Las reglas del juego #LC

Cap :31

--¿de que estas hablando? ¿Tu sabias lo de Tim? ¿Sabias qué ya estaba casado?

--para, para, para un segundo ¿Tim está casado?

--si.

--será mejor que empecemos a beber cuanto antes --declaró pamela cogiendo el salero. --y más te vale no omitir ningún detalle, lu. Tendrías que haberme llamado.

--no quería molestarte, hacía más de un año no tomabas vacaciones.

--sí, pero tu eres mi amiga, debes aprender a confiar en la gente Lucero. --le pidió pamela mirándola a los ojos con serenidad poco habitual en ella.

Lucero asintió incomoda y arrepentida. Ella sabía que podía confiar en su amiga y la verdad es que habia tenido ganas de llamarla, pero al final se había contenido. Le costaba abrirse con la gente y le daba un poco de vergüenza decirle a su única amiga que había estado a punto de casarse con un hombre que no la ama y que ella tampoco estába enamorada.

Bajo la vista hasta el vaso lleno de tequila y lo vacío de un trago, lo dejó en la mesa en pleno ataque de tos, pero se metió la rodaja de limón y lo chupó. Pamela le dio unos goloecitos en la espalda hasta que dejó de toser.

--te has olvidado la sal --le dijo con una sonrisa cuando Lucero recuperó la calma.

--el próximo lo haré bien, es cuestión de practica ¿no?

--Claro --pam se bebió otra copa sin olvidarse ningun paso :sal, tequila, limón. --¿que es eso que Tim esta casado? ¿Con quien? ¿Desde cuando?

Lucero tomó otro tequila, esta vez sin sufrir un ataque de tos y le contó a su amiga lo poco que sabía acerca de su exprometido.

Lucero tomó otro tequila, esta vez sin sufrir un ataque de tos y le contó a su amiga lo poco que sabía acerca de su

--con una mujer que se llama Amanda, que vive en París y es el amor de su vida, mientras que yo soy una gran persona y una mujer increíble que no se merece alguien como él. --recitó aunque se le engancharon un poco algunas palabras.

--joder.

--y no puedes decírselo a nadie. Tim me pidió que le guardase el secreto.

--¿no lo sabe nadie más?

-- supongo que el imbecil de Fernando colunga -- sentenció Lucero vaciando otra copa. --este tequila es muy bueno.

--el mejor, se que eres muy refinada.

Lucero sorbió por la nariz, un gesto que contradijo las palabras de su amiga.

--¿por qué has dicho antes que ya sabía que terminaría así? ¿A qué te referías?

Pamela volvió a llenar las copas antes de contestarle.

--a Fernando y a ti.

--no existe un fernando y yo -- se burló Lucero perdiendo la cuenta de cuántas veces su amiga le lleno la copa. --Fernando colunga es un imbecil, un cretino engreído que sólo sabe utilizar a las mujeres, y que se ha pasado el año entero diciéndole a su amigo que no se casase con Un mujer tan fría y distante como yo.

Pamela chupó la rodaja de limón y movió la espalda al ritmo de un escalofrío que le recorrió el cuerpo.

--estoy segura de que todo lo que dices es verdad --abrió la segunda botella --yo solo digo lo que veo.

--¿y que ves? Aparte de un  playboy millonario que no se ha tomado ni un segundo de su tiempo para conocerme.

Sal, tequila, limón. Ya era toda una experta.
¿Siempre hacía tanto calor en su cocina?

--¿sabes una cosa? Si mi promedio hubiese anulado la boda meses antes de casarnos estaría furiosa con él. --empezó pam como si nada, deslizando el dedo índice de la mano derecha por el borde del vaso --sin embargo tu apenas has insultado a Tim.

--estoy furiosa con él -- se defendió Lucero levantando ambas cejas --lo abofetee cuando me dejó en casa.

--yo lo habría convertido en pedacitos --señaló pam sería --pero ha sido mensionar a Fernando y casi le prendes fuego a la cocina. ¿A que crees que se debe? --cogio la botella y repartió el tequila que quedaba entre las dos.

--a que es insufrible. Fernando es un maleducado, un mujeriego, un vividor que nunca ha tenido que preocuparse por nada y que no sabe lo que es la responsabilidad.

Pamela levantó su brazo y señaló a Lucero con el.

-- lo que yo decía, se veía venir.  Fernando es un tipo encantador, de hecho, la única persona que conozco que no puede soportarlo eres tú.

--pues será porque soy la única que lo veo como realmente es.

--y tu también eres una tipa encantadora--siguió pamela como si Lucero no hubiese hablado. --y Fernando se sulfura solo con verte, y eso amiga mía, solo tiene una explicación.

Pamela vacío el vaso de tequila y lo dejó encima de la barra con un golpe seco.

--si, que no nos soportamos --sentenció Lucero acabandose su bebida también. --al menos, ahora ya no tendre que volver a verlo.

--Fernando y tu se sienten atraídos el uno por el otro --le corrigió pam moviendo la cabeza de un lado para otro. --es tan obvio que resulta incómodo estar con vosotros dos.