Inusual [OMEGAVERSE]

21- Omega

Poco más para que Viktor viniera, 10 días para ser exacto ¿Por que accedió a aquella petición del rubio? Cuando le indico que sería bueno verlo, el peliplata pareció sorprendido y feliz, rápidamente comentó su interés en pasar tiempo con Yuuri, entonces Plisestsky apareció en la puerta, haciéndole un gesto pulgares arriba para incitar a que Viktor viniese a américa.

- ¿Vendrías por algunos días? Con Yura nos tomamos un descanso del entrenamiento exigente, yo bailaré junto al American Ballet Theatre en la dirección de Minako una versión actual de La Sílfide, quizá el ballet no es del todo tu interés, pero sería genial tenerte entre el público...

- ¡Iré! - Yuuri pudo ver la sonrisa emocionada del mayor en la pantalla- ¡O, esto es genial! He ido a muchas de tus obras sin saber que bailabas tú ¿Sabes lo torpe que me he sentido? ¡Ahora será en serio!- Yuuri sintió una cálida sensación en su pecho.

- Te reservaré lugar entonces- Sonrió el azabache.

Tras cortar la videollamada, Yuri se coló en la cama apoyando la cabeza en el pecho del mayor, Vicchan y Potya se sumaron por sobre las mantas. Le gustaba sentir como Yuri se incorporaba cada vez más a su rutina, a su forma de ser y a su entrenamiento, si, no lo habían abandonado del todo, pues eso repercutiría en el cuerpo del menor si así lo hacían, pero lo estaban tomando con calma, las rutinas estaban listas y la musica ya había sido acabada por Otabek y él, los trajes estaban en proceso de correcciones junto a Evans considerando los comentarios de Plisetsky y la censura de la FF.KK.

Le habían indicado expresamente que en la rutina que presentaron Yura se veía demasiado femenino y eso podía considerarse como un intento de manipulación a los jueces... Yuuri ni siquiera protestó ante aquella aberración de comentario. Censuraron el traje, pero no era algo que no hubiesen previsto con Valerius, en cuando se dieron los bocetos iniciales se enviaron a los encargados de la FF.KK sin los colores oficiales, y los aceptaron.

- Yuuri, vamos al cine- La voz de Yuri interrumpió sus pensamientos.

- ¿Alguna película en especial que quieras ver?- Dijo acariciando el cabello del menor suavemente hacia atrás.

- No realmente, pero sólo hemos salido de compras y a entrenar, vamos a distraernos y relajarnos fuera de casa- Puntualizó.

- Me parece bien.

Película de superhéroes, aunque Yuri no se vio emocionado en un principio, salió de la sala de cine completamente exaltado por la película. Cuando el azabache lo veía así, vibrando a cada estímulo frente a él, recordaba que Yuri no había tenido tiempo casi para ser un niño, siempre enfrentándose a temas adultos desde muy temprana edad... forjando el carácter volátil y hostil que todos conocían en él... pero Yuri es más que eso, es risueño y enérgico, busca formas de sorprender a la gente, le gustan las cosas llenas de glamour y brillos dorados, amaba a los gatos... o cualquier felino, en realidad. Tenía muchas facetas que nadie había tomado el tiempo de ver, salvo Nicolai, Yakov, y por supuesto, Yuuri. Le abrazo por detrás, rodeando sus hombros en medio de la escalera eléctrica de aquel centro comercial.

- ¿Eh? Oye cerdo, la gente puede reconocernos, más cuidado- Yuuri río.

- Ya me da igual- Reconoció- Que especulen, digan lo que quieran, no me privare de quererte- ¿Que mas daba? La gente se enteraría más temprano que tarde de que Katsuki Yuuri era musa, alfa y omega; y no sólo eso, estaba enamorado de un precioso omega como lo era Yuri Plisetsky a pesar de conocer a su pareja destinada. El azabache no podía ver el rostro del menor, pero las mejillas sonrojadas de Yuri mientras acababa su gaseosa y tomaba suavemente una de las manos del nipón que descansaba en su pecho, delataban también un amor que el ruso aún no se atrevía a confesar.