Capítulo 74

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Capitulo doble

Alexa

Sebastián no me volvió a hablar en toda la tarde. Ni siquiera par decirme a qué hora van a pasar a buscarme. Estoy lista cuarenta minutos antes del horario de reservación por las dudas. Se ve que lo tenían todo planeado porque una vez que Malu termina de arreglarme, suena el tiemble de mi casa. Voy hacia la puerta a paso firme. Los zapatos que elegí para esta noche son un poco más altos de los que acostumbro a usar, pero aún así me encantan. Creo que nunca me sentí mas sensual en mi vida, porque esa es la palabra indicada, me veo sensual, pero a la vez elegante y sofisticada. Al parecer, nuestra cita será por todo lo alto.
No equivoco porque al abrir la puerta una camioneta de lujo vino a buscarme, con chofer y todo. Se queda delante del auto de mi amiga, que está estacionado en la puerta. Malu me trae un pequeño bolso con todas mis pertenencias, no sin antes darme un abrazo, lo tomo como un abrazo de madre orgullosa.
- Que papá Dios me la bendiga mi Allie, cuídese mucho y disfrute de su velada. Usted tiene a un amor de persona a su lado.
- Gracias por todo Malu, todavía no me creo lo que está pasando.
- Créaselo. Los dos se merecen esta noche y una vida juntos.
Me voy hasta la puerta de la camioneta y el chofer no duda en abrirme la puerta, mientras a la vez se presenta
- Buenas noches señorita Ferrer, mi nombre es Alejandro y seré quien la escolte en esta noche por pedido explícito del joven Sebastián Obando. — cuanta amabilidad, no bien que responder y ante la falta de palabras para no quedar como una Malu educada, solo me limito a decir.
- Buenas noches, muchas gracias Alejandro.
Me acomodo en la parte de atrás donde tengo una hermosa rosa blanca con una nota, la cual no necesito leer para saber de quien se trata

Hola mi amor, soy muy feliz de que me acompañes esta noche. Espero que Alejandro sea de tu agrado. Es gentil, aunque un poco callado, pero conociéndote como te conozco debes estar algo nerviosa, por lo cual vas a agradecer que el conductor sea callado.
Nos vemos en sólo minutos.
Te amo. Sx

Dobló la nota a la mitad y le doy un beso. Agarro la rosa para olerla profundamente. Su aroma me llena y me parece el perfume más dulce del mundo, bueno descontando el de Sebastián por supuesto.
Malu me contó que el restaurante está cerca de la costa Colombiana, es solo un viaje de quince minutos en vehículo. Por lo cual no tardamos mucho en llegar. Y acá estamos.
La entrada está llena de luces. No es solo restaurante, también tiene un sector de club nocturno y por lo que pude revisar en mi celular de la página web del lugar, también cuenta con un espacio para shows en vivo y muchas celebridades pasaron por acá alguna que otra vez. No me extraña que Sebis allá escogido este lugar, lo que si me resulta extraño es que las personas se ven algo más mayores, es decir, no son adolescentes, más bien parejas o grupos de amigos.

Alejandro se baja para abrirme la puerta, estoy por hacerlo yo misma, pero es su trabajo y tampoco me quiero meter. Consigo sacarme la vergüenza de encima para pedirle:  - ¿Podría tomarme una foto en la entrada Alejandro? Se ve muy linda con todas las luces y no me resisto.
- Claro que si señorita, permítame su teléfono — lo desbloqueo y se lo paso ya con la aplicación de cámara abierta.
Noto el 'click' de varias tomas y se que ya son suficientes.
- Gracias Alejandro.
- No hay de que señorita Alexa. Le avisaré al joven Sebastián que ya estamos aquí. Usted debería ir adentro. No olvide su tarjeta de reservacion.
- Esta bien, la tengo conmigo. De verdad, gracias. — se que soy una tonta por agradecer tanto pero es muy amable para decírmelo, así que solo me sonríe y lo veo escribir un mensaje.
Al entrar hasta el hall del lugar, me encuentro a un gentil recepcionista. Me ve con el sobre en la mano y supongo que distingue el logotipo que se desprende del mismo, por lo que pregunta: - Buenas noches y bienvenida ¿tiene una reserva? — ya de entrada me agrada muchísimo el buen trato que tienen hasta acá. Podría ser frió y estructurado pero aunque son todos educados y amables no recae en la rigidez y la burocracia desmedida.
- Buenas noches y gracias. Si, aquí tiene mi reserva — le paso mi sobre y retira la tarjeta qué hay dentro. La comprueba con el cuaderno de reservas que tiene en su atril a la vista de todos. Al corroborar el nombre abre los ojos como plato. Me entra la timidez de que mi nombre no este en la lista y pasar una terrible vergüenza.
- Señorita Ferrer/Obando la estábamos esperando, bienvenida nuevamente. Déjeme que la escolte hasta su palco — ¿palco? creí que íbamos a cenar, bueno es lo que supuse porque este es un restaurante y las personas vienen a cenar, creo.
Quiero llegar a donde sea que me acompaña este señor y encontrarme con Sebastian, estoy loca por verlo, a parte de que no soporto estar sola sin saber lo que va a pasar a continuación. Para mi sorpresa no me encuentro a mi novio por ningún lado. Estamos literalmente en un palco, alejados de todas las personas que rondan por el lugar. Algunos ocupan mesas para cenar, otros solo para tomar unos tragos. Todo esta repleto de personas por donde mires, pero a la vez es relajado.
- Buenas noches señorita Ferrer, soy Adrian y seré su mesero durante toda noche — alguien se presenta a mi derecha y me dice su nombre con una amplia sonrisa que hace juego con su amabilidad — ¿puedo ofrecerle algo de tomar?
- Buenas noches Adrian, un jugo de frutas por favor y muchas gracias.
- A la orden señorita — se retira de inmediato en busca de mi pedido y no se que hacer ahora.
Pienso en mandarle un mensaje a Sebastian, estoy un poco enojada. Me hace venir hasta acá con un montón de misterio en el medio. Conozco a muchísimas personas que me sirven porque seguramente se los pidió, pero el sigue sin aparecer. Pense que íbamos a estar juntos. Agarro mi telefono, pero Adrian vuelve con mi jugo de frutas y una nota doblada a la mitad.
- Aquí tiene su jugo señorita y esto también es para usted — me extiende la nota. Solo son una cuantas palabras escritas.

Mi fin del mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora