Inusual [OMEGAVERSE]

33- Cicatrices

No puede decir nada, mantiene los ojos en la pista viendo aquella transformación que seguía impresionándole teniendo en mente a la bailarina de las evaluaciones y ahora a la muerte abriéndose paso. Yakov observa con satisfacción la evolución del patinaje de Yura.

El público estalla en gritos y Viktor sabe que el rubio ha quedado nuevamente en primero tras su programa corto, pero esta vez no se queda en  la sala común, se mueve al camarín omega. Alcanza a ambos Yuris antes de que ingresen al sector donde él tiene impedido el paso, Yuuri le entregaba un delicado beso a Plisetsky en la sien, el rubio lo aparta pero Viktor nota aquel sonrojo vivo en el menor y sus ojos brillantes... le gusta Yuuri, claro que lo sabe, pero ahora también se siente atraído por él.

¿Y él?

¿Que pensaba Viktor?

Volteo para notar al Viktor pocos metros más atrás, sintió el suave olor a menta del mayor y se sintió feliz de que se hubiese acercado. Soltó a Yura y tras sonreírle, avanzó hasta Viktor para tomar ambas manos del mayor.

- ¡Tu programa estuvo hermoso, Viktor!- El platinado sintió su corazón latirle en las orejas, los ojos del nipón chispeaban de alegria- Me sentí lleno de emoción, cambiaste tu enfoque o tus elementos ¡Algo hiciste y es magnífico! - El alfa retribuyó aquel tacto en las manos de Yuuri, apretando sus manos de vuelta.

- Gracias Yuuri, siempre tan observador...

- ¡Katsudon, me pondré celoso! Viktor tenía que destacar, le estoy pisando los talones- Se acercó con tono hostil, pero el rostro de Plisetsky era alegre...

Y se contagió.

Río junto al rubio y abrazó a ambos Yuris, haciéndole gracia la reacción del azabache mientras que Yura se quejó por el brusco agarre. Cuando los soltó, noto aquella mirada cálida de parte de ambos y no pudo evitar preguntarse ¿Que había hecho para estar en los ojos de ambos? No como una figura del deporte, un ídolo o una celebridad... estaba ante ellos simplemente como Viktor.

- Saldremos en un rato ¿Te vemos? - Preguntó el menor.

- Claro- Contestó el ojiazul.

Cuando entraron al camarín ambos se quedaron mirando... el olor del sitio era distinto. Yura era el único omega, no había razón para que nadie entrara a aquel espacio a menos que fuese parte del equipo de entrenamiento o la ISU.

O de alguna federación.

Yuuri se colocó frente al menor y sus feromonas comenzaron a dispersarse alrededor, cuando él omega sintió que el japonés intentaba apantallarlo comprendió que algo iba mal. No pregunto nada y se quedó en silencio, permitiendo que el azabache analizara la situación. De repente el nipón abrió los ojos y rápidamente sus colmillos se extendieron.

- ¿Cerdo?

- Quédate junto a la puerta y si alguien aparte de mí se acerca presiona el botón de alarma- Los camarines omegas contaban con un botón de pánico que informaba la irrupción del espacio protegido, avisaba directamente a la seguridad del recinto sin hacer mucho alboroto, los guardias solían ser betas y alfas pero en caso de que hubiesen intrusos en un espacio omega, solo iban betas- Yura...- El menor observó con impresión las garras del japonés mientras le extendía un collar- Póntelo - No refutó... no hizo ningún comentario. A pesar de que como omega Yuri tendría que asistir a las competiciones de la ISU con el collar de protección puesto, si Yuuri estaba junto a él - E irónicamente gracias a que la FFKK se dio el atrevimiento de colocarlo como alfa en las redes- podía no utilizarlo y el japonés se lo permitía. Que se lo entregara no era bueno.

Yuuri se separó del rubio tras asegurarse que cerrará el collar en su cuello, se movió rápidamente hacia los casilleros, el espacio de Yuri estaba abierto y la puerta de metal mostraba claros signos de haber sido forzada,  la ropa del menor estaba  dispersada por los banquillos, las feromonas en el aire tenían a Yuuri mareado y aguantaba las ganas de vomitar  y el reflejo de las arcadas en la ira que le provocaba percibir cedrón y almizclé.