Mi fin del mundo

Capítulo 40

Sebastian

Después de dormir por unas cuantas horas, me despierta mi teléfono celular que no para de sonar. Voy a lo que me interesa, el mensaje de Geogy indicándome la dirección de donde será la rumba de esta noche.
Busco algo decente que vestir mientras alisto todo para entrar en la ducha.
Una vez bañado y vestido voy a la cocina a ver si puedo encontrar algo sólido que comer. Con suerte tengo todo para hacer unos sándwiches, preparo unos tres. Tengo hambre y de seguro vamos a beber como si no existiese un mañana, por lo tanto, necesito comer. Vuelve a sonar mi teléfono y es mi madre.
- Alo mamá ¿como has estado?
- Sebitas me tiene con el Jesús en la boca. Otra vez la televisión pone fotos suyas que disque muy tomado de nuevo, saliendo de una discoteca. ¿Que es lo qué pasa mijo? ¿Por que estás tan prendido al trago? Esa no es manera de solucionar los problemas.
- Mami las cosas no son así — si, aprendí a mentir a la perfección y a torcer todo a mi favor — salí de un día eterno de trabajo, parchamos con unos parceros, nos divertimos y ya . Estaba cansado y confieso que el trago me pego duro.
- Hijo, no es la primera noticia tuya en ese estado. Es una tras otro cada fin de semana. Me preocupas demasiado, todo esto es por Alexa
- ¡No la nombres! — grito más fuerte de lo que pretendo.
- A mi no me grite niñito ¿que se ha creído? Yo soy su madre y me respeta porque me respeta. Usted será muy grande, recorrerá el mundo y se paseará borracho por las calles que quiera pero juicioso conmigo. Conmigo y con cualquier mujer, respete.
- Mami, lo siento. Discúlpame, no fue mi intención es que la nombraste y ya sabes no quiero hablar de ese tema. Me hace daño.
- A mi me hace daño verte así en las noticias y mucho más daño me hace que me grites. Ven a la casa pronto ¿si? Aquí hablaremos, bendición mi niño.
- Adiós mamá, lo siento. Iré pronto, lo prometo.
- A lo bien mijito. Adiós.

Luego de la charla con mi madre traté de no pensar más en que le grite ni el motivo por el cual lo hice. El recuerdo de Allie me atormenta y es por eso que no paro de tomar. Es la única manera de anestesiar mis pensamientos, eso y las mujeres. Quizás con un poco de suerte alguna me ayude a olvidarla, por el contrario eso jamás pasa, cuando las beso es a Alex a quien veo, cuando las tengo mis brazos siento que es ella la que me cobija en los suyos, pero al caer en la realidad ella no está. Nunca esta y necesito más alcohol para que al menos regrese a mi en mi imaginación.
Me aliste del todo y Geogy paso por mi junto con sus parceros.
El antro que se inaugura esta bien bacano. La música acompaña, el ambiente, las luces y ni más faltaba las niñas.
- Entonces que parce ¿le gusta el lugar o que?
- Una chimba Geogy, usted que si que es un duro pa la rumba.
- En la buena home.
- Quiero tomarme una foto aquí. Pa las niñas en las redes
- Ni que lo necesitara mijo pero hágale nomas

Es una buena foto para subir. Siempre tengo que tener cuidado con lo que publico, pues se fijan en todos los detalles y en cuestión de segundos averiguan donde estoy. Esto podría ser un caos si eso llegara a pasar. De seguro, el dueño del lugar se pondrá feliz, en cambio yo, me meteré en un buen que ni el verraco con Robert. No que va, ese man ya no me dejará pasar una más.
Al pasar una hora y varias rondas de tequila, nos rodeó un grupo de mujeres que ni se de donde salieron, ha de ser del cielo porque están bien lindas. O al menos eso creo, ya no coordino después de muchos tragos.
Seguimos bebiendo y tomando y de repente suena mi canción: Sutra. No logro a entender en que momento agarre mi celular y llame a Alexa, pero ella respondió a mi llamado. No se escuchaba nada por el intenso ruido del lugar. Solo me limite a cantarle "... lo que le gusta es que le cante al oído en la noche, que la mire y que le diga te quiero otra vez..."
- ¿Sebastián estas bien? — eso si lo logre escuchar pero no pude responder. — Sebas me estás asustando ¿está todo bien? ¿Necesitas algo? — otra vez me quede mudo.
Sentí que Geogy me tomo por el brazo.
- Parce sabe ¿que? Mejor parchamos para su apartamento, ya está bueno de rumba por hoy. Hay que despedirnos de las niñas y yo buscaré un taxi que lo lleve pa la casa.
- No que va home que recién empezamos — le digo con la llamada aún conectada a Alexa.
Al mirar por encima del hombro de Geogy me encuentro con la escena que no quería ver. Allie estaba con su teléfono en el oído, hasta que alza su mirada y me observa con sus preciosos ojos penetrantes que tanto amo, pero mi mirada fue directamente a su otra mano, la cual estaba cogida por alguien más. Un hombre. Uno que no era yo.
Me quito a Geogy de encima quien nuevamente se pone delante y me impide llegar a Alex.
- Parce, usted no puede montar un show maluco aquí.
- No voy a hacer nada, solo quiero saludarla. Geogy por favor hace meses que no la veo.
- Pero no está sola mijo, juicioso.
- Me vale un carajo con quien esté, voy a acercarme igual, quiero saludarla.
Allie desconecta nuestra llamada y se aferra aún más a la mano de su "acompañante", cada paso que doy es una puñalada por verlos así, agarrados en mis narices. Doy un sorbo al vaso que tengo en la mano hasta que por fin llego a ella.
- Hola preciosa.
- Hola Sebastián — cuanta distancia pone entre nosotros, no la culpo, lo merezco. No le paro bolas a quien todavía la toma de su mano. Tengo que hacer lo que sea para que la suelte.
- Allie ¿será que podemos hablar a solas un momento?
- No se de que queres hablar Seb. Este no es el momento y el lugar y dudo mucho que tengamos algo más para decirnos. A parte, no estás en condiciones para hablar. — wow todas juntas, si que está muy decidida en acabar con toda mi esperanza.
- Por favor, es solo un momento y no volveré a molestarte, estoy en condiciones, lo prometo.
- Voy con vos. — dice el muñequito que no suelta al amor de mi vida. Lo que me falta ¿y este quien se piensa que es?
Va a ser una larga velada...