Capitulo 5

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Sebastian

Pienso en cuestión de segundos cómo salir de esta situación. No quiero que sepa la verdad pero tampoco quiero mentirle. Sostiene su mirada, esta esperando mi respuesta. No hay salida, hora de decir la verdad.
- Si, es de mi trabajo. — eso es la verdad.
- Ah, ¿viniste acá por trabajo? — pregunta indagando aún más en mi, ayer no estaba de curiosa y eso fue otro punto a su favor. Me gusta que se interese por mi, pero no quiero hablar de mi trabajo, eso va a arruinarlo todo. Tengo que responder: - Si, vinimos con el team por trabajo. — otra verdad. No le estoy diciendo mentiras ¿no?
- Y ¿que es Yatra? — ¡me lleva! Tenía que hacer esa pregunta ¿que hago? ¿que digo?
- Yatra... mmm Bueno es para quien trabajo — es otra verdad soy Sebastian Obando, yo también trabajo para Yatra. ¡No estoy mintiendo!
- Ok, creo que no te gusta hablar mucho de tu trabajo ¿no?
- La verdad es que no es fácil porque al ser famoso — suelto el aire que estaba conteniendo y ni siquiera caí en la cuenta de lo que dije.
- ¿famoso? — estoy perdido, en serio, ¿en que estaba pensando que iba a poder ocultarme por siempre? No queda más que decir la verdad
- Si, recorremos el mundo con su música.
- Ah, ya entendí. Trabajas para un músico reconocido. Debe ser genial. Digo, la parte de recorrer el mundo y calculo que es algo que te gusta y te hace feliz porque sino no lo harías. Sería bien raro llevar una vida tan sacrificada sin que te guste lo qué haces. — wow, me deja impresionado su forma de pensar. Es exactamente lo que siento y para colmo ni siquiera está embelesada por la fama, no me pregunto nada, solo habla conmigo, de mi. Esta niña me va a volver loco. - ¿seguís acá? — pasa su mano delante de mí llamando mi atención y siento que es una escena repetida, ya nos pasó esto antes.
- Lo siento, me perdí en tu forma de hablar. Lo que dijiste es exactamente como me siento, mi trabajo es sacrificado. Nunca estoy por mucho tiempo en un solo lugar. Veo poco a mi familia y a mis amigos, es más el tiempo que paso alejado de mi hogar que el que estoy en el. Aun así amo lo que hago, me siento feliz y bendecido de poder vivir de lo que me gusta, aunque cueste, aunque deba de hacer sacrificios.
Suspira por varios segundos, algo piensa y se nota que quiere contármelo pero no voy a preguntar, le voy a dar su espacio. Nuestras miradas se encuentran una vez más. Espero que en mis ojos pueda ver la confianza que intento transmitirle, quiero que sepa que puede contar conmigo y al parecer lo notó porque empieza a decir: - Pronto me voy a ir de acá. Mi papá y yo nos vamos a mudar lejos. Vamos a empezar una nueva vida en otro país, otra ciudad, otro clima. Tengo la posibilidad de estudiar allá y él un nuevo trabajo. Me gusta la idea de poder avanzar en mi educación y que mi papá pueda crecer en su campo laboral pero no te voy a negar que me cuesta mucho dejar mi casa, mis amigos, mi mundo. Mi fin del mundo. — puedo ver la nostalgia en su mirada y la angustia que le provoca toda esta situación en su tono de voz.
- ¿Sabes que? No importa a donde vayas ni lo que hagas lejos de aquí. Siempre vas a tener donde volver, siempre va a existir este lugar al que puedes llamarle hogar. Lo importante siempre va a ser no olvidar quien eres y de donde vienes, tu hogar es donde tu te sientas como en casa y si ese lugar es aquí, aquí estará esperándote para cuando regreses, sin importar cuanto demores. Te lo dice alguien que disfruta como nadie el aroma de su hogar cada vez que regresa. También tienes otro punto a tu favor. Podrás hacer amigos donde te lo propongas y ellos harán hasta lo imposible por hacerte sentir 'como en casa'. Otros no contamos con esa suerte. A veces no se con exactitud quienes se acercan a mi por ser mis amigos o ser amigos de...
- ¿de la persona para la que trabajas? -- Casi sin dame cuenta termino develando mi verdadera identidad, menos mal que me interrumpió. -- Si, a veces todo es por mi trabajo, las personas buscan un interés personal sin que importe quien eres ni como eres sino lo que puedan obtener de ti.
- Entiendo. No me imagino llevar una vida en donde deba desconfiar de todo el mundo. Solo porque quieren conseguir algo de mi. Que las personas sean interesadas debe de ser una de las banalidades de este mundo mas feas.
- Si que lo es, me gustaría no conocerla. — No se si esto ultimo lo digo mas para convencerme a mi mismo que para comentárselo a ella, de repente siento que me mira fijamente. Temo por lo que pueda decirme a continuación.
- ¿Sabes una cosa? Te prometo que no me importa en lo más mínimo para quien trabajas ni que es Yatra. Podes confiar en mi, es más ni siquiera lo voy a buscar. Me gusta conocerte a vos, a Sebastian, y por muy famoso que sea la persona para quien trabajas a mi me tiene sin cuidado. Contame lo que haces cuando tengas ganas de hacerlo y sino tenemos mil temas de los cuales podemos hablar. ¿Te parece? — por dentro estoy llorando de emoción de conocer a una persona tan mágicamente increíble. Me hace mucha ilusión que me prometa que no va a buscar quien es 'Yatra' solo para demostrarme que se interesa por mi solamente. Me inspira confianza y en este momento solo me dan ganas de creer en su palabra. - Me parece la idea más hermosa que me hayan propuesto jamás. Pero si hay algo que quieras saber, antes de investigar por tus propios medios, prefiero que lo hables conmigo ¿puede ser?
- Está bien. Tenemos un trato.
- ¿Podemos hacer uno más?
- Y eso ¿cómo sería?
- Mi trabajo aquí ya finalizó y mañana me voy a ir. Me gustaría poder seguir en contacto, si quieres, claro. Podríamos quizás chatear, hacer videollamadas de vez en cuando. Me gusta hablar contigo, no se que piensas.
- Es una buena idea, pero podríamos hacerla a la antigua.
- ¿A la antigua?
- Si, dame tu teléfono. — lo desbloqueo y se lo doy pensando que va a agendar su número lo cual me pone muy ansioso y feliz. Pero se está demorando unos segundos, abrió el navegador porque algo consigo ver. Al cabo de unos tres minutos me creó una casilla de email que se llama " holasebastian@gmail.com ". - El mío es " holaalexa@gmail.com" —me dice y asiento.- va a ser como un secreto entre nosotros dos. Podes contarme lo que quieras y mandarme fotos de los lugares que visitas. — aún no consigo entender si esta niña es de verdad o si la estoy inventando, mi imaginación es de primera. Quizás es un espejismo o más simple, me volví completamente loco.
- Alex, ¿puedo decirte algo y no me lo tomas a mal?
- Si, decime.
- Eres increíble.

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Parece que nuestro Sebastian está muy flechado con Alexa. ¿Mails? ¿Se escribirán? ¿quien usa mails todavía? Yo los uso! Espero que les guste. Voy a actualizar más seguido a partir de ahora, pero necesito saber sus opiniones. Dejen sus comentarios.

Mi fin del mundoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora