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"Desesperante es querer ayudar, hacer algo al respecto, pero que el problema esté lejos de tu alcance, simplemente no poder hacer nada. Impotencia".

Los días fueron lentos a partir de ese día: cuando hice llorar a Javier... de nuevo. No volví a visitarlo durante un par de días. La culpa me consumía por dentro. Todo parecía ir demasiado rápido, pero en mi interior todo pareció detenerse. No sé si lo que digo tenga mucho sentido. Sencillamente no sé.
Es estúpido sentirte responsable de los problemas de alguien más. Dicen que no se hay que estresar ya que todos tenemos nuestros problemas ¿No? Sin embargo, sentía que la felicidad de Javier, o solo su estado de ánimo dependía de mi, ¡No completamente!, eso sonaría feo, incluso tóxico. Sólo es que... No sé, supongo que me sentí culpable ya que, pudiendo yo hacerlo feliz, solo le traía aflicción a su vida.

¿Seré yo una mal amigo?

Considero a Javier mi mejor amigo.

Por el simple hecho de que "etiquetes" a alguien con "mejor amigo" no implica que seas el de él también. ¡Y está bien!

En serio pienso demasiado las cosas, hasta el punto de perder el punto al que iba dirigido mi estado absorto solo para entrar en otro tema, o hasta perder el completo sentido del contexto.

¿Alguien entenderá a que quiero llegar con tantos pensamientos revueltos?
No importa, supongo.

Al no poder comunicarme con Javier, las vacaciones parecieron ser eternas, aunque apenas habían pasado unos días. No tenía amigos con los cuales platicar. Me sentí solo. En esos momentos deseé no ser hijo único, o incluso: haber aceptado el viaje en barco con Charly. ¿Por qué no acepté esa propuesta?
No sé si las decisiones que tomo son las más maduras, y si es que lo son ¿cómo saberlo?

¿Cómo sabes que la decisión que tomaste es correcta?; ¿porque te hizo feliz?; ¿porque fue la que más te dolió?

"¿Cuánto tiempo vive un paciente con ELA?" Busqué en Internet. Esa pregunta daba vueltas en mi mente, mas no había hecho nada por saber la respuesta por miedo a esa misma.

"... Más de la mitad de todos los pacientes viven más de tres años después del diagnóstico".

"... Esta enfermedad es variable y muchas personas llevan una vida de calidad durante cinco años o más".

"... El cinco por ciento vive hasta 20 años".

Estuve un rato leyendo información sobre el tema, por curiosidad, o al menos eso quería que fuera, porque en realidad buscaba con desespero alguna cura. Ya había buscado antes una solución a la enfermedad, y me decepcione por no hallar nada, pero aun así continúe buscando, solo para repetir ese círculo vicioso de "ilusión, búsqueda, decepción".

Algo que me dejo confuso fue "¿por qué Javier, siendo tan joven, fue diagnosticado con ELA?". En Internet me explicaba que los pacientes eran mayormente hombres ya adultos. Miré documentales de las vidas de algunos diagnosticados. No encontré a ningún adolescente. Eso me hizo pensar: "¿será que el diagnóstico está equivocado?, ¿será que Javier en realidad no tiene ELA?".
Sólo me ilusionaba a mi mismo. Como ya dije antes: "ilusión, búsqueda, decepción".

Al final me mentalicé de que sí, sí tenía ELA; sí, puede vivir tres o hasta veinte años; y sí, sus síntomas no indican nada muy positivo.
Cuanto desearía..., cuanto anhelaba poder añadir un "pero".

No puedo salvarle la vida, ni alargarla, sin embargo me decidí en llenarla de luz...

Hacerlo sentir tan acompañado y entendido como él me hacía sentir a mí.

Dame alas para volarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora