Lucero se sonrojo y apartó un poco la mirada. Fernando no se movió y siguió mirándola fijamente, decidido a no permitirle que se distancie de lo que estaba sucediendo entre ambos.
--es el horno --le explicó --se quemará el bizcocho, vuelvo enseguida.
Fernando no se apartó porque sabía que si ella salía de allí sin reconocer lo que estaba pasando, encontraría el modo de volver a levantar en muro entre los dos.
--por favor, fer--le dijo, tocandole la mejilla con una mano.
Si ella supiera el efecto que tenía en él que lo llamase así, jamás podría negarle nada. Y si a eso le sumaba que lo había acariciado con ternura, a Fernando le resultó imposible seguir resistiendose. Salió con cuidado de ella y se tumbó en la cama.
Lucero se levantó de la cama y cogio una bata que tenía encima de una silla en el dormitorio y empezó a ponérselo ya en el pasillo mientras se dirigía a la cocina.
Fernando se quedó allí con los ojos cerrados y el corazón acelerado, oyendo como ella efectivamente apagaba el horno y sacaba algo de adentro. El aroma a vainilla que había estado presente en el apartamento desde que él estaba presente se intensificó. Lucero estaba tardando demasiado, pensó Fernando con desesperación, aunque quizá solamente estuviera organizando algo en la cocina. Oyó los pasos de ella en el pasillo acercándose de nuevo hacia el dormitorio y suspiró aliviado. Lucero no había cambiado su opinión respecto a él.
Y entonces sonó el móvil.Lucero se había planteado no volver al dormitorio. Había pensado salir en bata y esconderse hasta que Fernando se fuera de su apartamento. Se había planeado encerrarse en el baño. No podía tener una relación con Fernando colunga.
El abandono de Tim le había hecho daño. Si Fernando la abandonaba la destrosaría. Solo tenía que fijarse como era el sexo con él;con Tim nunca se había sentido morir, nunca había tenido la sensación de que si Tim no la poseía, ni quería seguir viviendo. Con Fernando, se veía capaz incluso de matar a cualquiera que impidiera que él la besara. Ella no era así, no tenía esa clase de reacciones. Era una chica normal y tranquila que lo único que quería era tener un buen trabajo, una familia y un futuro estable. Y Fernando colunga era todo menos estable.
Pero tampoco era una cobarde, ni una infantil, ni una remilgada. Era perfectamente capas de tener una aventura con Fernando. Además, él nunca le había insinuado que quisiera algo más serio con ella. Tal vez se estuviera agobiado inesecariamente. Tal vez el solo quisiera acostarse con ella. Si, de seguro que Fernando solo quería sexo, era imposible que quisiera algo más. El que los dos hubiesen perdido la razón, y sean insendiarios en la cama no significaba que se dejaron de llevarse mal. Podrían ser amantes hasta que uno de los dos se aburriera. Sacó el pastel del horno y decidida camino hacia el dormitorio.
Estaba dispuesta ser su amamte, pero entonces sonó el teléfono y recordó que lo había dejado en la barra de la cocina. Así que giro sobre sus talones y fue a por el.
Era pam.--¿si? --contestó.
--hola lu, ¿que estas haciendo?
Lucero se sonrojo solo con pensarlo.
--acabo de sacar un pastel del horno.
--¡y no me has invitado! --exclamó ofendidisima su amiga --no importa, estoy a menos de diez minutos de tu casa.
Oh Dios!
--¡no, no vengas!
--¿por qué, acaso tienes compañía pillina?
--no, estoy sola.
--¿de verdad?
--pues claro que estoy sola, ¿con quien quieres que esté?
--no sé, ¿con el capitán de los Patriots?
--no digas tonterías, no hace ni dos meses que rompí con Tim. No estoy con nadie, y no quiero estar con nadie.
--vale, vale no te pongas a la defensiva.
Lucero oyó un ruido en el pasillo y se dio media vuelta. Fernando estaba vestido y plantado en la puerta de su cocina. El modo en el que le brillaban los ojos y como apretaba la mandíbula le dejaron claro que lo había oído todo. Ella tapó el micrófono del móvil y separó los labios para decirle algo, pero no pudo. El esperó unos segundos, sin apartar la mirada, retandola con ella. Sin ocultar que le había dolido la última frase. Lucero no hizo nada, no pudo, entonces Fernando asintió, giro hacia la puerta y salió del apartamento sin decir nada.
--¿lu? ¿Lucero?
La voz de pam la hizo reaccionar.
--perdona --dijo lucero tras carraspear --me he distraído ¿que decías?
--llegare dentro de diez minutos, ¿vale?
--vale.
Colgó y fue a ducharse. Otra vez lo había arruinado.~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Chicas perdón por la demora.
Esta tarde subiré otro para recompensarlas ♥️
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Las reglas del juego #LC
RomanceLucero Hogaza tiene la vida perfectamente planeada y está a punto de conseguir lo que quiere : va a tener su propio programa de noticias económicas y en dos meses va a casarse con un hombre maravilloso. Pero una noche Tim cancela la boda y la abando...