado para seguir con el entrenamiento.