Para sorpresa de todos Tim volvió a Boston cuatro días más tarde. Aterrizó en la ciudad acompañado de su esposa Amanda y su hijo Jeremy.
El día antes de emprender el viaje, Tim llamó a Lucero para anunciarle su regreso. No quería que la prensa la agarrara desprevenida y era lo mínimo que podía hacer por ella. Lucero lo felicitó por haber recuperado a la mujer que amaba. A Tim la felicitación le pareció sincera y el la voz de su ex prometida detectó la tristeza.--¿te sucede algo Lucero? --se atrevió a preguntarle.
Ella estuvo a punto de decirle que si, que estaba destrozada porque acababa de cometer el error más grande de su vida y no sabía cómo arreglarlo. Quería preguntarle si sabía dónde podía estar Fernando. Se había armado de valor, había ido a buscarlo a su casa y la había encontrado vacía. No le había llamado. Había marcado el número cientos de veces, pero ni una sola le había dado a la tecla verde por miedo a que le colgase. O la ignorara.
--no, nada, solo estoy cansada.
--te llamaré cuando estemos instalados. Me gustaría que conocieras a Amanda.
--ya veremos Tim --suspiró --gracias por avisarme de que volverás.
Ella colgó antes de que él vuelva a preguntarle si estaba bien.
Tim volvía a Boston porque los entrenamientos de los Patriots empezaban en unos días. Lo que significaba que Fernando también iba a volver a la ciudad.
Y tal vez entonces Lucero se atrevería a ir tras él y pedirle una segunda oportunidad.Fernando estaba en la cocina viendo las imágenes de Tim en el aeropuerto con Amanda y Jeremy. Después de ese video apareció la imagen de Lucero en la pantalla. Los periodistas la habían seguido hasta la puerta de su casa para ver si decía algo. Ella no dijo nada y él la observó con la misma fascinacion que un naufragó mira una isla en medio del mar.
Tenía el móvil en una mano y deslizó el pulgar por las teclas que formaban su número. Ella no lo había llamado.
Si, ese no era el teléfono que utilizaba normalmente; aquel lo había dejado en la ciudad para no caer en la tentación de llamarla, pero el muy idiota se sabía el número de memoria.
Igual que lo sabía todo de ella.
El aparato que sujetaba en la mano era el teléfono de contacto de la fundación. Si Lucero hubiese querido comunicarse con él lo habría hecho. No lo hizo, una prueba más de que no lo echa de menos y no quiere estar con él.--llamala --le dijo Harry.
--ella no me ha llamado --contestó Fernando a la defensiva.
--ah si, tu estúpida prueba del teléfono. Vamos fer no seas imbécil. Eso no significa nada.
--tal vez.
--nada de tal vez. Tu y yo somos la prueba viviente de que el amor convierte a la gente más lista en idiotas. --su hermano se sentó delante de él --vamos, llamala, seguro que te necesita.
Fernando dejó el teléfono en la mesa y lo apartó con los dedos.
--mañana vuelvo a Boston. Los entrenamientos empiezan en unos días. --le explicó para dar por terminado el tema de Lucero.
Era mejor así.--te llevaré al aeropuerto. Yo todavía me quedaré unos días más. Vamos si te vas mañana ¿te parece salir a cabalgar una vez más?
Los dos hermanos montaron y cabalgaron un rato en silencio. Se detuvieron junto a un lago para que los caballos bebieran un poco y hablaron de las mujeres, que al parecer, les habían roro el corazón a los dos. Harry no le contó ningún detalle, pero le dijo que sería un estúpido si no intentaba arreglar las cosas con Lucero. <<al menos tu puedes arreglarlas >>le dijo.
¿Aún podría?.A la mañana siguiente, Harry llevó a Fernando al aeropuerto tal y como se lo había prometido, y este se pasó el vuelo entero pensando en Lucero, en lo que sentía por ella y en la absurda decisión que había tenido en el restaurante.
No podía perder a la mujer que amaba por algo así, y sería absurdo que no hablase con ella por culpa de su maldito orgullo. La había presionado demasiado ;ella acababa de salir de una relación seria y él ya le estaba pidiendo que se volviera a comprometer. Era normal que quisiera ir despacio, que quisiera tomárselo con calma. Lo único que tenía que hacer era tenerle paciencia, estar a su lado, demostrarle que no le haría jamás lo que le había hecho Tim... Lucero ya sentía algo por él, no lo besaría de esa manera de lo contrario. Solo tenía que ser paciente y volver a estar con ella.
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Las reglas del juego #LC
RomanceLucero Hogaza tiene la vida perfectamente planeada y está a punto de conseguir lo que quiere : va a tener su propio programa de noticias económicas y en dos meses va a casarse con un hombre maravilloso. Pero una noche Tim cancela la boda y la abando...