Cap 18

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Y no sirvió de nada. Oh, sí, me distrajo durante un tiempo, nada más. Cada vez que coincidía con Lucero me peleaba con ella.
Sus insultos me ponen tan furioso... Por eso después de verla echo los mejores polvos de mi vida con la primera mujer que se me cruce.
No puedo creerme que lleve un año comportandome de esa manera. Es completamente absurdo.
Y sin embargo es lo único que tiene sentido.
Lo mejor será que me olvide de todo. Aunque Tim y Lucero ya no vayan a casarse es más que evidente que ella me odia. Ni siquiera me dará la oportunidad de ser su amigo. Y yo tampoco sé si quiero ser solo eso.
Me suena el móvil y veo el nombre de Mike en la pantalla.

--¿donde estas? --es lo primero que me pregunta el entrenador cuando descuelgo.

--caminando por la calle, ¿y tu?

--paseando de un lado a otro de mi jardín para contener las ganas que tengo de estrangularte, capitán, ¿por que diablos me ha insinuado tu agente que estás dispuesto a no renovar para otra temporada?

--tengo treinta y cinco años, Mike.

--y yo cincuenta y siete.

--no quiero que el club me traspase a un equipo de segunda, ni pasarme toda la temporada en el banco. Tal vez haya llegado el momento de colgar el casco.

--entre Tim y tu no se a quien de los dos matar antes. Mira, Fernando, no te quedan muchos años, eso es cierto. Y reconozco que eres demasiado inteligente por tu propio bien. Seguro cuando te retires crearás un imperio, pero no será el año que viene. Los Patriots necesitan a su capitán la próxima temporada.

--Mike...

--yo te necesito, Fernando.

--no es verdad.

--si que lo es. --Mike suspira -- mira, Fernando, se que estos últimos meses han sido muy difíciles para ti con la boda de Tim y... -- se queda en silencio ¿que diablos cree saber Mike?. -- en fin, eso ahora da igual, ¿no?.

--no sé de qué estás hablando.

--aprovecha las vacaciones para ordenar la mente. Relajate. Vete de viaje. Has lo que quieras. --refuña. -- pero llama a tu maldito agente y dile que este año no vas a retirarte.

--me lo pensaré.

--hazlo.

Me cuelga antes de que pueda decir algo más.
Mike es el entrenador más peculiar que conozco.
Pero... ¿Por qué ha dicho eso sobre la boda de Tim? ¿Acaso ha pretendido insinuar que me lo he pasado mal porque Tim y Lucero iban a casarse? ¿Lo he pasado mal? ¿De verdad es tan obvio?.

Llegó al lugar donde he aparcado el coche y lo abro. Lanzo la bolsa de gimnasio encima del asiento del acompañante y me pongo tras el volante.
Conducir me relaja y el camino a casa me permite pensar el todo lo que ha sucedido estos últimos días.
Perdimos la Super Bowl.
Lucero se preocupó por mí en L'Escalier.
Tim y Lucero no van a casarse.
Lucero tiene una peca cerca del pómulo y otra en la espalda. ¿Cauntas más tendrá?
Piso el acelerador al llegar a la carretera que se aleja de la ciudad. Mi todo terreno pasa por delante del restaurante donde Tim me obligó a cenar con Lucero y con él hace casi un año. El día que Lucero empezó a odiarme e iniciamos nuestra guerra particular.
La única relación que me vi capaz de mantener con ella sin volverme loco.

Las reglas del juego #LCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora