Inusual [OMEGAVERSE]

59- Dagas

Lanzó la botella de coñac contra la pared... ya ni si quiera tenia licor, si no fuese tan vicioso, de seguro estaría perdidamente ebrio con aquella cantidad de alcohol en sangre, pero aún estaba lúcido y eso lo cabreaba aún más. Estaba en un cuarto de hotel, enanismo y mal trecho en algún barrio de mala muerte en los limites de Moscu... Gia ni siquiera le permitía volver a la mansión Góbulev... aquella maldita arpía incluso movió las escrituras a su nombre.

Aun tenia acciones, claro que si...  un misero 10%... le permitía vivir bien pero no a destajo, le permitía seguir abusando de su situación de poder, pero no como antes... y lo más importante. Había perdido a Plisetsky, tendría que pagar millones que no tenia para acceder a los tratados comerciales donde el menor había funcionado como detonante y atenuador de sus clientes. Ni si quiera había podido recuperar el dinero que había entregado con tal de oficializar su enlace con el omega... la COFUP actuó como si nada "El lazo de destinados es mucho más importante que nuestra ley, no separaremos un lazo ya formado" la mujer que le había dado la noticia estaba claramente del lado de Katsuki.

- Es un omega, no tiene la facultad de interponerse con un alegato de destinados ante mi compromiso- La alfa se rió, tenia el cabello castaño atado en una coleta alta, sus manos cubiertas por guantes negros perfilaron su rostro sosteniendo una sonrisa hacia Vladimir.

- Se equivoca, Señor Góbulev, para el registro ruso, Katsuki Yuuri es alfa, la Federación de patinaje le entrego el puesto de entrenador bajo aquel recurso y permitió que entrenase a un omega bajo la especulación de que su instinto omega le impediría abusar de él. Estableció su lazo de destinado con su omega, un lazo únicamente con su complementario y aunque el gobierno no lo estime así, con un gamma... así que, se equivoca. Katsuki es un alfa japones que reclamo lazo de destinados con Yuri Plisetsky, omega ruso. Sus papeles están en regla y fue confirmado con el alfa que el lazo estuviese cimentado...

- ¿Y mi tratado?

- No sé de que habla, señor Góbulev... en lo que corresponde a nuestra organización, no hay omega compatible con usted...- La mujer sonrió con gracia antes de dejarlo solo en aquel despacho.

Y huyo como el cobarde que era... no quería ver a su hermana, a su abogado o a aquella sirvienta a quien ni si quiera se tomaba la molestia de aprenderse su nombre, eran las únicas tres personas con quienes interactuaba últimamente. No sacaba nada con negarlo, actualmente el único que remecía sus instintos ni si quiera era Plisetsky... si, se había embobado con aquel desafiante rostro infantil, su cuerpo flexible y olor penetrante, discordante para un omega, pero ideal para él tras la primera vez que lo vio fuera de las pistas... no obstante, sus ojos estaban en otro ¿Era ridículo cambiar de objetivo ahora? Sí... Katsuki lo tenia asediado.

El padre de Yuuri negó su atención en cualquiera de sus clínicas, una tal señorita Okukawa medio para que distintos teatros y orquestas impidieran también su presencia en los recintos, aunque Gia no tomo acción como tal, Kion si lo había hecho y el nombre de Vladimir Góbulev en cualquier papel de negocio resultaba razón suficiente para un rechazo rotundo... por si fuera poco los hermanos mayores de Nikiforov, que ademas de asesorarlo en la demanda que lo mantuvo alejado del pequeño rubio y su entrenador japones por meses, estando en Rusia, y en especifico, el sensible de Noah Nikiforov había propuesto junto a sus socios la compra del único negocio a flote que quedaba para Vladimir. Una pequeña firma de moda para caballeros especializada en trajes de gala, Vladimir se había olvidado que la tenia dado a que la dejo a cargo de una joven mujer alfa hace ya unos siete años, increíblemente la marca se había expandido bastante fácil y rápidamente, dándole buenos ingresos sin estar al tanto... aunque ahora no servia de mucho notando que posiblemente seria obligado a vender...

- Es demasiado dinero, incluso parece estúpido... el único objetivo es dejarme sin nada- Alego Vladimir mientras que Noah mantenía una sonrisa boba en su rostro junto a sus manos entrelazadas suavemente sobre la mesa- Es el único negocio del que podría sacar provecho...