Mi fin del mundo

Prólogo

Año 2000

- Por favor no me dejes, nuestra hija te necesita yo te necesito — suplicaba mi papá a los pies de la cama de mi mamá con miles y miles de lágrimas derramándose por su cara.
- No hay nada en este mundo que quisiera más que una vida junto a vos y a nuestra hija. Pero es tiempo de despedirnos, pase lo que pase, sea como sea, siempre vamos a estar juntos. Todo mi amor se queda con ustedes. No lo olvides nunca. No los abandono, voy a estar acá para ustedes.— Es lo último que escuché decir a mamá.
Mi papá me explicó que ahora es un angelito y me va a cuidar todos los días. Mi abuela lo reta para que no me diga esas cosas, que soy muy chica. Ya soy grande, tengo 3 años. Voy al baño sola y tomo la merienda en una taza. Mami dijo que cuando tomas la merienda en taza y vas sola al baño, no sos mas chiquita. Pero ahora ya no recuerdo bien que es lo que dijo. Quizás mami mentía. También dijo que siempre iba a estar para mi y ahora ya no esta.
Un señor de bata dice palabras que no entiendo, todos lloran. Tiran flores en una caja y hay una foto de mami. ¿Quien puso a mi mamá en una caja? Ahí adentro debe estar oscuro y feo. No va a poder salir. ¡Saquen a mami de ahí! ¡No! ¡Abuela, no tiren tierra a mami! La tierra es fea, ensucia la ropa. A mami no le gusta la ropa sucia, ella me cambia y me pone vestidos bonitos, me peina y me enseña que no me ensucie. ¡Tonta tierra! ¿Es que nadie me escucha?
A nadie le importó lo que dije, papi me abrazo pero no hizo nada, solo dijo que mami debía descansar en paz. Su lugar ahora era el cielo. Pero yo se que no, dejaron a mami en una caja, fea, tonta, oscura y con tierra. Mami va a tener miedo, por eso le voy a dejar a mi señor conejo con luz, porque si esta oscuro el señor conejo va a iluminar a mami.

Ya no espero más, pasaron los días y no hay rastros de que mi mamá vuelva. Seguro no pudo salir de la tonta caja fea. Papá empezó a guardar todas sus cosas en bolsas. Llego tía Ana y abuela Eleonora. Ahora también guardan todas mis cosas en bolsas y canastos. ¡No quiero! ¿por que juntan mis muñecas y mi ropa? ¡Tía no guardes mi osito, no puedo dormir si no esta en mi cama! ¿papá por que desarmas mi cama? Mi papá me va a poner en una caja, como a mami, me va a dejar ahí y no voy a volver. Es lo que debe estar pasando. No quiero que me tiren tierra. Tonta tierra.
Abuela Eleonora no para de llorar y dice que nos va a extrañar, que no entiende porque nos tenemos que ir tan lejos. Papá solo dice que necesita estar lejos de todo y comenzar de nuevo. Que habia llegado el fin de su mundo, por eso, nos mudamos al fin del mundo.

Como bien dije, lo recuerdo como si fuese ayer. Estamos en el año 2018 pronto voy a cumplir 19 años y todavía recuerdo con lujo de detalles el día en el que el fin de nuestro mundo, nos trajo a vivir al fin de mundo.