Inusual [OMEGAVERSE]

35- Caballero en armadura

Mantuvo la mirada incrédula en Yuuri hablando con Otabek Altin... ¿Porque estaba el DJ allí?

Lejos lo que más le llamaba la atención era la cercanía con que se desenvolvía el japonés con el otro alfa. Valerius irrumpió su modo estático de observación empujándolo a un lado para gritar el nombre del kazajo y colgarse del cuello del mismo. El rostro del alfa se hizo serio a penas Evans lo invadió, más Yuuri les observaba entretenido.

Se acercó despacio, ya que el aroma de Altin y el de Yuuri se había mezclado haciéndolo sentir incómodo. Sin percatarse de aquello, se lo transmitió al azabache y el nipón de inmediato lo miró extendiéndole su mano, cuando Yuri la tomó, fue jalado al lado de su destinado, quien le recibió  con un beso en la mejilla.

- Gustó verte de nuevo, Plisetsky- El kazajo hizo un movimiento con la cabeza al que Yuri no pudo responder de otra forma, si no sonrojándose. La voz profunda y calmada de Otabek se filtraba en sus oídos como campanas.

- ¿Se conocen? ¿Como lo conoces? - Apuntilló el colorín aún aferrado al cuello del dj.

- Se infiltró con 16 años a un pub donde tocaba en Barcelona para que hiciera un mix para su programa de exhibición al día siguiente- Valerius miró sorprendido al kazajo, a Yuuri, al omega rubio y luego de vuelta a Yuuri.

- Fue una buena rutina...- Indicó el azabache.

- Vaya... el tigre ruso siendo más bien la gata rusa ajajajaja, es que me lo puedo imaginar escabulléndose con su rostro de muñeca - Yuri le propino a Valerius un golpe en el hombro que acabo en una pequeña disputa entre ambos mientras se quejaban por la actitud del contrario. Yuuri les miraba entretenido de toda la estupidez que se decían el uno al otro, Otabek miraba al japonés con distintas dudas asaltando su mente.

- ¿Han cambiado mucho las cosas desde nuestra ultima vez?- Yuuri le sonrió con picardía y acerco a su oído mientras los dos omegas seguían quejándose del otro.

- ¿Interesado en repetir, general?- Otabek pudo sentir una corriente eléctrica partir en su nuca y acabar en sus caderas.

La ultima vez que Yuuri había tenido un encuentro con Otabek había sido hace año y medio, Yuuri y Chihoko se permitían ciertas "licencias" dada a la naturaleza del varón y a que Chihoko solían atraerle algunos colegas para encuentros casuales y así... para la modelo era Phillard Cohen, un modelo de ascendencia filipina y para Yuuri, Beka. Lograron reunirse en Canadá, luego de que Yuuri acompañara a Mari y su padre para abrir una nueva clínica de maternidad en la ciudad de Winnipeg.

Se hospedo en un hotel reconocido y pidió un cuarto en el ultimo piso, los ríos y las áreas verdes de la ciudad eran fácilmente observables desde el amplio ventanal... cuando sonó el teléfono que avisaba la llegada del menor Yuuri sintió el calor arremolinarse entre sus piernas. El azabache no alcanzo a saludar al menor cuando las feromonas del mismo lo envolvieron para pocos segundos después sus brazos lo apresaran y sintiera el aliento del kazajo en su cuello.

- Es una locura- Le dijo el menor- ¿Como un mensaje tuyo me hace moverme de inmediato?

- También quería verte, Beka- El beso entre ambos se sintió como lo que más habían extrañado en años.

La relación que ambos habían formado luego de que Yuuri le confesara ser musa y pidiera ayuda para poder relacionarse más con alfas y con mayor exactitud, poder disfrutar en la cama con un alfa, estaba llena de confianza, liberación, ansiedad y camadareria, Otabek Altin salia de aquella actitud parca y un tanto retraída para desvivirse en Yuuri, mientras que el japones podía dejar de lado su timidez y recato usual que mostraba en público para abrirse a Otabek en aquel instinto que tanto miedo había tenido del mundo y de su contra parte. El omega de Yuuri confiaba en Otabek como en ninguno, quizá incluso más que en Valerius cuando compartían sus celos.