Capítulo 75

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Sebastián

Después de tantos días de distancia, de tantas noches de torturarme a mi mismo con la idea de que no soy bueno para ella y que algún día me va a dejar, por fin la tengo conmigo. No hace falta aclarar que las palabras de Christian Garret me afectaron más de lo que deberían pero tiene razón. En mis buenas intenciones siempre se escondieron mis errores. Mentir u ocultar cosas nunca traen nada bueno y todos sabemos que lo volveré a hacer, puesto que aún no le conté lo del video con Tini. Ahora estamos aquí, en un restaurante que tiene una vista espectacular a la costa del mar . Nuestra mesa especial, servida solo para nosotros dos en esta terraza alejada de las miradas curiosas y como broche de oro, ella. La mujer mas maravillosa que dios me pudo poner en el camino.
- ¿En que pensas? — me pregunta de repente con una sonrisa soñada.
- Adivina...
- En que queres sacar una foto
- No estaba pensando en eso justo ahora pero gracias por recordármelo — saco mi celular del bolsillo — sonríe

 - En que queres sacar una foto- No estaba pensando en eso justo ahora pero gracias por recordármelo — saco mi celular del bolsillo — sonríe

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Como siempre sale radiante. Una escena más capturado para mi colección de momentos juntos.
- Entonces ¿en que pensabas? — sigue de curiosa.
- En ti
- ¿Que pasa conmigo? — tengo que ser sincero por una vez
- En que la sola idea de poder perderte me aterra... — me toma de las manos y las acaricia
- Eso no va a pasar. Estamos juntos y vamos a superar todas las pruebas que la vida nos ponga para afianzar nuestra relación. — besos sus manos mientras me decido si contarle o no lo que estoy ocultando.
- ¿Cual es tu opinión actual de Martina? — me mira a los ojos, me está estudiando, la conozco bien.
- No es como yo pensaba. Es gentil, talentosa y divertida. Me gusta como se viste y que sea Argentina. Sigo pensando que siente cosas por vos... — estoy por empezar a hablar pero ella levanta su mano en señal de que la deje terminar — siente cosas por vos pero todavía no se dio cuenta. Ahora está con su novio pero algún día lo va a saber, ese cariño es innegable.
- Amor, creo que solo tú ves amor donde no lo hay. Tini es una buena amiga.
- ¿A que vino tu pregunta? — tengo que sacar el coraje para decírselo.
- Nos toca hacer un video juntos y quería saber cual era tu opinión acerca de ella justo ahorita. Pues, no quiero que nada nos haga daño.
- Es la primera vez que sos sincero sin que yo tenga que insistir, eso me alegra un montón y re agradezco. Que pases tiempo con Martina, Sean amigos, que hagan música no me molesta en lo absoluto. Tampoco es que se van a estar comiendo a besos en el video quiero creer así que no, no me molesta. — tengo que hablar urgente del tema besos en el video.
- Ya, gracias linda por enseñarme que contigo puedo hablar de todo. Sincerarme y ser yo mismo sin la necesidad de ocultarnos nada.

El resto de la velada transcurre sin más charlas incómodas, bueno aunque podemos nombrar este momento como el más incómodo de la historia, porque no se como decirle que quiero que pase la noche conmigo. No es para los que todos creen, aunque me muera de ganas. Respeto mucho a Allie y he pasado tantos días sin ella que solo me gustaría abrazarla toda la noche para dormir.
- Amor... — llamó su atención y ella observa atentamente — quiero que vengas conmigo, al apartamento. Extraño abrazarte para dormir.
- Si amor, yo también te extrañe mucho.
Suspiro aliviado, no fue tan difícil.
Después de tomarme una veinte fotografías con el dueño del lugar y prometer que íbamos a volver pronto, trajeron mi carro del parking.
No es una noche fría, pero corre una suave brisa por estar tan cerca de la costa al mar. Me quito el saco y lo pongo por encima de los hombros de Allie ya que la vi en varias oportunidades frotarse sus brazos. Agradece el gesto con un tierno beso en mis labios y me dirijo a abrirle la puerta. Antes de poder poner un pie dentro nos sorprende un flash de cámara, luego de ese vinieron algunos más. Estamos perdidos, la noticia correrá como pólvora.
Alexa sube rápidamente y cierra la puerta, corro hacia mi asiento y hago lo mismo. Esto que hago a continuación se que está muy mal pero no me queda otra salida más que conducir a toda prisa por la carretera, prestando atención a las señales lo justo y necesario para no accidentarnos. Estoy acostumbrado a la persecución de la prensa pero no es algo a lo que Alex esté acostumbrada. La veo y en sus ojos brillan la duda y el medio que le tiene a la exposición. Ya nos han visto juntos pero esto es muy distinto.
Llegamos a la apartamento en la mitad del tiempo que en verdad debería tomarnos estar aquí. Agradezco a Juan Manuel por enseñarme bien a conducir.
La mirada de Alexa está perdida y aferra su al cinturón de seguridad, hago una caricia en su pierna izquierda y es ahí donde recién nuestro ojos se encuentran, sonríe suavemente. Ya todo pasó.
Entramos al apartamento en completo silencio hasta que ella rompe con el mismo.
- Ahora no van a parar de hablar de nosotros
- Si eso te asusta puedo hablar con Robert para intentar calmar todo
- No me asusta, es solo que no quiero que la opinión de la gente, dañe nuestra relación.
- Ya opinaron de nosotros antes y nada paso — creo que no debí de decir eso
- ¿Como que ya opinaron de nosotros? Es decir, sabía que por el video inventaron un poco de rumores.
- Tampoco es que fue solo un poco
- ¡Ay no! Prestame esto — agarra mi iPad de la mesa de luz y empieza a buscar. En fin adiós planes... Esto va para largo.

Mi fin del mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora