Un Nuevo Portal

240 27 96
                                    

NARRA ENDER

Carlos y la hermana de Enderson terminaron de preparar aquella poción que él aseguraba que nos sacaría de este lugar, sólo que ún no podía confiar demasiado en que de verdad fuera a funcionar, pero tampoco teníamos una mejor idea y la boda sería el día de mañana, no había tiempo que perder.

—Está lista.

Anunció Carlos emocionado, Dark comenzó a aullar y mover la cola demostrando estar igual de feliz que su dueño.

—Genial, entonces debo ir por alguien.

Dije, Carlos me miró.

—Espero no sea a tu prometida.

Bromeó, la chica también comenzó a reír divertida. Los miré molesto por el comentario pero antes de poder responderles algo se comenzó a escuchar un gran alboroto afuera.

—Quizá adelantaron la boda. No puedo creer que haya olvidado mi saco.

Dijo Carlos riendo, sin embargo la hermana de Enderson parecía más preocupada.

—Quizá descubrieron nuestro plan, nos van a matar a todos. El dragón nos va a triturar entre sus fauces.

Comenzó a decir preocupada. Miré por la ventana, todos estaban reunidos alrededor de algo en el centro de la ciudad y mi padre volaba alrededor. Más que asustado o molesto parecía sorprendido.

Bajó al suelo y se destransformó para entrar entre la multitud a ver lo que sea que estaba en el centro.

—No creo que haga daño ir a echar un vistazo.

Dije, la hermana de Enderson negó con la cabeza.

—No cuentes conmigo.

Dijo asustada, Carlos asintió con la cabeza.

—Yo te acompañaré, pero Dark tendrá que quedarse, no quiero que algo malo le pase a causa de que alguien entre en pánico o algo así.

Respondió, asentí con la cabeza. Ambos salimos dejando a la chica encerrada dentro de la casa pegada a la ventana curiosa por saber qué sucedía pero sin querer correr riesgos.

Caminamos hacia la multitud, apenas me vieron abrieron paso para que me acercara a mi padre quien estaba hablando apenas en murmullos con Estela al lado de un portal. El portal había regresado y mi padre había dicho que aquello era imposible.

Me acerqué un poco temeroso de que todo fuera un plan para capturarme o algo así y obligarme a casarme con ella.

—Dijiste que no estabas interesado en Estela.

Dijo mi padre en cuanto me vio, la miré pero ella parecía tan confundida como yo.

—Es verdad, no me interesa ni me interesará. Jamás me casaré con ella.

Respondí seguro, ella bajó la cabeza pero no dijo nada.

—¿Entonces por qué lo has hecho?

Preguntó, lo miré confundido.

—¿Hacer qué?

Pregunté, él bufó molesto. Estaba llegando al límite de su poca paciencia.

—La utilizaste, ¿no? Tú sólo te aprovechaste de ella.

Dijo, lo miré aún sin comprender.

—Él no ha hecho nada. No ha pasado nada entre nosotros.

Respondió ella, él la miró molesto.

—No entiendo, ¿es un plan de ustedes dos? ¿Quieren matarme de un coraje? ¿A qué están jugando?

Comenzó a cuestionar molesto, lo miré sin comprender nada.

—¿Pero de qué hablas? ¿La altura a afectado tu cordura?

Pregunté, él finalmente llegó a su límite.

—¡Has convencido a Estela de que se acueste contigo y la has dejado embarazada!

Gritó furioso silenciando todos los murmullos que había alrededor.

—¿Qué? ¿Tú le has dicho eso?

Pregunté molesto a Estela, quizá todo esto sí era un plan para retenerme aquí y casarme con ella.

—No, yo no he dicho nada. Lo he negado todo.

Respondió con los ojos llorosos.

—Dejense de juegos de niños, son unos adultos ahora. No tiene caso que lo oculten porque esa es la única manera de volver a hacer aparecer el portal. La venida del futuro rey del End.

Dijo, Carlos se acercó al portal inspeccionando.

—Es real, no es una broma de tu padre.

Dijo mirándome, él lo miró molesto.

—Claro que es real, yo no bromeo, nunca.

Dijo, miré a Estela quien seguía igual de confundida, sólo al ver su rostro asustado algo vino a mi mente. Cuppa.

—No puede ser.

Dije, mi padre me miró.

—¿Vas a decirme que es lo que está sucediendo?

Preguntó, miré a Carlos, a Estela, a mi madre quien acababa de aparecer entre la multitud hace poco. Todos estaban curiosos de saber que había pasado.

—Supongo que ya lo has dicho, ¿no?

Respondí, él miró a Estela.

—Pero yo no estoy embarazada.

Dijo tocando su estomago.

—No, tú no.

Dije, todos me miraron sorprendidos.

—¿Qué? ¿Qué has hecho? El futuro heredero tiene que ser sangre pura, hijo de dos endermans, estás arruinando nuestro futuro.

Dijo mi padre furioso aun sin poder creerlo, ni siquiera yo podía creerlo.

—No te preocupes por eso porque ni yo ni mi hijo ocuparemos tu lugar.

Respondí seguro, aunque aquellas palabras sonaban tan raras al pronunciarlas. Un hijo, sería padre y Cuppa, ella es tan pequeña.

—Estás traicionando a tu familia, a tu especie. Estás haciendo todo lo posible por eliminarnos.

Dijo furioso, sus ojos rojos me indicaban que no tardaría en perder el control y transformarse en un dragón y comenzar a destruir todo.

—Nos vamos.

Murmuré a Carlos, él asintió con la cabeza e hizo un ruido raro, Dark no tardó en aparecer corriendo hacia la multitud que se alejó lo más posible.

—Eres una deshonra para tu especie, has destruido el honor de nuestro nombre.

Seguía quejándose mi padre sobre mí, Carlos y Dark entraron al portal. Miré hacia mi madre quien estaba asustada, no me sorprendería saber que la que tiene que sufrir los enojos de mi padre es ella.

La miré y luego le señalé el portal, lo pensó un poco pero al ver a mi padre tan furioso entró a él, mi padre estaba tan concentrado en sólo vociferar contra mí que no se dio cuenta de los que ya se habían ido.

—Si querías que fuera un buen hijo hubieras puesto más esfuerzo en ser un mejor padre, al menos un padre. Yo no me considero tu hijo. ¿Sabes cuál es la buena noticia? Puedes casarte con Estela y comenzar de nuevo, quizá esta vez lo hagas mejor.

Dije burlandome, me sorprendió que a pesar de estar furioso no se transformó en dragón. No quise averiguar si lo iba a hacer o no, salté al portal sabiendo que él jamás iría a ese lugar.

Del otro lado estaban Ericka, Carlos y Dark esperando por mí.

—Ender, ¿de verdad vas a ser padre?

Preguntó mi madre, me encogí de hombros.

—No lo sé, pero ya lo averiguaremos.

Dije comenzando a caminar conociendo los pasillos y túneles de memoria para llegar al refugio. No podía decir con seguridad cuánto tiempo había estado ausente y aunque tenía miedo de lo que pudiera encontrar allá arriba confiaba en que mis amigos estarían bien.

Pixeles SobrevivientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora