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Charly.

     "No siempre se trata de entender, sino de aceptar". ¿De quién había oído esa frase?

     No te das cuenta de lo que tienes hasta que lo pierdes... estúpida frase. No siempre es así. Siempre supe lo que tenia, y no fue mi culpa perderlo, o eso creo. Quizás nunca lo perdí. Quizás... ¿Habra realmente un problema entre nosotros? ¿Las cosas cuando comenzaron a ser tan incomodas?

     Durante todo el día trate hablarle a Víctor, o algo así; observe que hacia en clases, analizando sus movimientos y gestos... ¡Ya se! Es algo espeluznante, pero es algo que los dos hacíamos cuando el otro parecía triste o serio. Solamente... Creo que solamente esperaba que me viera, que chocara miradas conmigo, y allí yo diría: "perdón por mirarte tanto, es que estas guapo", luego el se reiría y contratacaria con algo sarcástico, como solía hacer antes. Pero no. Nunca me miro. Parecía que ya nunca me miraría.

     ¿Que hemos hecho?

     Durante los descansos fui con el grupo de chicos con los cuales se lo pasaba de vez en cuando. "Han visto a Víctor?", pregunte tras notar que no estaba con ellos. Me caen bien, pero en ese momento los odie por su respuesta: "no, ¿porque?, ¿le pedirás que vuelvan a ser novios?".

     No..., no soy tan valiente. 

     Espera... ¿Que? ¿De que estoy hablando? Nunca fuimos novios. Nunca lo fuimos ni lo seremos.

     No paso mucho tiempo hasta que mis nuevos amigos interrumpieron mi búsqueda. Estuve con ellos hasta la hora de la salida. ¿Como pude olvidarme de Víctor? ¿Porque no lo seguí buscando?...

     ¿Que es lo que estoy buscando?

      Hice mal al alejarme, o quizás el se alejo. No lo se. Pero si algo había decidido, era el encontrarlo e invitarlo al viaje en el barco de mis padres. Víctor nos había invitado en las anteriores dos vacaciones. Esperaba que, si aceptaba acompañarnos, podríamos solucionar lo que nos paso...

     ¡¿De qué estoy hablando?! ¡¿Cómo que "lo que nos paso?! Estoy enloqueciendo internamente por un problema que probablemente solo existe en mi mente. 

    ¿Tu me amaras, Víctor?

     Lo encontré por fin al acabar las clases. Todos salían como vacas del corral, emocionados por las vacaciones. No fue tan difícil encontrarlo, su saco hipster ayudo bastante. Pero... parecía a punto de correr tras la maestra de orientación.

     Víctor...

    Con un inexplicable entusiasmo, lo detuve antes de que se marchara.

—¡Víctor!

     Volteó al instante. Frunció un poco el entrecejo, lo que me bajo un poco los ánimos al ser una señal de que quizás le fastidio. 

—Ah, hola Charly.

     ¿Nervioso?, ¿enojado? ¿Cómo te hago sentir?

Dame alas para volarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora