62- Otro

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El primer cuádruple lo clava como si tratara de respirar, Viktor sabe bien que ese nunca a presentado un problema, lo complicado eran los otros dos casi al final de su rutina, sus brazos se mueven pesados, como si una vieja cuerda intentara moverlos por él, parece confundido...

Nostalgia.

De eso iba su programa... nostalgia por ser quien era, un joven alfa privilegiado que avanzaba a grandes pasos en su carrera como patinador, innegablemente atractivo, de rostro amable y voz profunda... le prometieron tanto, todo era un castillo en la arena, humo...

Si se hubiese mantenido en aquella burbuja ¿Estaría... mejor? ¿Sería más fácil ser él mismo entonces?... su respuesta automática era que no, claro que no, más temprano que tarde se habrían enterado de que Ágata era musa, aquella niña era prácticamente su sobrina y aunque en general Viktor no le prestaba mucha atención a los asuntos familiares, haber pasado tiempo con Kieran y su familia había cambiado aquella visión.

- ¿Tío Viktor se quedara también hoy?- Bianca miro a su hija con atención, la pequeña se rehusaba a llamar papá a Kieran pero Viktor fácilmente había sido llamado tío.

- ¿Quieres que me quede?- Pregunto el peliplata con entusiasmo.

- ¡Si! e ir a patinar en la tarde- Sonrió Ágata.

- Es injusto, yo también patino- Alego Sasha con los mofletes inflados. A pesar de que Kieran había tenido la oportunidad de ceder la custodia de su pequeño hijo cuando este cumplió tres años, no fue necesario.

Kieran se caso como establecía la ley rusa con un omega designado por compatibilidad. Sergei Giuuyan había nacido en Rusia más sus raíces eran chinas, de asiático no tenia nada además de su lacio cabello negro, pues sus ojos eran celeste pálido, tanto que daban un poco de miedo... se llevaban por dos años, definitivamente calzaba perfectamente a la imagen de Kieran, alto y de piel pálida, su cuerpo era delgado y se vestía con elegancia, más el menor parecía siempre estar a la defensiva. Cuando Sasha nació todo pareció derrumbarse para el omega, cayendo en una terrible depresión post parto que le impidió cargar a Sasha hasta casi cumplir el año.

- Él... él se parece a mi, debía ser como tú- Sergei hablaba entre sollozos, Kieran se había rehusado a sacarlo del hospital hasta que se pudiera estabilizar un poco y tener a su cachorro cerca sin estallar en llanto- Esta mal - Dijo con voz distorsionada.

- ¿Porqué esta mal? ¿De qué hablas, amor? Es hermoso y ya lo amo- Kieran apoyo su frente a la de su esposo, quien no dejaba de llorar- Nuestro cachorro es lo más bello que existe, Sergei, porque se parece a ti... es tan pequeño...- Susurro a su oido, besando las lagrimas del pelinegro hasta que su llanto menguo levemente.

- Debía ser un Nikiforov...

- ES un Nikiforov...- Kieran pudo dilucidar entonces un poco del miedo de Sergei, apretando su mano con necesidad, logrando que el más joven le dirigiera la mirada- ¿Crees que dudo de él por no ser como yo? No necesita el cabello platino o mi lunar- Dijo refiriéndose al lunar bajo su ojo izquierdo, rasgo que Kieran había tomado de su madre junto con Noah... nada más que eso- No debes tener miedo por ello...

- Pero... pero todos ustedes se parecen- Sergei tenia razón, en la basta extensión del árbol genealógico de su familia todos los primogénitos eran alfas de cabello casi blanco y ojos gélidos... más aquello a él de daba igual, nunca pensó exactamente en un cachorro de cabello claro y ojos azules, bueno, quizá lo ultimo si, pero porque quería que la mirada de Sergei se repitiera... podía dar miedo en ocasiones, pero cuando sonreía... dios, como amaba a su omega al verle sonreír- Yo no soy nadie...

- ¿Como puedes decir eso? Eres Sergei Nikiforov, que nadie te amedrente- Su omega frunció el ceño y apretó su mano- Sergei... ¿Hay algo que deba saber? ¿Algo que te este pasando?

Inusual [OMEGAVERSE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora