Pixeles Sobrevivientes

Un Extraño En El Bosque

ota-san23

NARRA COOPER

Desperté al sentir una mirada fija sobre mí. Lo primero que vi fue a mi hermana sentada en la esquina de la habitación recargada en la pared, abrazando sus piernas mientras me miraba.

Me miraba fijamente, pero me miraba sin mirar en realidad. Era como si su mente estuviera en otro lugar, con alguien más.

—Cuppa, ¿está todo bien?

Pregunté, ella parpadeó despertando de su trance. Sonrió tranquilamente.

—Claro. Estabas murmurando el nombre de Enderson mientras dormías.

Comentó. Mis mejillas se enrojecieron enseguida.

—Lo siento, ¿eso te despertó?

Fue lo único que se me ocurrió preguntar. Ella negó con la cabeza.

—No, en realidad no. Sentía náuseas, seguro fue algo de lo que cenamos aquí antes de dormir pero pronto me sentiré mejor.

Respondió tranquila, asentí con la cabeza.

—¿Pensabas en Ender?

Pregunté recordando lo distraída que estaba cuando desperté.

—No sólo en él. Estaba pensando en todos, en cuanto me gustaría que estuviéramos todos reunidos de nuevo, como en los viejos tiempos.

Respondió, asentí con la cabeza.

—Cooper, ¿tú creciste aquí? ¿Conoces a todos ellos?

Preguntó, intenté recordar pero no venía nada a mi cabeza. Sólo podía recordar a partir de conocer a Enderson, lo demás eran como sueños, como pequeñas ilusiones.

—No lo sé, pero esta familia nos conoce.

Respondí, aunque por su expresión creo que no era lo que esperaba escuchar.

Ella se levantó y miró por la ventana, el sol comenzaba a salir.

—Será mejor levantarnos de una vez, no sabemos qué tanto debemos caminar hasta esa aldea.

Dijo, asentí con la cabeza mientras salía de la cama.

Nos arreglamos la ropa y el cabello y salimos de la habitación. La señora creeper ya preparaba el desayuno. Comimos todos juntos y después salimos, ella nos explicó hacia donde estaba el sur y nos dio una brújula.

Dijo que era su único recuerdo de su esposo así que prometimos cuidarla y regresarla en cuanto pudiéramos, ella sólo respondió con una sonrisa triste. Nos despedimos de la pequeña familia y emprendimos el viaje tomando la dirección correcta.

Caminamos con el agradable sol acompañándonos, por las fechas hacía mucho frío pero era un buen día para caminar aun cuando no era un paseo. En el camino yo le platicaba a Cuppa mis “aventuras” con Enderson mientras Pancho buscaba semillas entre el pasto, pues la comida de la señora creeper no le había gustado.

Le dio ternura cuando conté que protegí a Pancho de los ocelotes y convencí a Enderson de que se quedara, rió mucho cuando le conté cómo encontramos a Skeleton y parecía sorprendida de saber que hay varias aldeas alrededor de la zona, aunque no todas son muy amistosas.

Le conté cuando fuimos al End y conocimos a la hermana de Enderson. Pude describir cada detalle de la habitación de él y ella se sorprendió por eso, pero no dijo nada.

Ya estaba el sol en lo más alto, debía ser cerca de mediodía, y seguíamos caminando sin parar pero ella a ratos sostenía su estómago. Intenté convencerla de parar a descansar pero ella se negaba, decía que seguro había sido la comida y que caminar le haría bien.