53- Rocío en la piel

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- Que te vayas... - La tensión entre Viktor y Yura tenia al nipón en una complicadisima posición, Yura solo llevaba dos días junto con ellos y entrenar con ambos se hizo sumamente incómodo .

En parte porque Yuuri no podía evitar rascar la marca en su nuca y al arrancar la costra liberaba aparte de aroma a sangre, su olor omega. Se había reprimido un poco colocándose un collar por sobre el parche que resguardaba aquella herida, pero eso impedía que la piel lastimada respirara y cicatrizara mejor. Por la noche, aquel mismo día en que Viktor le había mordido, él peliplata lo llevó a su cama, lamiendo la herida con cuidado, disminuyendo en dolor en el menor de manera considerable e impidiendo tajantemente a que Yuri entrara al cuarto.

- Ni de coña- Reprocho el rubio- Que lo único que has hecho es esparcir feromonas cada vez que cruzas tu mirada con el katsudon, ya te veo como un perro cayendo en celo y atraiéndolo contigo ¡En tres días viajamos a Francia!

Allí iban de nuevo... Yuuri se apartaba, tratando de calmarse a si mismo en la ansiedad que le daba ver a ambos destinados debatiéndose entre si. Cuando comenzaron a gruñir se vio obligado a colocarse en medio, por instinto, protegiendo al menor por sobre el cuerpo de Viktor.

- Basta los dos- Pidió con voz tranquila- Yura... vuelve a casa- Pidió amablemente, sin embargo, sintió el golpe en las costillas que le dio el rubio.

- ¡Hey, deja de ser tan agresivo!- Alego Viktor poniendo a Yuuri tras de él.

- No puedes estar hablando en serio, Viktor te ha herido más de una vez ¿Y quieres que te deje con él? No tengo motivos para confiar en el calvo ni la seguridad de que retrocederás cuando debas...- Viktor alcanzo a sentir las feromonas del menor cuando Yuuri le hizo a un lado para alcanzar a abrazarle.

- No puedo avanzar con Viktor si no tengo mi tiempo respectivo junto a él ¿Puedes entenderlo verdad?- Era un olor aprehensivo y lleno de temor, Viktor se sintió asqueado de saber que su imagen provocaba esa sensación en el omega.

Yuuri pidió el auto para el rubio poco antes de las ocho de la tarde, cuando arribo a la casa Yuri inmediatamente le mando un mensaje para avisarle, con eso pudo sentirse más tranquilo, a pesar que desde la partida del menor, Viktor se había encerrado en el dormitorio.

Cuando sintió la puerta abrirse, cubrió su cabeza por completo con las sabanas. El aroma de Yuuri era suave... seguía tomando sus supresores, así que por parte de él no había riesgo de un celo temprano o que se sintieran como destinados de repente... pero Viktor lo ansiaba tanto, Yura no mentía cuando decía que sus feromonas se disparaban al ver al azabache, no podía evitarlo; sentía todo su cuerpo arder de ganas por estar junto al de Yuuri... dentro de Yuuri. Entrenar había sido una tortura, no podía entender como el nipón podía mantenerse centrado corrigiendo a Yuri e incluso a él sin caer en los tartamudeos y el sudor frió que él mismo sentía ¿Tal vez no se sentía igual? No debía ser un genio para notar que Yuuri tenia un control y una resistencia inviables para alguien de su edad.

- Vitya...- Sintió el peso sobre el colchón, más no quiso moverse- Sé que estas despierto...- Dijo posándose sobre su cuerpo, Viktor mordió su labio-  No me ignores, Vitya... voy a llorar- Inmediatamente descubrió su cabeza. Yuuri sintió un remordimiento de manipular así al mayor. No lloraría, pero si se sentía un poco solo cuando Viktor lo evitaba así- ¿Vas a quererme?

- ¿Como no podría?- Yuuri había hecho aquella pregunta ladeando la cabeza... como amaba ese gesto- Siempre te estoy queriendo, Yuuri, incluso a lo lejos- El menor sonrió con un color rosa en sus mejillas que alegro a Viktor de tan solo verlo.

Inusual [OMEGAVERSE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora