Cap 17

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Salgo de la ducha y prácticamente sin secarme me visto furioso y recojo la bolsa con movimientos bruscos.
¿Como es posible que acabe de ducharme y que ya tenga la espalda empapada de sudor?
No puedo dejar de pensar en esa ridícula mancha de mantequilla y en lo mucho que he tenido que contenerme para no limpiarsela con un beso.
O con la lengua.
Maldita sea.
Lucero es la prometida de Tim.
<<no, no lo es >>
Da igual, Lucero nunca me ha despertado esa clase de reacciones.
<<mientes >>
Sí, miento, y al parecer discuto con mi consciencia
Bajo la escalera y cuando llegó a la calle me pongo una gorra de béisbol de un equipo de otra ciudad y las gafas de sol. Con este sencillo distraz normalmente suelo pasar desapercibido. Supongo que ningún seguidor de los patriots se plantearía la posibilidad de que el capitán del equipo saliese a la calle con una gorra de los Denver Broncos.
Probablemente Lucero pillaría el chiste.
Mierda, no puedo dejar de pensar en ella. Aceleró el paso y me coloco bien la gorra, un gesto que sólo hago cuando estoy nervioso. Lo que me está pasando con Lucero es temporal, tiene que ser temporal.
Maldita sea, la imagen de Lucero sonriendole a ese camarero cuando le devolvió la chaqueta manchada antes de la cena en L'Escalier ;la peca al lado de la sexta vértebra ;la mantequilla junto a la comisura del labio.
Miento, no puedo seguir negándomelo.
Lucero siempre me ha parecido muy atractiva. Pero Tim la vio primero y todavía recuerdo como sonrió el día que la conoció.
Hacía mucho tiempo que no lo veía tan optimista, tan dispuesto a encontrar una mujer que le hiciera olvidarse de Amanda. Así que me hice a un lado. Podría describir exactamente la extraña presión que sentí en el pecho cuando oí que Tim le preguntaba si quería cenar con él esa misma noche. Y lo fuerte que cerré los puños cuando ella dijo que sí en medio del pasillo de la cadena de televisión.
¿Que habría pasado si yo hubiese salido yo por esa puerta? ¿Si hubiese sido yo quien chicase con ella?.
Lo curioso es que yo salí primero, pero me quedé tan embobado mirándola que Tim me pasó de lado y choco delante de mi... Y choco con ella.
Después de la breve conversación que mantuvieron durante la cual me fulminó con la mirada, Tim y yo nos dirigimos hacia donde nos iban a entrevistar y mi amigo prácticamente no dejó de hablar de la buena impresión que le había causado.
Me dijo que tenía la sensación de que podrían hacerse amigos.
Y que le parecía una mujer muy atractiva.
Nose que diablos vio ese día Tim en mi rostro, pero lo cierto es que me preguntó si Lucero me gustaba y si prefería salir yo con ella.
Y yo solté una carcajada y le dije que no fuese idiota, que por mi podía casarse con ella en aquel preciso instante y tener una docena de hijos.
Estúpido.
Me pase esa noche en vela, aunque no sé muy bien el motivo, y el fin de semana siguiente me fui a pasarlo con kassandra, una modelo rusa espectacular.
Y cuando volví Tim no paraba de hablar de Lucero esto, Lucero lo otro.
Y no me quedó más remedio que decirme que yo me había salvado, que la tal Lucero parecía una mujer fría, calculadora,Distante, Estirada. Sí, seguro que un psicólogo se frotaria las manos sólo con escucharme, pero lo hice lo que tenía que hacer.
Decidí que Lucero era una mujer insulsa incapaz de afectarme. La mujer que le había devuelto la ilusión a mi amigo. Y Lucero, mi Lucero, no existía,no podía existir.

Las reglas del juego #LCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora