Capítulo 92

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Sebastián

Es mi último día en Bogota y todavía Allie y yo no hablamos acerca de eso. Vinimos a almorzar en un pequeño restaurante a dos calles de mi apartamento. Muchas veces he venido por aquí porque las personas frecuentes de este lugar están tan inmersas en sus asuntos, que no reparan en quien soy ni en que hago aquí. Eso es exactamente lo que está pasando ahora. Nos ganamos alguna que otra mirada, pero nadie se acercó a interrumpir nuestro almuerzo, bueno es u poco tarde para almorzar pero nos arreglamos. La verdad es que necesitaba que Alexa recupere el apetito porque me tenía muy preocupado el hecho de que no probó bocado alguno en tantas horas.
- ¿En que pensas? — pasa su mano una y otra vez frente a mis ojos para distraerme, señal de que estaba perdido en mis pensamientos.
- Sinceramente, en que mañana me voy a Europa y no te voy a ver por casi dos meses
- Eso si es que es ser sincero. La verdad, no había pensado en eso. Ni tampoco caí en la cuenta de que es mañana — ahora un halo de tristeza empaña su mirada y me quiero dar de totazos por provocar su tristeza.
- Perdón mi amor, no te quería poner por triste, siempre termino arruinándolo todo — se levanta de su silla, viene hasta mi lugar pidiendo permiso para sentarse en mis piernas, claro que la dejo. Me acaricia el rostro mientras me consuela.
- No amor, no me hiciste poner triste. Es la situación la que me pone mal, pero lo entiendo. Este viaje esta pauta hace mucho tiempo y yo siempre lo supe.
- También tienes un lugar en el para acompañarme y lo sabes.
- Si, lo sé. Pero a su vez vos también sabes que no puedo simplemente desaparecer dos meses. Voy a perder muchas clases y mi carrera también es importante para mi. Además asumí compromisos para nuevas campañas y no me puedo echar para atrás.
- Ya, lo entiendo — tomo sus manos entre las mías y las beso. Apoya su rostro en mi pecho y quedamos abrazados por unos minutos, soy quien rompe el contacto — mi amor, tienes que terminar tu almuerzo.
- Se me fue el hambre — dice con un puchero.
- Ah no, no, no, no de eso nada. Tienes que terminar de comer y sin excusas. Por favor ¿por mi?
- Bueno, está bien. — se levanta de mis piernas, vuelve a su lugar y se termina todo su almuerzo.

No pedimos nada de postre, así que salimos rápido del restaurante y recorrimos las dos cuadras que nos separan del apartamento caminando y tomados de la mano.
Entramos al edificio. Una vez en el ascensor a Allie la ataca la curiosidad.
- ¿Que planes tenes ahora?
- Es simple. Tu me darás tu celular. — me lo entrega sin problema alguno. Saco el mío del bolsillo y sostengo a ambos en mi mano.
Llegamos a nuestro piso y abro la puerta. Dejo amigos telefonos sobre la mesa, mientras Alexa sigue de curiosa.
- ¿Y ahora?
- Ahora, los celulares se van a quedar aquí mientras que tu y yo iremos arriba. Pasaremos todo el día haciendo nada. Nada pero juntos. — no se si es un gran plan. Solo quiero estar con ella sin que nadie nos interrumpa. Quiero reír, charlar o quedarme el rato mirándola así sea en silencio. El tiempo con ella, nunca es tiempo desperdiciado.
Llegamos a la habitación dejó todas las cortinas cerradas, saco más mantas del placard porque es un día algo fresco y me acuesto en la cama junto a Allie que ya se acomodo.
- ¿Tenes frio? — me pregunta.
- Solo un poco quiero que tu estés cómoda.
- Lo voy a estar si me abrazas.
- No hay una sola chance de que deje de hacerlo. — se viene a mis brazos y así permanecemos un poco en silencio.
- ¿Sabes cuantos días exactos son los que te vas?
- Dos meses, en dos etapas. Me iré mañana, regresaré en un mes aquí a Colombia y volveré todo el mes de agosto a Europa. Luego vendré por ti y no tendrás excusas de nada, vendrás conmigo a donde sea que vaya.
- ¿Hasta el fin del mundo?
- Ese es el lugar al que más me gustaría volver contigo y lo haremos pronto.
- ¿Y tu canción con Tini? — la pregunta que no me esperaba y a la que mas le temo.
- Bien, ya terminamos eso. Saldrá en unos meses. ¿Vas a volver a Los Angeles o que planes tienes?
- Tengo que ir a Los Angeles, si. Hay nuevas campañas en las que Christian quiere que participe — ya solo escuchar su nombre me hace rodar los ojos.
- Hey — me pone la mano en el pecho y me acaricia — ¿que es lo que tanto te molesta de Christian?
- Eso es fácil. Todo me molesta de el — se pone a reír.
- Te estoy hablando en serio. No podes tenerle bronca porque si.
- No es porque si. Amor tú eres muy buena, el solo hace el papel de amigo pero quiere ser mucho más en tu vida.
- Es lo mismo que yo pensé de Tini ¿no te parece? — me atrapo, tiene razón.
- Si... pero... pero el de verdad que está loco por ti. — nuevamente se ríe de mi.
- Amor, tenes que entender que entender que con Christian me une una amistad. El nunca me dio señales de pretender nada de mi. Es más, muchas veces me ayudo con vos, hasta me vino a buscar para llevarme a donde vos estabas ¿te parece que tengo motivos para desconfiar de él?
- Tu no, pero yo si.
- ¿Nada de lo que te diga te va a dejar tranquilo?
- Es que estoy tranquilo, porque confío en ti, pero no me pidas que confíe en el, porque simplemente no puedo hacerlo.
- Esta bien, no te lo voy a pedir. Lo que si te quiero pedir es que me cantes algo.
- Eso si que te lo puedo cumplir — me levanto, voy por mi guitarra y me siento en el pie de la cama — estoy trabajando en algo nuevo y es para ti... No voy a dejarte ir, no quiero vivir así y ese miedo que el amor me da sin ti, esta vez no va a pasar, yo no me voy a rendir, no te dejare llorar de amor por mi. — terminó de cantar y aplaude feliz, me mira maravillada, creo que nunca antes me miraron con tanto amor. Excepto por mi madre, claro.
- Que bonita que es
- Gracias princesa, es para ti. Le falta muchísimo, recién empiezo pero tu eres la fuente de mi inspiracion y se que pronto la terminaré.
- Soy la persona más feliz del mundo si vos estás conmigo — dejo la guitarra y gateo por la cama hasta llegar a ella, me siento, la tomo las manos para se suba en mi regazo. Corro su mechón de pelo rebelde detrás de la oreja y ella recuesta su rostro en la palma de mi mano, en ese gesto tan repetido nuestro, tan natural, tan intimo. La beso con todo lo que soy y quedamos unidos, frente a frente.
- Yo nunca, podría volver a ser feliz sin ti, porque todo lo que necesito es a ti. Al amor que me das y cuando sea el momento oportuno todo el mundo sabrá que quiero unir mi vida a la tuya y dirás que si... — veo que abre sus ojos bien grandes porque entendió perfectamente lo que quise decir. Esta en lo cierto, será mi esposa y al paso al que vamos eso va a ocurrir muy pronto.

Mi fin del mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora