Inusual [OMEGAVERSE]

52- Flor de Invierno

- Viktor...- El mayor se había quedado estático y Yuuri no se podía mover debido al nudo- Vitya, contes...- Se movió abruptamente intentando separarse, el dolor para el nipón fue desgarrador, sin poder evitar gritar apretó la muñeca que Viktor mantenía en su cadera- ¡Vitya, detente!

- Yo... yo no quise, lo siento...- El mayor apretó su frente a la espalda del menor, aún intentaba quitarse a pesar de los gritos ahogados que provocaba en Yuuri- Lo siento, lo siento, lo siento- Repetía una y otra vez.

- Viktor, necesito girarme- El mayor negó- Vamos... necesito verte.

- No, no... lo siento- Yuuri estiró su mano hasta su nuca, notando aquella zona inflamada y sensible, cuando volvió a mirar su mano, las pintas de sangre eran pocas, pero aún así dolorosas.

- Esta bien, Viktor...- Dijo tranquilo, lamentándose para sí mismo ¿Que vendría ahora? El peliplata volvió a moverse.

- No está bien, no quiero esto, no así- Esta vez la negación de Viktor le dolió en el pecho y la cabeza, mareándolo y haciéndolo caer levemente hacia adelante, apoyándose en el colchón.

- Solo tranquilízate...- Respiraba con dificultad... como si en vez de aire aspirara aserrín. Sintió al mayor negar al mismo tiempo que su nudo cedía levemente dentro de sí- Vitenka, respira...- Pidió el menor, más el tacto del peliplata se alejó quedando únicamente la unión del nudo- Deja girarme, Viktor...

- No puedo verte a la cara, me lo advertiste y yo... - Sintió suavemente los dedos de Viktor palpar la zona donde mordió para alejarlos con rapidez, casi con miedo- Lo siento, Yuuri, lo siento...

- Tranquilo, Vitya- Quizá por las mismas emociones el nudo de Viktor volvió a ceder un poco.

- ¿Tranquilo? - Estaba llorando, Yuuri podía escuchar la voz temblorosa del mayor y podría asegurar que habrían lágrimas en su rostro. No podía girarse aún... maldicion- ¿Como puedo estar tranquilo? Siempre falló cuando se trata de estar contigo, siempre me equivoco...

- Viktor no es así...- Intentó consolar.

- No quiero esto - Queria vomitar, todo su cuerpo sintió repelus, sudaba frío- No debí...

Fue la gota que colmó el vaso... el cuerpo de Yuuri se remeció cuando Viktor se separó finalmente causándole un dolor sordo, tuvo que precipitarse a un cubo de basura junto a la puerta del cuarto para vomitar allí, no habían desayunado ni comido pesado antes de acostarse la noche anterior y casi todo fue únicamente bilis. Viktor se encerró en el baño.

Se quedo en ese rincón, intentando recuperar el aliento y la compostura... todo su cuerpo dolía, sentía como si hubiese sido puesto bajo una enorme cascada de agua fría, se levanto con las piernas temblando y el corazón adolorido, sus feromonas habían doblado su intensidad en un intento por llamar a Viktor... su omega estaba abrumado por el abandono tras ser marcado y Yuuri solo tenia ganas de llorar hasta morir.

Rebusco en el bolsillo pequeño de su maleta más grande y saco de allí dos jeringuillas... sabía exactamente lo que venia después de una marca vinculante. Celo.

Se miró en el espejo una y otra vez, la sangre de Yuuri no desaparecía de sus papilas, no importaba cuanta agua tomará. Queria salir de aquel baño ¿Por que se había encerrado? ¡Enfrenta las cosas como un hombre, Nikiforov! No podía seguir actuando como un niño. Respiro profundo notando las almendras y chocolate filtrándose suavemente por la ranura de la puerta; abrió lentamente, mirando de reojo el donde se podía encontrar el azabache, más para su sorpresa, Yuuri estaba sentado en medio de la cama envuelto en su gruesa bata color miel... demonios, el amarillo le venia perfecto al joven musa, resaltando con aquel cabello negro como la noche y ojos burdeos...