Pixeles Sobrevivientes

Refuerzos Indeseados

NARRA MARCUS

El Wither explotó siendo eliminado para siempre, no celebramos pues aún teníamos otros dos problemas más, sin embargo parecía que de alguna manera los hermanos de Skellen controlaban a las bestias o algo así, porque después de algunas palabras comenzaron a incrementar sus ataques.

—Si siguen atacando a esta velocidad nos va a ser imposible derrotarlos.

Dijo la chica de nombre Bera o algo así. Asentí con la cabeza.

—Parece que tienen otro plan.

Anunció Charlotte desde las alturas señalando hacia la barrera donde estaban ocultos Mindy y Sooka, miré a los demás.

—Iremos nosotros dos, los demás mantenganlos aquí, si avanzan más lograrán afectar a la enfermería.

Dijo Bera mirándome, los dos iríamos a ver que era el nuevo plan. Todos asintieron de acuerdo y corrimos hacia la barrera.

Llegamos a salvo con nuestros amigos, pero no bajé la guardia aún estando fuera de la vista de los monstruos, reconocía muy bien a los que estaban ahí.

—¿Qué hacen aquí? ¿Qué quieren?

Dije manteniendo mi espada en posición de ataque, me miraron confundidos.

—Marcus, ellos vienen a ayudar. Él es Zack, es...

Comenzó Mindy intentando calmarme pero la interrumpí enseguida.

—Sé quienes son, lo sé perfectamente. Son tan traidores como los mismo seres que nos observan desde esa colina, dando la espalda a los suyos para su conveniencia.

Dije, ella me miró confundida sin saber qué decir.

—¿De qué hablas? Zack es mi amigo, lo conozco de años.

Dijo el enderman blanco, asentí con la cabeza.

—Pues yo lo conozco desde que nací y de haber salido sus planes como él hubiera querido yo no estuviera aquí contándoles eso.

Dije, todas las miradas se fijaron en Zack, el que en su momento había sido un amigo muy cercano a mi padre y quien después participó en el grupo que quería matarnos a mis amigos y a mí.

—¿En serio por lo que ya ha pasado vas a dejar que esos withers ganen? Estamos aquí para ayudar.

Dijo, negué con la cabeza sin bajar mi espada, apretando el mango con fuerza.

—Ellos dicen que escucharon explosiones estando en un sitio cercano a aquí, vieron a Sooka con nosotros y por eso quisieron venir a ayudar. Trajeron armas, armaduras e incluso comida. También van a unirse a la lucha.

Explicó Mindy señalando el cofre que al parecer ellos habían traído consigo.

—Prefiero morir a tener que luchar con sus sucias cosas. Y si van a unirse a la pelea más les vale no acercarse a mí, porque son mis enemigos.

Dije mirando con odio a todos esos en los que de pequeño confiaba.

—Y ustedes, si deciden confiar en ellos espero que no les estén tendiendo una trampa, pero como siempre ha sido, nadie quiere escucharme nunca.

Dije dando media vuelta y corriendo de regreso a luchar, sin armadura, sin escudo, sólo con la espada que Stevens me había entregado.

—¿Qué está pasando allá?

Preguntó Skellen acercándose sin dejar de dispararle a los withers y a las cabezas que disparaban.

—Son los de mi pueblo, vinieron a "ayudar" con armas y armaduras.

Dije, ella me miró sorprendida.

—¿Y por qué estás molesto? ¿No confías en ellos?

Preguntó, asentí con la cabeza dándole la razón.

—Pedirme que confíe en ellos es como pedirte a ti que confíes en...

Dije mirando al grupo de arqueros arriba de la colina, ella asintió sin agregar nada más.

Sooka y Mindy se las ingeniaron para correr la voz, poco a poco todos los que luchaban a nuestro lado estaban cubiertos de armaduras azules y plateadas y armados. Como habían dicho se unieron a nuestra lucha.

Con ellos y con el plan del enderman blanco logramos derrotar a los otros dos monstruos, como habían hecho antes los hermanos de Skellen aplaudieron como si les diera gusto ver como nos esforzábamos.

—Es su última oportunidad, esa a la que llaman "Skellen" es una asesina, ella mató a nuestra madre y tiempo después nos arrebató a nuestro padre dejándonos indefensos contra el mundo, no se merece la vida. Además es tan inestable, estoy segura que ha intentado lastimar o incluso matar a algunos de ustedes.

Explicó la de cabello más largo.

—Les estamos dando nuestra palabra, dejen que nos hagamos cargo de ella y ustedes jamás volverán a saber de nosotros.

Dijo uno de los chicos que parecían ser mayores. Skellen no decía nada, podía verla apretar su arco con fuerza intentando retener las lágrimas.

—Ella no es una asesina.

Dije, algunos de ellos rieron divertidos.

—Saben que las desgracias que les han acontecido no son culpa de ella.

Dijo Skeleton, la de cabello largo volvió a sonreír confiada.

—No vamos a entregar a nadie, sin embargo, si ustedes se van olvidaremos lo sucedido.

Dijo la amiga arquera de Skeleton, la que tenía amigos provenientes del hogar de Charlotte.

—Como quieran, ustedes han decidido, y han decidido mal. Skellen, tendrás que pagar una condena muy grande después de que te arranquemos la cabeza.

Dijo uno de los chicos, todos tomaron sus arcos que brillaban de manera curiosa y la humana que los acompañaba tomó una espada plateada la cual también brillaba de manera curiosa.

—Esto será demasiado fácil, todos están tan cansados y heridos. ¿Están seguros que no prefieren hacerlo por las buenas?

Preguntó una de las chicas que llevaba una graciosa capa sobre sus hombros. Stevens tomó una de las estrellas y la lanzó en dirección a ellos, uno de los chicos disparó a la estrella en el aire creando una explosión y perdiendo la estrella en el aire.

—Parece que así serán las cosas.

Dijo la mayor asintiendo a sus hermanos, todos se comenzaron a acercar disparando hacia nosotros en el camino. Eran bueno, excelentes arqueros, aun con las armaduras atinaban a lugares donde hubiera piel lastimando a nuestros amigos.

Les intentamos atacar con el resto de las estrellas, pero a pesar de usar diferentes estrategias todas tuvieron el mismo destino que la primera, sólo éramos nosotros, ellos y nuestras armas.

La mayoría de los que luchaban con espada ya estaban muy heridos, cada vez ibamos siendo menos y ellos se seguían acercando tanto que ya era una lucha frente a frente. Intentaba cubrir a Skellen, decirle que se pusiera a salvo, pero ella quería estar hasta al frente intentando herir a sus hermanos.