Sin Respuestas

217 27 75
                                    

NARRA ENDERSON

Cinthya me llevó hasta una construcción que parecía estar destinada a cumplir la función de enfermería. Dentro estaban muchos de los heridos que al parecer habían salido afectados del ataque, aunque la mayoría sólo parecía tener golpes, raspones y unos cuantos tobillos torcidos que seguro fueron resultado de la huida.

Todos estaban dormidos en camas individuales, ella me señaló una de estas que estaba vacía. Caminé hasta ella y me senté mientras la observaba buscar entre los frascos que había en una mesa.

—Quizá esto funcione.

Dijo acercándose con un pañuelo que había empapado en algo que no era líquido. Parecía más ser una crema o algo así.

—¿Qué fue lo que pasó exactamente?

Preguntó. Presté atención a cómo curaba la herida.

—Pues Marcus parecía estar teniendo una pesadilla o algo así, Skeleton y yo intentabamos  despertarlo y me mordió.

Respondí, ella asintió con la cabeza.

—Seguro pensó que eras parte del sueño. Quisiera decir que puede estar tranquilo, pero no puedo estar tan segura de eso.

Dijo cabizbaja terminando de limpiar la herida y comenzando a curarla con sus menjurjes.

—¿Quieres decir que Skellen está en peligro?

Pregunté preocupado, ella negó con la cabeza.

—En peligro no, ya no.

Respondió, esperaba que dijera algo más pero parecía que todo había que preguntarlo directamente.

—¿Le ha pasado algo?

Pregunté, ella se encogió de hombros.

—Ese ser tiene una energía muy extraña que no logro comprender, no sé hasta dónde llega su poder y cuáles son los efectos de su ataque.

Respondió, la miré asustado.

—¿Skellen ha sido herida por esa cosa?

Pregunté más directamente, ella me miró apenada.

—Te he dicho que no lo sé. Sólo no sé dónde puede estar, es como cuando Cuppa desapareció. Quizás sea la distancia que en ocasiones no puedo saber donde están todos.

Respondió, decidí confiar en que fuera eso y no algo más. No quería que algo malo le pasara a Skellen ni a alguno de los demás. Todos han sido tan amables con nosotros.

—Descansa, mañana será un largo día. Tenemos que terminar las construcciones que nos permitieron hacer y recolectar recursos para todos.

Dijo sonriente, miré a mi alrededor.

—¿Quieres que pase la noche aquí?

Pregunté de mala gana, ella asintió tranquila.

—Es lo mejor.

Respondió, negué con la cabeza.

—¿Y los demás? ¿Y Cooper, Cuppa y Pancho?

Pregunté recordando que ella dijo que se reunirían con nosotros.

—Descansa, mañana podrás buscar a quien quieras. En este momento los que no están descansando están haciendo guardia.

Respondió, suspiré desanimado.

—Está bien. Gracias.

Dije sin muchos ánimos. Ella sonrió amable y salió del lugar.

Imaginé que Cooper estaría con Cuppa y Pancho, descansando todos juntos. Quizás era la misma construcción donde habían llevado a Skeleton, Stevens y a Marcus y sus amigos.

Intenté relajarme y dormir, aunque me costaba. En especial pensando en lo que Cinthya había dicho de la bestia y sobre Skellen.

Esperaba que estuviera bien, ella había sido muy valiente en arriesgar su vida para salvar al refugio aún cuando se notaba que todos la trataban mal.

También me preocupé por Charlotte. Quien quiera que había llevado a esa cosa al refugio seguro tenía a la pequeña chica sentimental en su poder.

Me dormí sin darme cuenta, pensando en quién podría querer hacer daño a todos los que ahí estábamos. Todos veníamos huyendo de algo o alguien, cualquiera podría ser la causa de una venganza, un ataque.

Desperté cuando escuché los gritos de un chico dando órdenes desde afuera. Me levanté sintiéndome un poco mareado pero seguro se me pasaría pronto.

Salí del lugar y me encontré a un aldeano ordenando a un grupo de chicos que fueran en busca de agua.

—Enderson, ¿qué tal? Marcus me envió porque le haría daño salir de día con este sol.

Saludó Stevens. Venía masticando una zanahoria.

—Buenos días. Supongo que estoy bien, sólo un poco mareado.

Respondí, él me miró curioso.

—¿Y eso es normal?

Preguntó, me encogí de hombros en respuesta.

—¿Dónde están los demás?

Pregunté, él le dio otra mordida a su zanahoria antes de contestar.

—Mindy está en la casa donde dormimos, como veló toda la noche está descansando. Marcus está ahí con sus amigos. No he visto a nadie más.

Respondió, lo miré dudando.

—¿No has visto a Cuppa, Cooper, Pancho, Cindy? ¿No ha llegado Ender? ¿Dónde está Cinthya?

Pregunté, él se encogió de hombros.

—No sé nada de ninguno de ellos desde que me levanté.

Respondió, lo miré curioso.

—¿Cómo es que no estás preocupado? ¿Acaso estás ocultando algo?

Pregunté, él sonrió confiado.

—¿Qué puedo estar ocultando? No estoy preocupado porque Cinthya dijo que pronto estaremos todos juntos y confío en ella.

Respondió, lo miré dudando pero parecía decir la verdad.

—Por cierto, si quieres desayunar algo puedo llevarte a la cocina. Todos van, se sirven y buscan donde comer ya que somos muchos.

Ofreció, negué con la cabeza.

—Iré luego, quizá. Esperaré aquí a Cinthya.

Respondí, él se encogió de hombros.

—Cómo quieras. Entonces iré a ver que puedo hacer por ahí. Creo que nos han dejado quedarnos a cambio de ayudar.

Dijo mirando hacia el aldeano que parecía estar al mando.

—Seguro que sí, después de todo somos muchos. Además, ellos no son de confiar en nosotros, me sorprende que nos hayan dejado quedarnos.

Dije, él asintió.

—Quizás Cinthya logró convencerlos. Sé que son muy ambiciosos.

Dijo restándole importancia.

—Quizás, pero deberíamos intentar salir de aquí cuanto antes.

Respondí, él asintió.

—Sí, después de todo quién quiere intrusos en su hogar. Entonces nos vemos luego.

Dijo despidiéndose. Asentí con la cabeza mientras lo miraba acercarse hacia el aldeano al mando. Al parecer con él sentían mayor confianza que con todos los demás.

Regresé dentro de la construcción y me senté en la cama esperando que el mareo se fuera, pero en lugar de eso me invadió un sueño muy pesado, decidí recostarme. Confiaba en que Cinthya me despertaría cuando viniera al lugar.

Pixeles SobrevivientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora