Mi fin del mundo

Capítulo 82

Alexa

Acabamos de aterrizar en Los Ángeles. Malu tuvo que hacer malabares para acomodar su agenda y poder estar acá conmigo, cosa que valoro muchísimo. No se si me animaría a hacer esto sin ella. Tengo un itinerario súper ajustado de algunas notas, irme a preparar para el evento y también nuevas fotos que van a tomarme esta tarde, como adelanto de lo que vendrá a futuro. No suelo venir seguido a Los Ángeles por ende, hay que aprovechar el tiempo.
Busco mi equipaje de mano y salgo del avión. En la puerta de arribos me encuentro con un Christian que me recibe relajado y sonriente.
- Welcome my baby... Que gusto tenerte de nuevo por aquí — me abraza y me da dos besos, uno en cada lado de mi mejilla.
- Hola Chris, que bueno verte otra vez.
- Hi Chris, saluda Malu también.
- Hola Malu, que gusto también recibirte a ti — agarra su mano y la besa. Tan galante como siempre.
- Vamos por su equipaje. Señora — pone el brazo para que Malu se enganche en el — Señorita — hace lo mismo dirigiéndose a mi. Lo tomo y caminamos los tres hacia la cinta que transporta nuestras valijas.
Christian no solo nos fue a buscar al aeropuerto sino que también se encargó de hacer nuestras reservaciones de hotel. Nos llevo hasta el mismo y quedamos muy asombradas cuando llegamos y era tan imponente, muy lujoso.
- Cuanto lujo, no te tendrías que haber molestado tanto, solo nos quedamos una noche. — le digo a Christian impactado por el lugar al que nos trajo.
- Bueno es que queríamos tratarlas como lo que son, unas reinas. Mis padres no me permiten que mis amistades se hospeden con la competencia
- ¿Este hotel es de tus papás?
- Asi es. Es uno de los emprendimientos de mi familia. Espero que disfruten de su estadía aquí — sabia que la familia de Christian es de un alto poder adquisitivo pero nunca imaginé que tan alto.
- Pero mira nada más, ¡cuánto lujo! — exclama Malu detrás nuestro. — Será un lindo día.
- Malu ¿recibiste el itinerario de la presentación? — le pregunta Christian
- Si claro, me lo enviaron por correo electrónico.
- Great. Princess... — ahora se dirige a mi — nos vemos esta noche, ve y prepárate a mi me quedan muchas cosas por hacer — me deja un beso en la mejilla y nos saluda a las dos con la mano — see you later hermosas.
- Ya si yo tuviese unos 8 años menos...
- ¡¡Malu!! — se que lo dijo en broma.
- Ay mi Allie ese niño está loquito por ti. Se le nota de a kilómetros que lo único que quiere es que tú le pares bolas.
- Somos amigos, yo estoy con Sebastián y el lo sabe. No se puede meter en el medio.
- Y no lo va a hacer, porque por si no te diste cuenta Christian te quiere a lo bien y te respeta, se le nota en la mirada.
- Yo lo conozco, estoy segura que me quiere y que me respeta por eso confío en él. Ojalá encuentre a alguien que lo ame como merece.
- Asi será linda, dios le pondrá en el camino a una gran mujer algún día. Ahora, ven. Toca prepararte.

Estuve varias horas sin decidirme definitivamente que vestido iba a usar en la presentación. Nunca me pasó de estar tan indecisa. Mi pelo y el maquillaje fue una elección de Malu, por supuesto que están perfectos, ella es la numero uno para eso.
Mi teléfono empieza a sonar y calculo que debe ser Christian.
- Hi Chris
- ¿Chris? ¿Estas de broma? — ¡Ay no!
- Seb...
- Si, Sebastián, creo que tu novio.
- No empieces... — no tengo cabeza para esto ahora, necesito que se relaje.
- Tu me confundes con el imbecil de Garret y el que empieza soy yo ¡esto es genial!
- Sebastián, estoy en Los Angeles, tengo un evento importante para mi ¿podes por favor comportarte una vez y no buscar pelea?
- Ya, suerte con lo que tengas que hacer bye
- ¡Espera!
- Dime...
- No voy a tratar de convencerte de algo que no hice, si queres pensar mal de mi hacelo. Lo que me parece, es que en cada momento clave de tu carrera te acompañe. Sin importar en que momento se encontraba nuestra relación, yo dejaba todo de lado y ahí estaba. No te lo reprocho, simplemente que me gustaría que dejes todo eso malo que estás pensando de lado y me mandes todo tu amor, que te sientas un poco orgulloso y feliz por lo que estoy haciendo, como yo lo soy con cada uno de tus logros.
- Buena suerte Alex.
- Dale, gracias Sebastian. ¡Muchas Gracias! Buenas noches
- Buenas noches. — corta la llamada.
Todavía no puedo creer que haga todo esto. Esta bien, soy una tonta, atendí sin mirar y ese error lo acabo de pagar muy caro. Me consumen la rabia y la angustia, me quedo sentada en un sillón con mi cara enterrada en mis manos, consumida en un llanto. Golpean la puerta pero no hago caso, segundos después se abre y no me levanto a ver quien es porque pienso que es Malu, pero como mis suposiciones nunca salen bien, no es ella. Esta vez si es Christian.
- Hey baby ¿que ocurre? — se inclina hasta a mi y me acaricia el pelo. Sigo sin despegar mi cara de mis manos. — por favor, mírame, Al ¿que ocurre? — trato de levantar mi cara lentamente pero mis lágrimas no paran de salir.
- Es... que... — bien tampoco puedo hablar la angustia no me deja — Se...Seb...
- ¿Sebastián? — pregunta y solo me sale asentir con la cabeza. Lloro más al escuchar su nombre — ¡lo voy a matar! ¿Que te hizo esta vez? — Chris esta muy molesto y se le nota. Aprieta los puños y tiene los nudillos blancos de tanta presión que les hace.
- Chris... por favor... — intento pararme para frenarlo pero las piernas me vencen y caigo sentada de nuevo en el sillón, rompiendo en un llanto aún más fuerte que el anterior.
- No, no, no — Christian corre hasta a mi, se agacha y me abraza con fuerza. Me acaricia el pelo mientras dice — I'm sorry baby, tienes que dejar de sufrir así, no mereces nada de todo esto princesa. Shh... ya, por favor, no te hagas esto. — sin quererlo sus palabras me reconfortan, tiene razón. Yo no me puedo hacer esto, no otra vez. No lo merezco. Despego mi cara de su hombro.
- Te arruine tu ropa — rompo el hielo de alguna forma.
- No te preocupes, puedo cambiarme. Tu, deberías hacer lo mismo.
- Arruine mi maquillaje y no se que vestido ponerme. — lo digo frustrada mientras camino hasta el extremo del perchero donde están todos mis posibles vestuarios.
- Primero, no tiene porque ser un vestido, no es gala. Y segundo, tú no necesitas maquillaje, eres hermosa Alexa Ferrer metete eso en la cabeza — se viene acercando a mi — ponte una falda, con esa remera que tienes y ya estás perfecta — me toma de ambas manos y yo dejo que lo haga — ¿estarás bien? — asiento con la cabeza — ¿quieres que busque a Malu? — asiento de nuevo sin decir ni una palabra. Me regala una sonrisa y yo hago lo mismo. Entonces besa mis manos y me da un último abrazo. — Te veo en unos minutos, espero haber sido útil.
- Gracias por todo, sos un gran amigo. — se va hasta la puerta y antes de salir escucho que dice.
- Siempre vas a poder contar conmigo.