Javier.
Sí yo fuera pintor...
La lluvia siempre me ha hecho feliz; las gotas corriendo por la ventana, el sonido de tantas lágrimas golpeando el techo..., me gusta.
Estaba solo dentro de esas cuatro paredes frías, tal como ya hace muchos días. Una sábana cubría la mitad de mi cuerpo, la mitad de mí ya sin control; apagada. Sólo era cuestión de tiempo para no moverme por completo. Para dejar de ser yo, y tomar la posición de un muñeco ya sin batería, que al no funcionar se tira.Lágrimas calientes corrían por mis mejillas, acompañando mis ahogados sollozos. Me dolía..., todo dolía. Los medicamentos ayudaban... pero no como en algún momento creí que harían.
Mi voz es diferente a como fue hace tiempo, pero me esfuerzo en que lo que diga siga reflejando la versión más honesta de quien soy.
Secaba mi rostro con aquella sábana blanca. No podía dejar de llorar, tal como no podía detener la lluvia. La lluvia no siempre se predice, y nunca se controla, igual a la tristeza que soltamos al estar solos..., sin ojos viéndote, en la oscuridad de un cuarto.
Sé que morir es natural, y acepto que este sea mi destino pero...
—Mami, ¿por qué lloras? —Cuando yo era más pequeño...
—Por nada, mi cielo, estoy bien— Hice una promesa...
—Tu carita se ve mal, ¿te caíste?—Le prometí algo a la mujer que más amo...
Había sido papá.
—S-sí, Javi, me caí —Pero ahora no se si lo pueda cumplir...
—Pero no llores, mami. Yo siempre estaré contigo... aún con la carita fea.
"Siempre estaré contigo".
Quisiera... que esa mentira durará más. Desearía que ese "siempre" fuera más largo... Sólo un poquito, un poquito y ya, lo suficiente para que... No llorara por mí.
Sí yo fuera pintor, te pintaría un mundo mejor, un mundo con sonrisas en vez de llanto, porque te amo.
Ahora... No queda más que orar por su felicidad, porque por más duro que sea para mí, sé que moriré feliz, sabiendo que disfruté lo poco que viví. Pues, vivo lo necesario para todo esto escribir ¿No?
Pero si tan solo pudiera cambiar las cosas... si tan solo pudiera cambiar la historia...
Pintaría sonrisas.
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Dame alas para volar
Teen FictionPor una tarea de instituto Víctor se ve arrastrado a "ayudar a otros". Parece una misión estúpida ante sus ojos, hasta que conoce a Javier Lindgren en el hospital, un extraño joven con una visión del mundo muy contraria a la suya. Comienza así un ca...