--no entiendo nada -- sentenció la otra mujer. --no puedo creerme que Tim te haya sido infiel, Lucero.
--y no me lo ha sido, técnicamente no. Esa mujer y el se conocieron hace años y ahora el ha decidido volver con ella. No puedo contarte más nada, lo siento.
--¿¡como que no!? --estalló Lisa indignada. --si ese cretino te ha dejado por otra meses antes de la boda, puede irse al infierno.
--es complicado.
--¿¡complicado!? Virgen santa, no, no lo es, Lucero, si tú le amas y el te ama, no es complicado. Hazme caso, yo me enamoré de un hombre que estaba empecinado en no volver a creer en el amor y que además tenía una hija que ne odiaba.
--¿y que hiciste?
--a ella la maté y a él lo descuarticé, y meses después conocí a tu padre --bromeó.
Y Lucero por fin comprobó que seguía teniendo la capacidad de sonreír.
--Lisa... --suspiró para contener las lágrimas que le habían aparecido en los ojos.
--si amas a alguien de verdad no lo dejas escapar así como así.
--supongo que esa es la cuestión, mamá. --una lagrima resbaló por la mejilla de Lucero y la otra mujer lo supo a pesar que no podía verla. -- Tim no me ama, y yo a él tampoco.
--oh, Lucero, pequeña lo siento.
Lucero se secó furiosa una segunda lágrima .
--en fin --suspiró y fingió que dejaba de llorar -- solo te he llamado para decirte que la boda se anula y que no hace falta que vengais a Boston.
--ya tenemos los boletos, así que papá y yo iremos de todos modos.
--no hace falta, estoy bien --afirmó con la voz que utilizaba en su programa de televisión.
--vamos a ir, Lucero ¿quieres hablar con papá? Está en el jardín, pero puedo avisarle.
Lucero sonrió al imaginarse al tosco de su padre podando los rosales.
--no, no hace falta, cuéntaselo tú, ¿quieres? Yo llamaré dentro de unos días.
--el miércoles por la mañana --se burló Lisa. --lo sé.
--quizá me vuelva un poco loca y llame antes.
--llama cuando quieras, cariño. ¿Quieres que llame a tus hermanos también?
--sí, mamá, gracias.
--de nada. ¿De verdad no quieres que vaya? Puedo coger un avión esta misma tarde.
--no. --suspiró y se convenció de que era verdad. --no vale la pena que gastes el dinero en eso.
--no digas tonterías, Lucero. Si quieres que vaya, voy --Lisa la oyó vacilar, y propio de una mujer tenaz como ella, volvió a insistir. --y no se hable más.
--no hace falta, mamá. De verdad. Tim me dijo que mandaría un breve comunicado oficial a la prensa, por eso te he llamado, porque quería avisarte.
--¿y si Tim vuelve?
--no volverá --dijo, y comprendió que estaba convencida de ello sin saber cómo. Tim no iba a volver, al menos no para estar con ella.
--esta bien, cariño, como tu quieras. Llamame el miércoles, pero vete haciendo a la idea de que nos vemos dentro de unos meses. Tu padre y yo te echamos de menos, ¿sabeis?.
--yo también, mamá. --trago saliva --tengo que colgar, todavía tengo que ducharme y... Tengo que colgar --antes de ponerse a llorar.
--claro, cariño. Adiós, y cuídate mucho.
Lucero colgó y se apresuró hacia el baño para meterse bajo la ducha y poder decirse que lo que tenía en el rostro era agua y no lágrimas.
Otra vez.
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Las reglas del juego #LC
RomanceLucero Hogaza tiene la vida perfectamente planeada y está a punto de conseguir lo que quiere : va a tener su propio programa de noticias económicas y en dos meses va a casarse con un hombre maravilloso. Pero una noche Tim cancela la boda y la abando...