Era la primera vez que sentía todo eso.
y lo había sentido por Fernando Colunga, un hombre al que llevaba odiando más de un año y medio.
¿ era posible que todo ese odio se debiese a la fuerte atracción que evidentemente sentía por él? ¿ de verdad se había comportado como una niña pequeña que se dedica a insultar al chico que de verdad le gusta?¿tan poco cariño le sentía a Tim qué que a un mes de romper con él ya se había lanzado a los brazos de su mejor amigo?
¿ y él? ¿ qué sentía con respecto a todo eso?
Lucero tenía muy poca experiencia con los hombres, mucho menos de lo que pensaba a juzgar por lo que sucedió esa noche.
¿ Fernando besaba así a todas las mujeres con la que estaba? ¿ a todas le susurraba y la tocaba como ella? cerró los puños y se dijo a sí misma que no tenía derecho de estar celosa por el pasado, presente o futuro de Fernando Colunga. Ellos dos no eran nada.
O eran algo demasiado complicado que no se veía ahora capaz de definir.
Lucero nunca había experimentado tanto placer sexual con nadie, pero por lo que ella sabía, quizás él sí. Quizás para Fernando esas situaciones eran de lo más normal. Clavó las uñas en el asiento de cuero negro del taxi. No, era imposible que él besara así a las demás. Ella no se había imaginado los temblores que lo habían sacudido, ni tampoco el gemido brutal que se le escapó de su garganta al terminar. Y el modo en que la había mirado antes de que ella saliera corriendo.
Da igual, se dijo a sí misma, jamás lo volveré a ver.
<<¿ porque no? >> le susurraron las hormonas de su cuerpo.
no quería volver a verlo porque no quería que se regrese de ella y porque no quería replantearse en serio haber pasado más de un año enamorada (sin saberlo) del mejor amigo de su prometido.
Era ridículo.
además, Incluso en el improbable caso de que Fernando Colunga sintiera algo por ella, sólo curiosidad, ella jamás podría confiar un hombre como él.Fernando llevaba treinta minutos parado frente a la puerta de su casa. No podía dejar de mirarla, igual que tampoco podía dejar de ver el rostro de Lucero al irse.
¿Que diablos había sucedido?
Si aquel encuentro hubiese sucedido con cualquier otra mujer, Fernando diría que acababa de echar el mejor polvo de toda su vida. Pero la mujer que acababa de hacer que perdiese el control, que lo había excitado con sus besos y su pasión, y que lo había convertido en un animal en celo incapaz de controlarse, no había sido otra que Lucero Hogaza. Lucero ex pantalones de acero, jamás podría volver a llamarla así. La mujer cuyos comentarios llevaban meses amargandole la vida, la mujer que había estado a punto de casarse con su mejor amigo. La mujer con la que él, sin ser consciente, llevaba meses obsesionado. La mujer que se había negado tocar y que ahora quedaría para siempre grabada en la yema de sus dedos.
Respiró hondo y sintió como si Lucero volviese a deslizarse dentro de su cuerpo.
Antes, cuando ella recitó todas esas cosas que sabía de él, como por ejemplo que era zurdo y comía con la derecha, Fernando se dio cuenta de que él sabía la misma cantidad de detalles absurdos e íntimos de ella, o más por ejemplo que siempre pide café solo, excepto cuando está muy cansada que pide una infusión de menta. Su familia vive en Miami y ella siempre llamaba a sus padres los miércoles. Apenas tiene relación con sus hermanos, su mejor amiga es pamela. Y al igual que yo es zurda, y la única cosa que hace con la derecha es cepillarse los dientes. No se muerde las uñas, pero cuando esta nerviosa se toca el anillo que lleva en la mano derecha y lo hace girar sobre su dedo. Es pésima usando el móvil y siempre tiene frío.
Necesitaba saber más cosas de ella tanto como volver a besarla. O volver a perderse dentro de ella.
Lo había llamado "fer", antes de besarlo lo había llamado así. Lo había mirado a los ojos y durante unos segundos no le había ocultado nada. Se lo había dado todo y lo había llamado por si nombre.
Y cuando terminaron se lo arrebató y volvió a llamarlo "Fernando ".
Respiró hondo y al hacerlo inhaló el perfume de Lucero, que todavía seguía flotando allí. O tal vez se lo imaginó. ¿Que diablos había hecho? Se había echado encima de ella como un animal salvaje y le había echo el amor de pie, contra la puerta y sin desnudarse. Eso es lo que había hecho y, por más que lo intentase, y no estaba seguro de querer hacerlo, jamás se arrrpentiría.
De hecho, si por arte de magia, ella volviese a aparecer en su casa, haría exactamente lo mismo.
Y más, mucho más.
Pero por el modo en que lo miró antes de irse, sabía que era imposible, Lucero no volvería.
De lo único que se arrepentía era de no haberla besado hasta que le doliesen los labios, de no haberla desnudado y de no haberle cubierto el cuerpo con caricias y susurro.
De no haberle pedido que lo besara y lo tocase.~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Chicas perdón que demoré en subir el capítulo, es que se ha estado complicando un poco, pero lo bueno es ya pude subirlo 🎊.
Espero que lo disfruten. 😘
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Las reglas del juego #LC
RomanceLucero Hogaza tiene la vida perfectamente planeada y está a punto de conseguir lo que quiere : va a tener su propio programa de noticias económicas y en dos meses va a casarse con un hombre maravilloso. Pero una noche Tim cancela la boda y la abando...