03/09/18
11:15 p. m
"Mientras más común sea ver la sonriente expresión de alguien, más crudo sera el asimilar que en realidad no es feliz, que se disfraza de como realmente quisiera ser".
Muy tarde para escribir; ya sé, pero no he podido dormir, y escribir este informe me empieza a gustar mucho. Aunque sé que lo hago mal.
A las diez de la mañana, regresando de las clases mañaneras para ir a casa y almorzar para las clases de la tarde, decidí cambiar mi ruta usual; esa que compartía con mis "amigos", solo par no acompañarlos.
Mi nueva ruta de camino a casa me llevaba cerca del parque municipal; el más bello a mi parecer. Enorme, lleno de gente y artistas callejeros, sin contar la gran cantidad de vegetación y hermoso césped natural. Tenía unas cuantas monedas en el bolsillo de mi uniforme, las cuales gaste en uno de los pasteles que vendían por ahí.Mientras masticaba mi delicioso pastel y admiraba el parque como un ciego viendo por primera vez me fije a los lejos en un chico sentado en una silla de ruedas.
"¡¿Javier?!", pensé muy entusiasmado. Vacile un instante antes de acercarme, no sala si era él realmente. Sin embargo, me atreví a hablarle por fin al darme cuenta de lo que dibujaba: un hermoso retrato de quien sabe quien. Además ligero cabello castaño."¿Qué haces acá en el parqué? —pregunté muy alegre, aunque confuso—, ¿tu mamá dónde esta?".
Estaba muy feliz de verlo fuera del hospital, aunque aterrado de que hubiera ido sólo. ¿Será peligroso que un paciente con ELA este sólo? No sé, pero prefiero verlo acompañado.
Tras saludarme también contento me indicó dónde estaba su madre; hablando por teléfono unos metros más lejos."¿Y tú —preguntó— qué haces por acá?". Ojeó mi uniforme, aunque el escudo de mi camisa era tapado por mi tan querido chaleco rojo y negro.
Le conté que iba camino a casa y me detuve a comprar algo de comer. Le pregunté qué tan seguido visitaba ese parque. Nunca lo había visto por ahí antes.
"Es la primera vez en mucho tiempo", su respuesta me tenso, y no sé por qué. Su sonrisa siempre es contagiosa; es inocente, con unos ojos llenos de vida. ¿Mi sonrisa será así? Probablemente no... Quizás es más picara; tal como me contó Charly alguna vez mientras jugábamos videojuegos.
Javier me contó que su madre quería pasar mas tiempo con él, por lo que disminuyo sus horas de trabajo para ir al parque juntos. Si yo tuviera un hijo que padeciera ELA haría lo mismo; me aseguraría de que si llegara a morir, llenaría sus últimos meses o semanas de risas, bellos momentos y... No sé, quizás cosas que valgan la pena recordar, o sea; no él porque moriría, sino yo, pues... ¡Ah! No sé, ¡¿de que estoy hablando?! ¡Javier no morirá, no!
Le pregunte si podía visitarlo después de clases, por ahí a las seis y media de la tarde o a las siete. Él afirmó muy contento.
"¡Genial —dije—, pues hay cosas que te quedó contar!". Su madre guardo el celular y regreso, por lo cual me marche para no "estorbar". Me fui muy contento, pues la ultima expresión que vi en el rostro de Javier fue una sonrisa candida y humilde, como..., como las sonrisas sinceras de las madres; tan apacibles y reconfortantes.
¿Cómo eres capaz de mostraré tan feliz, Javier? Enseñame tu secreto; ¿cómo ser tan fuerte, cómo?
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Dame alas para volar
Teen FictionPor una tarea de instituto Víctor se ve arrastrado a "ayudar a otros". Parece una misión estúpida ante sus ojos, hasta que conoce a Javier Lindgren en el hospital, un extraño joven con una visión del mundo muy contraria a la suya. Comienza así un ca...