Cap :27

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Pdv Lucero :

No puedo dejar de mirar la caja de bombones.
¿Por qué ha venido a verme? Sí, por qué Tim se lo pidió, él mismo me lo ha dicho. Pero Tim está en Francia, y aunque estuviese aquí, dudo mucho que pueda obligar a Fernando a hacer nada.
Abro el cajón y meto la caja de bombones dentro. Cuando me vaya la tirare a la basura.
Flexiono los dedos de la mano derecha, todavía me duelen del golpe que le he dado. Me ha gustado, lo reconozco, aunque durante un segundo tuve que apartar la mano para no acariciarle la mejilla.
Ya debería estar acostumbrada a los insultos de Fernando, sé de sobra que Fernando cree que soy frigida y estirada.
Pero no tiene ningún derecho de juzgarme.
Me pongo de pie y camino decidida hacia el bolso que guardo en uno de los armarios.
Busco el móvil y llamo decidida.
Suena un par de veces.

--¿Lucero?

La voz de Tim me deja completamente indiferente.

--¿cómo te atreviste a contarle a Fernando lo de la piscina? Eres un cretino. Eso era algo entre tu y yo.
Yo no le he contado a nadie que hemos pasado los últimos meses sin hacer nada, ¿y sabes por qué?

--yo... Lucero...

--porque no es asunto suyo, es, era -- me corrigo --algo entre tú y yo. No le incumbia a nadie saber si hacíamos piruetas en la cama o llevamos meses sin siquiera besarnos. Creía que lo sabía Tim.

--Lo siento.

--¿sabes una cosa, Tim? Vete al infierno. ¿No te has planteado nunca que ese día quizá no quise acostarme contigo en la piscina por los mismos motivos que tu no te has querido acostarte conmigo? Tal vez yo no soy ese tipo de mujer que te impulsa a cometer locuras, pero tu no eres el hombre que me Impulsa a desnudarme y hacer el amor en una piscina.

<<por dios que estúpidos hemos sido los dos. >>

--sí, Lucero me lo he planteado --dice y lo noto cansado

Y me doy cuenta de que una parte de mi se preocupa por él, como amiga. Pero todavía estoy furiosa y no voy a decírselo.

--no tendrías que habérselo contado a Fernando --le digo un poco más tranquila.

--tienes razón, lo siento --otro silencio y lo oigo respirar --¿como estas?

--no pienso contártelo.

--está bien, supongo que me lo tengo merecido.

--supongo.
Definitivamente este es uno de los  momento más raro de mi vida.

--te hecho de menos, Lucero --suelta Tim de repente --hecho de menos hablar contigo.

Algo se mueve dentro de mí, es como si uno de los nudos que tengo en el estómago hace días se aflojase. Como si una pieza de mi se colocase justo donde debería estar.
La frase que ha dicho Tim es sincera, pero es la frase de un amigo, no de un hombre que está enamorado. Al menos no de mi.

--¿por qué me pediste que me casara contigo?

Me imagino a Tim apretandose el puente de la nariz, siempre hace eso cuando está incómodo.

--porque pensé que contigo lograría creerme que no sigo enamorado de Amanda.

--no tendrías que haberte confirmado conmigo Tim --aprieto el móvil --y no tendrías que haberme utilizado como sustituta, yo me merezco algo mejor.

--tienes razón.

--lo sé.

--pero tu también me utilizaste a mí --dice y noto que sonríe.

--¿que quieres decir?

--eres muy lista, Lucero, seguro que podrás seducirlo.

No me gusta lo mas mínimo lo que insinúa.

Las reglas del juego #LCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora