No Estamos Perdidos

156 18 34
                                    

NARRA CHARLOTTE

Llevábamos ya dos noches completas de viaje y estábamos en la mitad de la tercera, la única que no se desanimaba era Bertha. No sé qué haríamos sin ella, los chicos estaban muy desesperados y Samara había intentado varias veces abandonar su promesa para regresar a su casa, por no mencionar las veces que rompí en llanto, pero Bertha nos mantuvo unidos.

Bertha había inventado una extraña canción para “alegrar” el viaje, no entiendo como no se cansaba de repetirla aún viendo nuestras largas caras.

—Algo no está funcionando. ¿Tienes el mapa al revés o algo así? Porque ya deberíamos haber llegado.

Se quejó Kellet sentándose en el suelo, no sé si estaba cansado o sólo chocado.

—El mapa está bien.

Dijo Samara mirándolo por milésima vez.

—Kellet tiene razón, no estamos llegando a ningún lado.

Dijo Blake sentándose al lado de su amigo, miré a Bertha buscando ayuda.

—Vamos, estamos cada vez más cerca, puedo sentirlo.

Dijo sonriente señalando al frente con su espada, casi parecía inspiradora de no ser por que ninguno creía que fuéramos a llegar a algún lugar.

—Lo siento, debimos esperar a los hermanos. Jamás he salido de casa, sé leer el mapa pero… Lamento no ser de más ayuda.

Dijo Samara doblando el mapa ya tan arrugado y sucio, como dándose por vencida.

—No puedes hacer eso, ni ustedes. Prometieron ayudarme a llegar con mis amigos.

Dije, Samara y Bertha me miraron con pena sin saber que decir, Kellet me ignoró.

—Eres el ser más poderoso en el Nether, seguro que también aquí. No entiendo porque quieres nuestra ayuda.

Dijo Blake cruzando los brazos. Sentí como si estuvieran negando toda ayuda, abandonandome ahora que habíamos llegado tan lejos.

Las ganas de llorar y rendirme eran inmensas, pero algo me detuvo, ruido de ramas y una voz. Todos lo escuchamos, con sigilo nos fuimos acercando a origen del sonido ocultándonos tras los árboles.

—Para hacer un refugio que te permita descansar debes elegir una zona plana como esta, debes asegurarte que no haya piedras, insectos o algo que te lastime mientras descansas.

Era la voz de una chica, más sonido de hojas. Nos acercamos con cuidado, todos con sus armas a la mano. Por el sonido de las hojas nos era difícil decir dónde se encontraba el ser y cuáles eran sus planes.

—Colocas las hojas suaves en el suelo, así, ¿lo ves? Ahora haces una estructura con las ramas. Cuando estés segura de que está firme colocarás más ramas y hojas.

Continuaba la voz, luego sólo ruido de hojas y ramas. Nos acercamos hasta estar tras los últimos árboles que nos podían proteger. Intercambiamos miradas, Bertha, Kellet y Samara estaban listos para atacar.

Me hicieron la seña, los primeros en asomarse seríamos Blake y yo ya que podemos atacar sin armas además de volar si la situación es complicada. Ambos nos miramos asintiendo para salir al mismo tiempo.

Saltamos fuera de la seguridad que nos proporcionaban los árboles, lo primero que vi fue a una arquera saltando frente a lo que parecía ser una niña para protegerla, lo segundo, una ígnea estrellándose contra el montón de hojas prendiendo todo el llamas.

—¿Blake?

Mencionó la arquera, el chico asintió un poco apenado.

—Lo siento, estaba nervioso.

Dijo mirando hacia la hojarasca en llamas.

—¡Charlotte!

Dijo la pequeña Cindy saliendo de detrás de la arquera y corriendo a abrazarme. La abracé entre sorprendida y emocionada.

—¡Zarah!

Gritó Bertha con emoción saliendo de entre los árboles y corriendo a abrazar a la arquera. Kellet sólo salió y se detuvo al lado de Blake con una ligera sonrisa.

—¿Cindy? ¿Zarah? Parece que no nos perdimos después de todo.

Dijo Samara con una sonrisa relajada sintiéndose tranquila de no haber fallado en su misión.

—¿Qué hacen todos aquí?

Preguntó Zarah cuando Bertha la dejó respirar, ella miraba hacia los chicos buscando una explicación.

—Lo siento, ellos no son de este sitio pero estaban ayudándome. Estaba encerrada en el Nether, cuando salimos Samara dijo que podía guiarnos.

Expliqué, ella sonrió orgullosa hacia el par que apartaba la vista como si no hubieran escuchado nada.

—Todo mundo estará emocionado de verte, te has perdido de tanto. Vamos, te contaré en el camino.

Dijo Cindy tomándome de la mano y llevándome con ella, todos los demás nos seguían por detrás, al parecer todos conocen a la chica arquera.

Cindy me contó tantas cosas y mencionó tantos nombres que terminó confundiendome.

—Espera, ¿entonces Cinthya está embarazada, Ender es rey, Cooper no recuerda a Enderson, Skeleton está celoso de Cuppa y Mindy tiene una nuevo amigo que atacó a Marcus?

Pregunté, ella rió divertida.

—No, lo has entendido mal.

Respondió riendo. Apenas había terminado de reír e iba a comenzar a contar de nuevo todo cuando un lobo se aproximó hacia nosotros.

Corría hacia nosotros a toda velocidad, babeando ya saboreando nuestros huesos entre sus fauces.

—¡Abajo!

Me gritó Cindy encogiéndose, la imité al igual que Kellet y Bertha. La nueva arquera sólo se hizo a un lado abriendo paso y Blake voló fuera del campo de ataque del canino.

Samara miró como la bestia se acercaba a ella, su rostro sólo expresaba sorpresa pero seguro era que había entrado en un estado de shock, tal como Magna había explicado que sucedía en situaciones donde una persona corre peligro.

El lobo se abalanzó contra ella babeando todo su rostro, casi podía imaginarme los trozos de piel de su rostro dentro de las fauces del animal.

—¡Samara!

Gritamos todos, incluso la arquera que acabábamos de encontrar.

—¿Dark? ¡Dark, basta!

Era lo único que la chica mencionaba intentando alejar el rostro del animal del suyo. Después de varios intentos el lobo la dejó en paz, ella pudo levantarse totalmente ilesa y comenzó a acariciar al gigante animal.

—¿Entonces no comé arqueros? ¿De verdad esa cosa está entrenada?

Preguntó Cindy sorprendida.

—No sé si sólo come arqueros, no se puede decir que esté entrenado, pero somos buenos amigos.

Respondió la chica de cabello rosa mientras el lobo se acariciaba contra ella y hacía un sonido con la garganta por la emoción.

—Mejor terminamos de llegar a la aldea.

Dijo Zarah mirando con intriga la escena, todos estuvimos de acuerdo.

Seguimos caminando, ahora Cindy me contaba que el lobo de nombre Dark, y su dueño, un enderman de nombre Carlos, habían ayudado a Ender y su madre a escapar del End y por eso ahora estaban aquí. Contó que el animal estuvo a punto de devorar a Skeleton de no ser porque Zarah apareció en ese momento, después de eso no dejó de hablar de ella, la chica arquera con la que la encontramos hace unos momentos.

Pixeles SobrevivientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora