Cap 70

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Le dieron el alta dos días más tarde, y Lucero y él abandonaron el hospital agarrados de la mano. Gracias a un escándalo relacionado con un famoso cantante no tuvieron que lidiar con periodistas y pudieron llegar a casa de Fernando sin ninguna dificultad. Tim y Amanda habían ido a visitar a su amigo el día anterior, y aunque los primeros minutos fueron algo incómodos con los cuatro metidos en esa habitación tan Pequeña , enseguida se rieron.
En realidad, fue Amanda la que se encargó de aflojar la tensión y establecer la base de su futura amistad.

--bueno Lucero, es un placer conocerte --le dijo acercándose a la otra mujer para darle un abrazo.

--lo mismo digo --contestó esta sincera y confusa.

--no te preocupes, sé que no somos competencia, basta con mirarte un segundo para saber que estas loca por Fernando. Y basta con mirarlo a él para saber que le arrancaría la cabeza a cualquiera que intentase apartarte de su lado.

--gracias --farfulló Lucero.

--lo que no entiendo --dijo Amanda mirando primero a Tim y luego a Fernando --es como estos dos idiotas no se dieron cuenta antes.

Fernando no lo dijo entonces, pero estaba convencido de que si Tim no hubiese dejado a su entonces prometida para irse a París a recuperar a Amanda, él habría impedido la boda. En sus entrañas sabía que jamás habría permitido que Lucero se casase con Tim, jamás.

--¿en qué estas pasando? --le preguntó Lucero ahora de camino a su casa. Conducía ella y estaban saliendo de la ciudad rumbo a la casa de Fernando.

--en que si Tim no te hubiese dejado habría impedido que te cansaras con él.

Ella apartó una mano del volante y buscó la de Fernando para tocarlo. No podía decir una frase así sin tocarla.

--gracias --susurró emocionada.

--¿por?

--por decir eso.

--es verdad, esa noche en el L'Escalier quería besarte, cuando me tocaste en el pasillo tuve que contenerme para no arrancarte la ropa y poseerte allí mismo. Habría perdido el control tarde o temprano. No sé cuando ni cómo, pero te aseguro que habría impedido que te casaras con él.

--yo... -- se humedeció el labio --cuando viniste a la emisora y me trajiste la caja de bombones, pensé que me moriría si no me besabas. Te eché porque me dolían las manos de lo fuerte que tuve que alretarlas para no tocarte.

Fernando se limitó a asentir y a estrecharle los dedos. No podía hablar, no podía respirar, necesitaba consentrarse en mantener la calma y no besarla allí mismo mientras conducía.
Por suerte llegaron a casa en menos de cinco minutos y Lucero detuvo el vehículo en la entrada con movimiento bruscos pero eficaces. Fernando se giró y cuando vio cómo ella lo estaba mirando, se le detuvo de nuevo el corazón.
¿Cómo diablos había podido estar más de un año tan cerca de ella sin saber quién era, lo que significaba para él?
<<lo sabias >>.
Salió del auto sin decir nada y a buscarla. Abrió la puerta del conductor y la tomó en brazos para besarla. Caminó hasta la casa sin separar los labios de los de ella y sin dejarla en el suelo. Al, apoyó a Lucero levemente en la entrada para buscar las llaves con la mano derecha y cuando las encontró, abrió y volvió a besarla como si llevarán siglos sin hacerlo.
Cerró la puerta de una patada y durante un segundo pensó en llevarla al dormitorio y hacerle al amor con la desesperación que le ardían las venas. Pero cambió de opción.
La depositó un segundo en el suelo y la miró a los ojos.

--te amo Lu. Eres s mi vida ahora y siempre. Empecé a sentir el día que me tocaste por primera vez y moriré el día que dejes de hacerlo. Jamás habría dejado que le pertenecieras a otro.

--Fer...

Ella se puso de puntillas y lo besó. Los labios de él se rindieron a su paso y Lucero volvió a sentir, igual que siempre que lo besaba, desde que encontró su hogar. Recorrió el interior de la boca de él con la lengua y le acarició la nuca y el pelo. Fernando se estremeció y la sujetó por la cintura para pegarla a él. Ella entonces aflojó los dedos y los deslizó por la musculosa espalda de él con intención de quitarle la remera.
Fernando la sorprendió dando un paso hacia adelante y luego otro y otro, hasta que la espalda de Lucero chocó contra la puerta de madera. Entonces ella abrió los ojos y vio que él sonreía.

--de todas las cosas que han sucedido entre los dos...

--¿si? --lo animó a seguir ella cuando él se quedó en silencio y empezó a bajarle la cremallera lateral del vestido.

--hay dos cosas de las que me eh arrepentido siempre.

--¿cuáles? --perdió el aliento al notar que él deslizaba la mano dentro del vestido y la colocaba encima de su piel.

--de no haberte desnudado el primer día que hicimos el amor.

Lucero volvió a respirar

--¿ah, si?

--si --contestó Fernando antes de besarla.

--¿y la segunda? --susurró

--de no haberte hecho el amor con ese collar de perlas que te caía por la espalda aquella noche en L'Escalier --confesó él recorriendole precisamente esa parte del cuerpo con los dedos.

--el collar lo tengo en mi apartamento --suspiró Lucero --podemos ir a buscarlo.

Fernando le besó el cuello muy despacio.

--no, no creo que pueda esperar tanto --Lucero le pasó los dedos por el pelo y lo notó temblar --creo que voy a desnudarte y hacer realidad todo lo que soñé aquella madrugada-- añadió pegado a los labios de ella.

--¿que soñaste con hacerme?

Fernando se apartó y la miró a los ojos. Con la mano que tenía libre le acarició el rostro y le susurró :

--esto.

Y le declaró su amor con un beso.
Tras aquel beso sincero, desnudo, de entrega absoluta. Fernando se apartó sólo para desnudarlos a ambos. Y cuando estuvieron piel con piel le hizo el amor del mismo modo que se lo había hecho aquel primer día, contra la puerta de su casa, como si su vida dependiera de ello... Porque así era. Pero al terminar ella no cogio la ropa y se fue asustada, sino que lo abrazó, lo besó, entrelazó los dedos con los de él y le dijo que lo amaba. Y así se acostaron juntos, con las manos entrelazadas.

Restaurante L'Escalier, unos meses más tarde

La cena de celebración iba a tener lugar en el restaurante más exclusivo de Boston. La directiva del club había reservado todo el local para agasajar a sus jugadores, sus familiares y a todo el equipo técnico de los patriots tras una de las mejores temporadas de la historia. El personal de L'Escalier se encargará de la cena llevada a cabo tanto si el equipo ganaba o no la Super Bowl.
Ganaron.
Fue un gran partido. Lucharon por la victoria hasta el final y lo lograron.
Los New England Patriots habían ganado la super Bowl.
Pero la cena de esa noche iba a contar con una gran ausencia, bueno, dos en realidad : el capitán de los Patriots, Fernando Colunga, no iba a asistir  porque su esposa decidió dar a luz esa misma noche.

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Chicas aún faltan algún que otro capítulo para el final, así que vayan preparando pañuelos porque desde ahora estoy llorando 😭.
Pero bueno... Espero que hayan disfrutando de esta historia ❤️💞

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