Uno Menos

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NARRA MINDY

Los tres monstruos se aproximaron hacia nosotros. Todos asustados comenzaron a correr hacia las armas y armaduras que momentos antes habían abandonado en el suelo, pero los ataques no se hicieron esperar.

—¡Olviden las armaduras, corran a lugares seguros!

Gritó Marcus tomando a dos de sus amigos por los brazos y comenzando a ponerlos en lugares seguros.

—No podemos permitir que lleguen a la zona de la enfermería.

Dijo Carlos, miré hacia el lugar viendo como los enderman entraban llevando consigo los cuerpos de los que estaban heridos o inconscientes.

—Genial, vamos a morir por culpa de la enamorada de tu amigo.

Dijo una de mis amigas parándose a mi lado. Otra nos escuchó y se acercó.

—¿Y si la entregamos? ¿Cómo sabemos que ellos no mentían?

Preguntó, negué con la cabeza pero sin saber qué decir. Miré hacia Skellen, estaba lanzando flechas hacia uno de los monstruos, apenas y se podía mantener de pie pero eso no impedía que con sus flechas destruyera los cráneos lanzados por las bestias hacia los demás.

—No es momento de pensar quien es el malo y quién el bueno, debemos pensar en sobrevivir. Si no van a ayudar entonces vayan a esconderse o algo donde no estorben.

Dije molesta, ellas me miraron mal pero no pudieron responder porque un cráneo impactó a nuestro lado.

—¡Mindy! Tienen que ponerse en un lugar seguro.

Dijo Daichi ayudando a levantarme, ayudó a las demás.

—¿Qué se supone que están haciendo ustedes?

Preguntó una de mis amigas quien miraba hacia Miki, la chica de orejas estaba corriendo por la zona, aparentemente sin hacer nada.

—Ayudamos a los enderman, somos más rápidos, aunque dudo que eso sirva, jamás había visto a la bruja tan afligida.

Respondió, miré hacia las chicas.

—Quizá seamos de más ayuda con ella. Vamos.

Dije, ellas asintieron. Fuimos hacia la enfermería pero apenas y se podía pasar, las camas estaban llenas e incluso en el suelo estaban algunos de los afectados.

—Chicas, agradecería que me ayudaran recibiendo y acomodando a los heridos.

Dijo mientras preparaba algo en su caldero revisando el libro que estoy segura pertenecía a Carlos.

Fuimos recibiendo a los afectados, cada vez eran menos porque nuestros amigos buscaban esconderse en zonas seguras. Los únicos que seguían luchando eran los que atacaban desde el aire, los arqueros y Stevens.

—¡Tú! Tú puedes ayudarme. ¿Dónde está la estrella?

Preguntó Sooka acercándose en cuanto me vio, lo miré sin comprender.

—¿La estrella? ¿De qué hablas?

Pregunté, él cerró los ojos seguro buscando paciencia.

—La chica-puerco la tomó.

Dijo el padre de Ender acercándose en ese momento con tres cuerpos inertes de los amigos de Marcus.

—Me sorprende que sigas aquí, y que estés ayudando. ¿Dónde está esa chica?

Preguntó, él sólo rodó los ojos por su comentario.

—La última vez que la vi estaba tras esa barrera haciendo un plan o algo así con los lobos y algunos zombies.

Pixeles SobrevivientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora