Una Victoria No Alegre

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NARRA SKELETON

Estaba descansando en la cueva destinada a eso, todo seguía igual que en un principio, la única diferencia era que ahora Samara estaba desmayada. Siempre tan dulce, siempre queriendo ser amiga de todos, el destino era tan cruel siempre llevándose lo más puro.

Estaba tan furioso pero sin tener a quien culpar, Charlotte dijo que era la responsable, pero es como culpar a Zarah de toda esta situación sólo porque en algún momento contó sobre esa bestia a los hermanos. Estaba recostado mirando al techo, si tan sólo Samara y Charlotte se hubieran conocido en una mejor situación se hubieran llevado muy bien, ahora no estaba muy seguro de poder volver a ver sonreír a esa chica que me ayudó tanto cuando más solo me encontraba.

—Hay reunión de último momento, por favor, todos acérquense.

Dijo Blake autoritario.Venía acompañado de Charlotte, Bertha y Miki.

—Miki trajo una idea, dice que uno de los que están escondidos se la dieron, creemos que puede funcionar.

Dijo Bertha para después explicarnos entre los tres que todos los del arco atacaríamos sin descanso hasta cansarlo, según sabían cuando eso pasara el monstruo bajaría y su escudo sería más vulnerable, en ese momento todos los de ataque con espada se acercarían a atacar.

Era prácticamente lo que habíamos estado haciendo con la diferencia que en lugar de turnarnos lo haríamos juntos. Esperaba que fuera buena idea porque de no funcionar sólo nos cansaríamos y nos atacaría desprevenidos.

Los líderes de los equipos nos dejaron para que nos alistáramos, estaba por amanecer y nuestro turno estaba por comenzar.Me coloqué esa incomoda armadura plateada que me nos habían dado a todos, tomé mi arco y flechas y salí de la cueva listo para tomar mi lugar.

—Sé que estás molesto, pero por favor, no vayas a hacer algo imprudente.

Dijo Bertha en cuanto me vio, la miré curioso y ella sonrió nerviosa.

—Zarah me ha hablado un poco de ti.

Explicó, asentí con la cabeza sin ánimos.

—Que alegría, al menos alguien me toma en cuenta. Sé que hacer, no tienes que cuidarme.

Respondí serio, ella asintió confundida pero aún sonriendo.

Tomamos todos nuestros lugares, los del otro turno iban a descansar pero dijeron que iban a estar pendientes por cualquier cosa.

Todos los que teníamos arcos atacábamos al mismo tiempo y lo más rápido posible intentando no darle oportunidad al monstruo de atacar. El plan funcionaba tal y como nos habían dicho, esa cosa comenzaba a bajar a la vez que gruñía entre molesto pero mostrando debilidad, además de cerca podíamos ver que su escudo brillaba un poco pero mostraba unas grietas.

La mayoría utilizando su lógica se enfocó en atacar directo a las grietas, su escudo no tardó en comenzar a caer por pedazos, esa fue la señal para los que iban a atacar con espada. Entraron al campo de batalla rodeando al Wither por todos lados y atacando, aunque quisiera este no iba a subir porque desde las alturas Blake y Charlotte lo atacaban con fuerza.

—No dejen de atacar, será más rápido.

Dije a mis compañeros arqueros. Nosotros seguíamos atacando, claro que teníamos que tener más cuidado para no afectar a los que estaban cerca. Al vernos actuar de esa manera los que estaban en las demás barreras nos imitaron, el monstruo no tenía hacia donde moverse sin salir herido.

De donde recibía golpes y flechas comenzaron a salir ráfagas de luz a la vez que gruñía cada vez más débil, eso nos motivó a todos para atacar con más fuerza y velocidad hasta que era casi pura luz, casi enseguida hizo una pequeña explosión que no lastimó a nadie pero dejó en su lugar una pequeña pero bonita estrella.

Todos gritaron emocionados, unos se abrazaron, otros lanzaron sus cascos al suelo emocionados de no tener que seguirlos utilizando, parecía que nadie había notado la estrella.

—¿Qué es eso?

Pregunté a Bertha señalando la estrella brillando en el suelo.

—Lo dejan esas cosas cuando las matas, aún no sabemos qué hacen.

Explicó, asentí con la cabeza. Ella se acercó a tomarla y guardarla en su bolso que siempre lleva consigo.

Todos celebraban emocionados y aunque me sentía bien por habernos quitado al monstruo de encima me preocupaba que Samara no despertara. Iba a ir a verla pero el enderman de aspecto raro fue antes hacia ella así que decidí quedarme viendo como todos celebraban.

—Skeleton, lo hemos logrado, ¿no es genial? Pronto vamos a estar con nuestros amigos de nuevo.

Dijo Mindy emocionada acercándose, asentí sin muchos ánimos pero antes de decir algo Zarah se acercó a nosotros. Alguien había avisado a los del otro turno y salían a festejar con nosotros.

—Todos parecen muy alegres.

Comentó mirando la escena, pero parecía que algo le preocupaba. Ella fijó su mirada en Charlotte y Blake que bajaban de las alturas para unirse a la celebración de todos. Armas, escudos y armaduras por doquier, todos sintiéndose liberados del peligro.

—¿Qué pasa?¿Acaso todos los de su tipo son amargados?

Preguntó Mindy a la vez que cruzaba los brazos, Zarah sólo se encogió de hombros.

—Samara solía sonreír mucho.

Dije, Zarah me miró con pena y Mindy no supo qué decir.

—Ella estará bien.

Dijo Zarah intentando animarme un poco. No dije nada, miré hacia donde Skellen estaba. No sonreía, pero tampoco parecía molesta, estaba escuchando las bromas de Marcus y sus amigos, suspiré molesto.

—Espero que despierte pronto, la llevaré de regreso a la aldea y saldré de este sitio.

Dije caminando hacia la enfermería, ambas me miraron confundidas.

—Cinthya no tiene la culpa de queno haya despertado aún, ella hace todo lo que puede.

Dijo Mindy, quizá pensando que iba a ir a pelearcontra la bruja. Asentí con la cabeza.

—Lo sé, sólo podemos esperar, ¿no es cierto? Esperar un milagro.

Respondí, Zarah suspiró negando con la cabeza por mi actitud. Me alejé escuchando como murmuraban entre ellas, no le tomé importancia.

Entré al lugar, Carlos volvía a estar discutiendo con Cinthya y Samara seguía recostada sobre la cama, sus ojos cerrados y con un aura de tranquilidad que me inquietaba.

—¿Por qué siempre quieres ayudar a todos? Si tan sólo te hubieras quedado en la aldea.

Dije suspirando sabiendo que no iba a obtener respuesta. Me senté en la silla al lado de su cama como si en cualquier momento fuera a despertar.

Pixeles SobrevivientesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora