29- Mar bravo

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- ¿No te parece cruel?

- Es solo cosa de tiempo, si no tengo a ese muchacho, entonces destrozaré a ese asiático que vino a meter su nariz donde no debe... no he estado pendiente de Plisetsky todo este tiempo para que me lo arrebaten así de fácil...

- Suenas como si hubieses cuidado de él, y ambos sabemos, es falso...

- Tenia que quitarle todo lo que tenía si pretendía verlo rogando por favores nuestros...

- No te resultó...

- Nadie lo siguió patrocinando en Rusia, su previsión de salud era pobre y menos que lo básico, su carrera puesta en duda desde que se atrevió a enfrentar a los más grandes... todo maquinado a la perfección hasta la llegada de Katsuki...

- Feltsman tampoco te lo había dejado fácil...

- A ese anciano ya no le quedaba tiempo... una vez que se hiciera a un lado, podría tenerlo en mis manos, la Federación no lo respaldará más tiempo si no trae el oro, algo que parecía evidente que no lograría si no fuese por su desempeño de ahora ¿De donde salió el desgraciado de Katsuki? ... oh, hermoso y testarudo chico ¿Todos te tienen en su propia jaula de oro, no es cierto? Papá te dará cadenas de diamantes y polvo de sueño para mantenerte consigo...- Vladimir miraba una fotografía de Yuri, su melena llegaba hasta el mentón y sus ojos miraban duros un punto lejano que dejaba su rostro a tres cuartos frente a la cámara.

- ¿No te preocupa Nikiforov? - Su hermana llevaba horas en el estudio junto a él, Gia Góbulevdaya llevaba años escuchando de la obsesión de su hermano con ese omega de cabellos rubios, no le sorprendía ya que ella también había comprado omegas, pero a diferencia de su hermano, que estaba moviendo influencias importantes, un muchacho lo compró por pena a un alfa de otra familia que se cansó de su juguete y al otro en plena subasta tras notar que era su destinado, cuidaba de ambos y se llevaba bien con ellos; Vladimir quería a Yuri Plisetsky por narcisismo y egolatría, por perversión... quería someterlo - Viktor le vio crecer, quizá pretenda protegerlo del tratado ruso. Aunque pienses en él como un adulto, 21 años aún suena a un cachorro para mí.

- Oh, para mi también- El tono pervertido en su hermano le hizo sentir repelus- ¿Sabias que Katsuki también es omega? - La ignoró a propósito- El maldito tiene los dos instintos... jamás había oído algo así hasta que llegó con los papeles en frente de mi e Ivanna- No quería oír nada más. Vladimir ostentaba más poder del que en verdad tenía, su hermana se estaba cansando de ello... era una lástima que su padre hubiese posicionado tan bien a su primogénito, pero ella no era ninguna inútil, si podía entorpecer los actos que pensaba llevar su hermano, lo haría- Me Preguntó a que olerá su omega... Yura huele a licor ¡Hasta su aroma es irreverente con su naturaleza!

- Eres un asco- Vladimir se rio sin prestarle atención- En fin... me iré- Dijo finalmente dejando una carpeta de documentos en el escritorio esperando a que su hermano no la tomara inmediatamente y le diera tiempo de salir, pues en aquellos documentos, se demostraba que Gia había logrado mover sus ingresos y poder suficientes para dejar a Vladimir únicamente con el 16% de la fortuna familiar. El alfa dependía de aquello... jamás en su vida había resguardado en ahorrar o amasar fortuna, confiado en los haberes que tenía de su padre muerto, más los Góbulev eran víboras astutas... sobretodo Gia.

- ¿Ansiosa por ir con tus mascotas, alguna está en celo? - Gia miró molesta a su hermano y dio media vuelta, el repiqueteo de sus tacones fue acompañado segundos después por pasos más grandes- Al menos podrías dejarme verlos...

- No les agradas a ninguno, incluso yo estoy comenzando a plantearme si en verdad te soporto tanto como para venir aquí cada trimestre- El mayor pasó su brazo por sobre los delgados hombros de Gia. Ambos tenían el cabello castaño, largo y lacio, sus ojos eran almíbar, un amarillo tan pálido que el emblema con las serpiente bicéfala de su familia caía perfectamente sobre ellos, hermanos mellizos- No me apestes... Ademas, no son mascotas, al menos llámalos mis compañeros si no piensas aprenderte sus nombres- Contesto la mujer apretando fuertemente la muñeca del contrario.

Inusual [OMEGAVERSE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora